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-Ya, Hawks -reía sin parar
-Oh vamos, sé que quieres más.
-Para nada, tus chistes son tan malos que me rio de la pena -se cubría su boca con la mano mientras seguía riendo sin parar
-Aquí va otro -se acomodo en la mesa rodando los ojos aún con su sonrisa -¿Cómo se despiden los químicos?
-A ver, ¿cómo? -interrogó interesada recargando sus codos en la mesa
-"Ácido un placer" -solté una carcajada haciendo la silla hacía atrás
-Esta vez te volaste la barda, de verdad es malísimo
-Esta bien, pero aun así te ríes -también acomode mis hombros en la mesa para verla fijamente
-Es lo menos que puedo hacer
Nos mirábamos fijamente, nuestras miradas no se despegaban ni un poco.
-Aquí está su orden -anunció la mesera sacándonos de nuestros pensamientos
-Muchas gracias, señorita -le agradecí ayudándole a poner las cosas sobre la mesa -hizo una reverencia e enseguida se retiro -Bien, que hambre tengo
-También, pero sigo pensando que esto es canibalismo... -tomo unas cuantas piezas de pollo
Simplemente me encogí de hombros
Estuvimos comiendo tranquilamente, la mesa la pedí algo escondida para no estar a la vista de todos ya que en vez de comer, estaría repartiendo autógrafos y tomándome fotos y de verdad tengo hambre.
Pasaron varios minutos de silencio hasta que Fukui hablo
-Oye, Hawks -me llamo
-Dime -le di un bocado a la pieza de pollo
-Cuando salgamos del centro comercial... -miró hacía arriba buscando las palabras para continuar hablando -¿Podríamos ir a un lugar? Tengo que hacer algo y supongo que no me dejaras ir sola por tan sobreprotector que eres -hizo una mueca
-No soy tan sobreprotector
-Hawks, todos las veces vas a dejarme a la cueva y me traes de regreso.
