Capítulo 4

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No podía creer lo que estaba viviendo, el verano no había sido para nada como hubiese imaginado ¿Cómo en un par de meses todo cambia tan drásticamente?. Hace un par de meses, yo era feliz, estaba riendo con mis amigos y mi novio, que en ese entonces era perfecto. Aún recordaba el momento en el que me pidió que fuéramos novios, había cumplido los quince años hacia un par de meses y para todo el mundo éramos demasiado pequeños, nos decían que no lo tomáramos con seriedad, aseguraban que lo nuestro no duraría, que éramos adolescentes, afirmaban que nos aburriríamos en algún momento, nos sermoneaban sobre la cantidad de peces que habían en el mar y que había mucho por probar, pero nosotros estábamos seguros de lo que sentíamos, finalmente todos se convencieron de ello tiempo después. Mucho tiempo pensé que Mason sería la persona con quien compartiría mi vida y es que el también lo quería así, siempre me hablaba de que apenas tuviéramos edad suficiente, nos casaríamos e iríamos a la universidad juntos, yo quería primero ir a la universidad y después casarnos, muchas veces teníamos falsas discusiones por ello, pero Mason siempre ganaba porque argumentaba que era lo mismo. Hablaba de tener tres hijos, primero quería tener dos varones y finalmente una pequeña y pelirroja miniAndy, así tendría dos hermanos mayores que la defenderían de todo, además tendrían a Ethan y Julianna como padrinos porque "quien mejor para proteger a nuestra nenita que el tío Ethan y la tía Juli", Aun reía al recordar la ternura en su voz al decir esa frase y es que en ese entonces todo eso era posible, hasta que todo cambio para romperse para siempre. Llevábamos casi 2 años juntos, habríamos cumplido 2 años el 1 de enero y ahora estaba aquí, en su funeral.

Mirar hacia el césped me tranquilizaba, era verde, tierno y perfectamente cortado, como en todos los cementerios, mis zapatos negros estaban sucios con algunas hojas con subtonos amarillentos y anaranjados que el otoño había dejado caer, levante la vista y nuevamente me enfrente con la realidad, todos vestidos perfectamente de negro, con los semblantes mas tristes que alguien podría imaginar. El sacerdote decía algo, lo sabia porque aunque no podía escuchar ni una palabra que pronunciaba, veía como sus labios se movían. De vez en cuando mi incapacidad para oír era interrumpida por algún sollozo, no sabia que Mason conociera a tantas personas, estaba casi toda nuestra clase, algunos profesores, familiares y otras personas que yo no conocía, yo solo tenia a mis padres quienes estaban atrás conmigo. Entre la gente pude ver al ataúd café caoba que tenía una rosa blanca en su cuberita, pensé en que solo yo sabía cuanto hubiera odiado Mason esa rosa. Alrededor había un numero incontable de flores de todo tipo, de todos colores y tamaños, luego podías mirar al lado de todo eso y ahí estaba, el agujero en la tierra donde desaparece lo físico, sentí un leve mareo al pensarlo. Mire un poco mas allá y ahí estaban los padres de Mason, veía como Ethan abrazaba con fuerza a la señora Powell y como el señor Powell abrazaba a la hermana pequeña de Ethan. Ethan y Maddie eran casi idénticos, solo que el cabello de Maddie era mas claro que el de Ethan y sus ojos eran de un azul oscuro intenso, mi vista se fijo en ellos. La señora Powell tenia como la vista perdida, bolsas en los ojos, su cabello rubio en un moño elegante y podía ver por como se movía su pecho que estaba sollozando, mire hacia su lado, Ethan tenia los ojos inyectados por sangre e hinchados, su nariz y labios estaban levemente enrojecidos, mire hacia el otro lado y el señor Powell tenia una expresión dura e indescifrable para muchos, pero posiblemente estaba tratando de ocultar su dolor a su manera, sostenía de la mano a Maddie, no puedo ni imaginar que debe sentir ella, acaba de cumplir 13 años, no merecía tener que chocar y entender este tipo de cosas a su corta edad.

El sacerdote se había alejado y no me di cuenta de cuando pero, el ataúd comenzó a descender por el agujero, mis lagrimas se empezaron desbordar, no podía creer que el estaba ahí, no era posible que el estuviera muerto, hace unas horas atrás estaba conmigo, hace unas horas atrás lo había empezado a odiar como a nadie en el mundo y juro que no podía importarme menos que ocurría con el y ahora que ya no estaba con nosotros, a pesar de todo lo que paso no podía dejar de pensar en todo lo que vivimos, y es que lo había amado tanto o al menos yo creía que eso era amor, sabia que no podía seguir con el luego de todo lo que ocurrió, pero no podía creer que jamás iba a volver a verlo y que ahora estaba ahí, encerrado en es maldito cajón. Un grito ensordecedor lleno el ambiente y desgarro completamente mi alma, la madre de Mason se arrojo al piso tratando de llegar hasta donde estaba el ataúd, pero Ethan fue mas rápido, la tomo por ambos brazos, reteniéndola junto a el, ella se soltó de su agarre, pero su esposo lo reemplazo, la tomo en sus brazos y la alejo unos metros, Ethan se quedo allí parado al lado del agujero, mirando hacia la profundidad de el, podía ver como intentaba no quebrase ahí mismo, pero no lo logró, su llanto lleno el lugar, cayo de rodillas y enterró sus uñas en el césped, yo me tape la boca para suprimir mis sollozos y aguantar el dolor que estaba sintiendo. La gente se empezó a dispersar, mis padres me dijeron que me tomara mi tiempo, que me esperarían en el auto y que me tardara lo que necesitase, los padres de Mason se habían alejado para recibir el pásame de los presentes, pero Ethan continuaba arrodillado frente, a lo que ahora era, la tumba de Mason. Me acerque lentamente a él y toque suavemente su hombro, el levantó la vista y en cuanto me vio su mirada cambio, en mi mano pude sentir como su cuerpo se tensaba, sus ojos se desorbitaron, las aletas de su nariz se abrían y se cerraban con fuerza y su pecho subía y bajaba, retire mi mano y di un paso hacia atrás, el se paro de una forma inhumana, me tomo los brazos y apretó con fuerza.

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⏰ Última actualización: Aug 22, 2021 ⏰

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