TRATOS SUCIOS

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Salinas tenía un poco de nervios con respecto a su próxima pequeña Reunión, pues nunca en su corta vida de abogado lo ha tenido que hacer. Los dos Gambino se encontraban sentados frente a él con cara de preocupación con una mezcla de odio, ya que minutos antes los tres habían tenido una pelea en la cual los tres hombres en la habitación tenían diferentes puntos de vistas.

Toni por un lado se quería dar a conocer rápidamente, Los Gambino, Toni por muy calmado que pareciera siempre a querido tener poder por sobre todo y esto lo podia conseguir fácilmente gracias a su desempeño en manipular con magnífica agilidad y experiencia. Lo único que lo alejaba de su meta era su hermano.

Carlo era una persona bastante impulsiva, pero al estar siempre tan pendiente de los negocios de su padre se dio cuenta de que la mejor forma de poder gobernar un mercado ilegal es fingiendo ser mierda al lado de otros, y así poder dar un golpe fuerte dando a conocer su verdadero poder y poder tenerlo sin importar nadie más.

Salinas no tenía un plan, así que todo lo que le pasaba era una consecuencia de lo que habia hecho durante lo largo de su vida, así que en general todo lo dejaba al azar. El abogado solamente quería ser la mano derecho de su no correspondido amor y poder también tener ese control por el que todos matan. En vista del abogado es mejor dejar todo tranquilo y que el destino haga con su puta vida lo que quiera.

Los tres hombres empezaron a dar ideas para poder salir de aquel problema en el que se metieron con los hombre de traje, y así es como llegamos al momento exacto en el que ninguno de los tres quería estar en la misma sala. Toni se levantó de su no tan cómodo asiento y salió del lugar para poder fumar un cigarrillo, cosa que no hacía muy seguido pero era lo que le permitía pensar con tranquilidad y en cierta manera calmar los terribles dolores de cabeza que lo atormentaban constantemente. Carlo odiaba cuando su hermano volvía a respirar el venenoso humo del tabaco, simplemente odiaba que se hiciera daño de tal manera pero no podia hacer nada pues el también tenia sus propias malas mañas.

El lugar se encontraba sumergido en un silencio sepulcral, lo que permitió que se escucharán las risas de Toni y José afuera de la oficina.

-Pienso en hablar con un policía, se llama Agustín García y creo que él nos podría ayudar a darnos información sobre los hombres de traje -Salinas tenía su cerebro a mil, de verdad quería decir las palabras correctas para poder hablar con el policía junto a ambos chicos 

-¿Si es de confianza? - Preguntó Carlo dirigiendo sus verdes ojos a los del contrario para mirarlo con intriga pero a la vez con mirada de inocencia

-Es bastante corrupto, por dinero haría cualquier cosa -Hablo con simplicidad el abogado 

-Entonces hagamos ese trato. No me pienso arriesgar y mucho menos ahora que lo tengo en mi vida -Salinas escuchaba por primera vez la voz de Carlo así de  seria pero a la vez con un hermoso toque de amor

-Voy a llamar a García, así podremos hablar con él en un lugar tranquilo -Hablo Salinas mientras se levantaba de su silla e iba hacia su pequeño cuarto

Carlo igualmente se levantó y salió del despacho en busca de su amado,  cuando salió del lugar vio como el rubio de ojos azules estaba hablando tranquilamente con su trabajador de confianza envueltos en el humo del tabaco de ambas personas. Carlo se acercó con calma, y agarró del antebrazo al menor de los tres para sacarlo de la burbuja en la que se encontraba. Toni solamente se sorprendió ante el repentino acto, dirigió sus ojos a los del contrario para dedicarle una mirada de confusión y sorpresa, cosa que también demostraban los ojos del Colombiano.

-Ya no estas enojado? -Preguntó con una bonita curvatura en su labios el Gambino mayor

-No, pero me sigue molestando que no te quieras hacer notar -Hablo Toni con falso enojo

NUESTRO AMOR - *CARLONI*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora