Capítulo especial

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Ariel y Helena

Hace un rato me llamo la abuela, solo me dijo que era urgente que preparara medicinas y quizás útiles para realizar una operación.

Pero como pretende que opere a alguien sin saber nada de el o de ella. Pero con ella cualquier cosa es posible, además no le puedo negar nada. Bueno ni yo ni nadie.

Ya lo tengo todo, debe de estar al llegar. Ante mis ojos se abre el portal, ella asoma solo su cabeza y me indica que atraviese el portal. Nose si algún día podré acostumbrarme a esto.

Debería estar acostumbrada a la magia, a estás alturas pero todavía me sorprende no sé si alguna vez me acostumbraré. Atravieso el portal, estoy en su casa. Me indica que pase al dormitorio. Allí me encuentro a una chica joven, tumbada sobre la cama, está inconsciente su pulso es débil, pero su cuerpo está luchando.

No dejes de luchar! Voy a hacer todo lo que pueda por salvarte. Levanto su camiseta, veo de dónde proviene la sangre, hay una herida, es un orificio de bala, por suerte también igual que hay entrada hay salida. Limpio bien la herida, desinfecto, cauterizo y suturó.

- Abuela, no se de que tipo es su sangre? Ha perdido mucha, necesito hacer una transfusión, está demasiado débil...

- Niña, no lo sé apenas se nada de ella, su cuerpo tiene una marca, es la luna de un Alfa.. puedes utilizar mi sangre, soy cero negativo. Mi sangre vale para cualquier persona. Dice Amalia levantando la ropa de su brazo y dejandolo desnudo.

Hago una transfusion rudimentaria pero parece servir, después de unas horas mi trabajo ha concluido, no hay nada más que yo pueda hacer, por lo menos aquí. Le he dicho a la abuela que si empeora. Tendremos que llevarla a un hospital.

Por fin en casa, necesito descansar, pero con dos pequeños comenzando a andar y un marido como el mío, va a ser difícil. No puedo evitar reír al pensar en ello.

He estado visitando a Helena, durante dos días.. no me digas como la abuela ha descubierto su nombre por qué no tengo ni la menor idea. Está mujer no deja de sorprenderme. Helena aún no ha despertado aunque hay mejoría. Le he dicho a William que pregunte entre los alfas si ha desaparecido alguna Luna de cualquier parte del país.

No puedo imaginar el dolor de su pareja y su familia al no tener ninguna noticia de ella...

Al fin ha despertado, la he visto mucho más recuperada, la abuela me ha explicado cosas sobre ella, en unos días viajaremos a verla, pero no está nada cerca, ella viene de Canadá. Así que tendremos que utilizar el portal. El primer viaje lo haremos las dos solas. William ha insistido en venir, pero hasta que no sepa que todo es seguro no voy a llevar a los niños allí.

**

Acabo de hablar con Helena, está destrozada, todavía no supera el abandono de Daniel y ahora descubre que está embarazada. Oh Diosa! Es que ningún Alfa puede ser normal. Llamo a la abuela, necesito que me lleve a verla, William está en una reunión así que preparo a los niños, para después salir al porche de la casa a esperar a la abuela.

Un portal se abre, de él sale la abuela sonriendo. Los niños saltan sobre ella.

- Robert, Amalia tengan cuidado. Les digo en tono serio a los hermanos.

- Ariel, solo son bebés y no creas que no se porque les dices eso! Crees que me pueden dañar por ser vieja...

- Yo.. yo.. no termino de hablar cuando ella comienza a reír, coge a Robert entre sus brazos, yo hago lo mismo con Amalia. Con los niños sobre nuestro regazo atravesamos el portal. Para llegar a casa de Helena.

- No podria acostumbrarme nunca a vivir aquí y no porque no sea bonito pero es que hace tanto frío. Le digo a la abuela, para inmediatamente llamar a la puerta.

Una Helena despeinada, con las ojeras muy marcadas nos abre la puerta. Nos deja una pequeña sonrisa, mientras nos invita a pasar. Ya que estoy aquí la reviso. Parece que todo va bien con su embarazo.

Está recuperada y es fuerte, veo como disfruta jugando con mis hijos, va a ser una gran madre. Veo que es maestra de vocación, les canta una canción sobre los números, a ellos parece divertirles porque balbucean palabras al son de la canción.

Hablamos largo y tendido, le cuento mi historia y que las cosas van a mejorar.

- Tu eres demasiado buena, yo no podría perdonar tanto como tú. Creo que eres un ángel disfrazado de doctora. Dice Helena comenzando a reír.

- Quizás tengas razón, creo que aveces de buena puedo parecer tonta. Pero en mi caso el amor y las cosas buenas. Pesaron más que las malas. Le digo amablemente.

- Creo que me lo merezco, sabes que intente rechazarlo, solo que el me lo impidió. Dice Helena cabizbaja.

- Sabes que a mí me rechazó en público y yo si acepte su rechazó. Le digo mirandola a los ojos.

- No me lo puedo creer, quién seria capaz  de rechazarte, si eres un ser de luz.

- Pues lo hizo, pero después me desaparecí cinco años. Intente olvidarlo pero el lazo nunca se rompió y bueno al final caí en sus redes...

Nos despedimos de ella, no sin antes prometerle que volveremos en un mes, mientras tanto estaremos en contacto telefónico. Quiero ayudarla, de verdad que quiero. El dolor que está sintiendo un día cesará, pero para eso lo primero que tiene que hacer es perdornarse a si misma.

Si Daniel no vuelve, deberá intentar ser feliz. Tendra un bebé en unos meses. Seguro que el o ella le devuelven la sonrisa. Nunca imaginé que pudiera sentir tanta confianza en una persona, ella es tan buena, va de dura pero debajo de su sarcasmo hay una niña súper dulce, que solo quiere que la mimen y la traten como una princesa.

**

- Ariel, Ariel.. Helena está en trabajo de parto, iré en cinco minutos a buscarte. Informo a William y me marcho apresuradamente. Helena deseaba que yo la asistiera en el parto, no me pude negar pero le puse una condición. Se llevaría a cabo en el hospital no quería que de ninguna de las maneras pudiera surgir una complicación.

Saludo a Helena, está sudorosa y dolorida, a mí mente llega los recuerdos del nacimiento de mis hijos..

- Todo va bien, Helena has dilatado seis centímetros, el cuello del útero está borrado, si quieres este es el momento de pedir la epidural.

- Sii..que me la pongan ya. Dice gritando con la voz entrecortada por el dolor de las contracciones.

Tres horas después tiene a un bebé de tres kilos y medio sobre sus brazos. Está llorando pero se que es de alegría. Es única e inimaginable la sensación de ver a tu bebé por primera vez. Ahí descubres que ya no eres solo tu. Ahora alguien más depende de ti.

Le ha puesto un nombre súper extraño. Es de origen Africano. No sé cómo pero lo he olvidado. Amalia me regaña mucho dice que como puedo ser tan despistada si soy médico. Menos mal que los despistes solo los tengo en mi vida habitual y nunca en el trabajo.

Es un bebé adorable, ojalá y Daniel recapacite y no se pierda a una mujer tan estupenda y a un niño adorable. Amalia mi hija no deja de besar al bebé, gruñe si lo separan de su lado. Será que el pequeño va a ser el mate de mi hija? Que cosas pienso si aún son bebés... Pero dicen que la atracción existe desde el momento del nacimiento, solo que uno no lo descubre hasta que no alcanza su transformación.

- Niña nos vamos? Dice la abuela cogiendo en brazos a Robert, cojo a una Amalia enfadada y le prometo que regresaremos pronto. Nadie va a tocar a su bebé.

En unas semanas iré a verlos, de todos modos si hay algún problema. En menos de cinco minutos puedo estar allí.




La novela está terminada hace tiempo, pero me apetecía hacer este capítulo. Helena es la protagonista de acepto tu rechazó II.

No sé porqué hago las cosas pero simplemente las hago. Las ideas bullen en mi cabeza y aveces las dejo salir.

Besitos 💋💋

Acepto tu Rechazo ( Terminada )Where stories live. Discover now