AMOR EN ESPERA

Capitulo Cuarenta y uno

En la actualidad.

Lauren abrió la casa, dejando entrar la brisa del golfo. Incluso en un día tan caluroso, la brisa hacía que fuera soportable. Su espalda le estaba doliendo de llevar cajas apiladas por las escaleras hasta la casa de la playa, por lo que tomó un descanso, salió a la terraza, sus ojos visualizando el agua, mirando lo que era esencialmente su patio trasero. Le iba a encantar estar aquí. Bajando por la cubierta para su carrera de la mañana, por la tarde para sus paseos por la playa, mirando las estrellas por la noche. Por supuesto, había una cosa que falta en esa foto, pero ella no quería estar allí.
En cambio, planeó un bonito fin de semana largo, sola. Pondría la casa en orden, instalaría la enorme televisión que compró y clasificaría la cocina. Disfrutaría algunas tradiciones
navideñas como encender la parrillera a gas en la cubierta, gracias a Vero que insistió que venía con la casa. Haría un filete o una hamburguesa a la parrilla, disfrutaría de la arena, el sol y la playa. Sonrió. Sí, le iba a encantar vivir aquí.
Pero todavía tenía la mitad de un remolque por descargar, por lo que se apartó del agua y volvió a entrar.
"Hola"
Lauren saltó visiblemente, entonces jadeó "Jesucristo" dijo sosteniendo su pecho con una de sus manos "¿Qué estás haciendo aquí?"
Camila se encogió de hombros "Dijiste que viniera a verte"
"Bueno, te tomó bastante tiempo" Lauren se acercó más, sin estar segura si un abrazo estaba justificado o no. Hizo un gesto en el desorden de la habitación "Lo siento. Estoy mudándome"
"Lo sé"
"Y tengo el aire acondicionado apagado, así que hace un poco de calor aquí. Estaba entrando y saliendo, así que no vi la razón de ponerlo a funcionar" Lauren se dirigió al panel de control en la pared y encendió el aire acondicionado.
"Lauren, está bien" Camila dio un paso hacia ella "Siento no haberte llamado"
"¿Quieres decir después de la reunión?"
"Eso también. Me encantó tu regalo"
"Bueno. Esperaba que te gustara" Lauren mostró un poco su herida "Por supuesto, cuando no escuché nada de ti, supuse que la fotografía no significaba nada para ti y..."
"Significa todo para mí" Camila llegó a ella, acercándola más "Lo siento" dijo
nuevamente
Lauren se acercó y sus brazos la abrazaron fuertemente. La sensación de plenitud casi la abrumó "Yo también lo siento"
Camila se apartó de ella "No tienes nada que lamentar"
"Sí, lo creo. Todos estos años..."
"No" dijo Camila deteniéndola "No, eso está en el pasado. Se ha terminado" agarró sus manos, apretándolas con fuerza "¿Podemos hablar, Lauren? ¿Podemos solo hablar? ¿Podemos ser honestas la una con la otra y solo... hablar?"
Lauren asintió "Está bien. Voy a empezar" dijo tragando su miedo "Yo..."
Camila llevó un dedo a sus labios deteniéndola. "Yo voy a empezar" dijo "Voy a empezar diciendo porque me fui de Calloway" dio un paso atrás "Un día contigo...un día y me enamoré nuevamente de tí. Me fui porque no quería que me hicieras daño de nuevo. No quería pasar unos días contigo, estar contigo, hacer el amor contigo, para que entonces me
dejaras. Yo no podía hacerlo. Así es que..."
"Así que me dejaste" Lauren terminó por ella "Al principio, pensé que era una venganza por lo que pasó veinte años atrás"
"No. Nunca haría eso. Pero pensé que tal vez podrías llamar, que tal vez también hubiese significado algo para ti"
Lauren hizo un gesto hacia la terraza y Camila la siguió. El sol de la tarde se había desplazado, ofreciéndoles la sombra en la terraza. Me enamoré de ti nuevamente. ¿Era verdad? ¿Podríamos algún día borrar juntas la traición, el odio, la ira?
"Significó algo para mí" admitió Lauren "Por eso me sorprendió tanto cuando te fuiste. Debo haber leído la nota un centenar de veces" dijo Lauren "Es por eso que no había llamado. A veces la leía y pensaba que tal vez querías que te llamara" se encogió de hombros "Y otras veces, sonaba tan definitivo. No quería ponerme en contacto contigo si no tenías ningún deseo de verme" dijo.
"Fue estúpido de mi parte dejar la nota" dijo Camila "Entonces me sentí tonta por dejarla, suponiendo que querías verme y tratando de cortarte aún sin saber si aún querías verme en
primer lugar"
"Iba al parque de la isla" dijo Lauren "Solía ir allí a correr. Siempre fue muy tranquilo para mí, reconfortante. Nunca me di cuenta antes, pero era donde te sentía. Después de la reunión, cuando fui allí, me di cuenta. Los años que había estado viviendo aquí, era por eso, por eso permanecí en la playa. Me hacía sentir cerca de ti, parte de ti. O tal vez tu eras una
parte de mí, no lo sé" Lauren tomó su mano, dejando que sus dedos se entrelazaran "Una noche, justo al atardecer, el cielo estaba lleno de colores, el día llegaba a su fin y yo estaba pensando en ti. No quería dejar pasar otro día sin llegar a tí, pero no quería simplemente llamar. No quería obligarte a hablar conmigo si no querías. Me sentía tan conectada contigo aquí, pensé que tal vez tú lo sentías también. Así que fui a la galería de Vero en Rockport. Vi
la fotografía y sabía que era la ideal. Un hermoso amanecer, el comienzo de un nuevo día. Tal vez una nueva vida"
"Oh, Lauren. Lamento que me haya tomado tanto tiempo venir. Estaba muy asustada.
Necesitaba..."
"Te amo, Camila. Siempre te he amado"
Sus ojos se encontraron durante largos segundos, ninguna se separó. En esas profundidades oscuras, Lauren vio la incertidumbre desvanecerse, la duda derretirse. Esperó, finalmente vio lo que tenía que ver. Camila se movió hacia sus brazos.
"Dímelo otra vez"
Lauren la besó lentamente, sin la urgencia que había sentido la última vez "Te amo" susurró contra sus labios. Atrapó a Camila fuertemente entre sus brazos, en su corazón, en su
alma. Nunca la dejaría ir otra vez.
"Tal vez deberíamos ir dentro" Camila sugirió cuando sus besos se volvieron apasionados
"Me encantaría un recorrido por la casa"
"¿Un recorrido? Claro" Lauren cerró la puerta detrás de ellas y luego extendió las manos.
"Sala de estar" señaló. "Cocina. El lavandero esta..."
"Quiero ver tu habitación" dijo Camila en voz baja "Realmente, realmente me gustaría ver tu habitación"
"Ya veo" Lauren dio un paso más cerca de ella "¿Así que el viaje fue sólo una estrategia?"
"Sí"
"Imagínate eso"
Camila cerró la distancia entre ellas "Probablemente deberíamos hablar primero, pero sólo quiero estar contigo" sus manos se movieron bajo la franela de Lauren, buscando su
sujetador "Te lo juro ¿alguna vez llevas un sujetador?"
Lauren contuvo el aliento cuando las manos de Camila se cerraron sobre sus pechos "No. No estoy segura de que hagan sujetadores pequeños" dijo antes de que la boca de Camila
encontrara la suya.
"Son prefectos" murmuró Ashleigh. Inclinó la cabeza hacia atrás, mirando los ojos de Lauren.
"Te amo. No quiero estar lejos de ti por más tiempo"
Lauren asintió "Yo tampoco. Houston no está tan lejos. Podría..."
"No. Debemos estar juntas aquí" dijo Camila "Además, como que renuncié a mi trabajo"
Lauren alzó las cejas "Así que... ¿cómo que estás un poco libre, entonces?"
"Un poco, sí"
"¿Así que puedes quedarte conmigo el fin de semana?"
"Sí"
Todo golpeó a Lauren de repente. Allí estaban, discutiendo con calma su futuro, actuando como si no hubieran pasado dos meses y medio después de la reunión. Pero entonces, siempre había sido así entre ellas. Después de veinte años de estar separadas, habían recogido todo justo donde lo habían dejado, volviendo a conectar, dejando que la naturaleza siguiera su curso entre ellas. Ambas debieron saber que no podían luchar contra ella. Sonrió, sacando las manos de Ashleigh de debajo de su camisa "Me encanta como hacemos esto"
"¿Hacer qué?"
"Simplemente seguir adelante como si nada hubiese pasado"
"Lo siento. Yo sólo..."
"No, Camila. Lo digo con sinceridad. Podríamos hacer de esto un montón de drama, pero ¿para qué? Las dos sabemos que debemos estar juntas. Estamos conectadas" dijo, señalando a su corazón "Siempre hemos sido así"
"Sí"
"Esto es lo que siempre he querido. Una vida contigo. Los últimos veinte años han sido tan malditamente vacíos. No podemos recuperarlos, pero espero que podamos compensar la pérdida" respiró profundamente "Te he amado durante todos estos años, Camila. Prometo amarte hasta que me muera"
Los ojos de Camila se llenaron de lágrimas "Y yo prometo estar siempre a su lado. Te doy mi corazón, mi alma...mi vida. Te doy mi amor"
Lauren se inclinó rozando ligeramente sus labios "¿Acabamos de casarnos?"
Camila rió mientras se limpiaba las lágrimas "Si lo hicimos, entonces estoy lista para la noche de bodas"
"Estoy lista también" Lauren le tomó de la mano, llevándola por el corto pasillo hasta el dormitorio. Se detuvo en la puerta "Nuestro dormitorio"
Camila entró en la habitación, su mirada se desplazó sobre el nuevo inmobiliario, el suelo de madera pulida y la nueva alfombra, los cuatro grandes ventanales que ofrecían una vista infinita del Golfo de México. Poco a poco volvió a Lauren.
"Es una preciosidad. Todo es tan hermoso"
"Me alegro que te guste. Si quieres muebles diferentes, siempre podemos..."
"Oh, no. Esto es precioso. Es perfecto aquí"
Lauren asintió, satisfecha de que le gustara. Pero sintió que habían hablado lo suficiente. Sacó su franela sobre su cabeza, viendo como la mirada de Camila viajaba a sus pechos. Camila se acercó y se detuvo. Se quitó lentamente su propia camiseta, con su ardiente mirada fija en la de Lauren mientras también se quitaba el sujetador.
"Nunca he visto una mujer más hermosa que tú, Camila" susurró Lauren.
"Lauren, tú, mi amor, eres una diosa. Y voy a hacer el amor contigo y te mostraré lo mucho que realmente te amo" dijo ella deslizando sus manos sobre los hombros de Lauren
acercándola hacia ella. Hizo una pausa, con sus labios a sólo una pulgada de distancia.
"Eres mía, Lauren. Nunca te dejaré ir otra vez"
Lauren bajó la cabeza, uniendo sus labios, sus bocas abriéndose la una para la otra. Lauren la llevó a la cama y se acostó tirando de Camila con ella. Fiel a su palabra, Camila tomó el
control, besando a Lauren con tanta pasión, que casi lloriqueó. Quería decirle a Camila que se diera prisa, pero la mirada en sus ojos le dijo a Lauren que sería una lenta y gloriosa tortura hacerle el amor. Cedió a las manos y a la boca que se movían sobre su cuerpo, cediéndole
el poder a Lauren.
No había necesidad de apresurarse. Tenían el resto de sus vidas para amarse la una a la otra.