Me encontraban desayunando mientras que miraba por la gran ventada de mi piso, el cual se ubica a unas cuantas calles del Camp Nou.
Llevo viviendo en este lugar durante casi un año, mis progenitores viven en Madrid en donde me crie, mi madre es de Doncaster, Inglaterra, en cambio mi padre nació y creció en Madrid.
Vivir tan cerca del estadio tenía sus pros y sus contras, por ejemplo; cuando hay algún partido la calle es súper ruidosa y no puedo estudiar ni relajarme, lo bueno es que me encuentro a algunas futbolistas del Barça por los alrededores.
Cuando dieron las 21:00 de la noche salí de mi domicilio hacia el supermercado más cercano, el día anterior me había terminado el último paquete de Cacao en polvo.
- Perdone, ¿podrías indicarme en dónde está el supermercado más cercano? - preguntó educadamente un chico moreno con grandes ojos marrones, al verle a los ojos me transmitió una gran confianza.
- Yo ahora voy a ir hacia uno, si quiere podemos ir juntos - le contesté intentando ser educada como el.
- Claro, es que llegue a Barcelona hace un par de días y estoy un poco perdido - dijo mirándome risueño.
- Me llamo Riley Castro, espero que te guste el paseo al supermercado - me presenté a los segundos.
- Yo soy Pedro González, pero todos me llaman Pedri - se presentó sonriente nuevamente.- No sé si me va a gustar el paseo pero por ahora la compañía si - añadió a los segundos, dejándome con una pequeña sonrisa.
- Pues, el supermercado más cercano está a unos tres minutos caminando - dije evadiendo el comentario.
- Bien, tres minutos con la chica evita cumplidos - bromeó caminando a mi lado.
- Y dime Chico cumplidos, ¿Qué te trajo a Barcelona? - pregunté con curiosidad.
- Chico cumplidos, me gusta - dijo para sí.- Me trajo el fútbol, me ficharon en el Barça - respondió mi pregunta, se notaba que estaba orgulloso.
- Chica evita cumplidos, ¿En donde vive? - preguntó, dejándome un poco sorprendida.- Es para saber si te voy a ver más por aquí - se explicó a los segundos.
- Vivo a unas calles de aquí, seguramente nos vamos a encontrar muchas veces más - dije mirando hacia el gran cartel luminoso del supermercado.- Ya llegamos a nuestro destino, Chico cumplidos - dije entrando por los largos pasillos del supermercado.
- Espero verte pronto Chica evita cumplidos - dijo acercándose a mí y dándome un beso en la mejilla.
Cuando desapareció de mi vista, empecé a buscar lo que tenía que comprar. Terminé metiendo en el carro el doble de lo que quería y comida basura, después de estar unos dos minutos buscando que pizza comprar fui hasta la caja.
No pude evitar mirar lo que compraba el chico de delante de la cola, este había comprado diferentes frutas y algunas barritas de chocolate.
De repente el chico se giró para poner el carro en su debido sitio, en ese instante me di cuenta que era el Chico cumplidos, el al percatarse que era yo ensanchó su sonrisa.
- Creo que el destino nos quiere juntos Chica evita cumplidos - dijo unos segundos después de verme.
- Chico cumplidos, creo que te equivocas porque nos íbamos a ver si o si, está es la única caja abierta - expliqué mirando a la pareja de ancianos que estaban guardo lentamente los alimentos en una bolsa.
- No le quites la magia - dijo intentando estar serio.
- Te estaba ayudando a ver la realidad - dije al instante.
- Algunas veces es mejor imaginarte la realidad que verla, Chica evita cumplidos - dijo mirándome con una mueca.
- Esa frase es muy bonita y realista - dije sincera.
- Por eso es una de mis frases favoritas - dijo y a los segundos añadió.- Al parecer, vamos a terminar teniendo cosas en común- dijo sonriente.
La voz de la cajera del supermercado nos hizo acabar nuestra conversación, después de unos minutos pagué toda mi comida.
- ¿Quieres que te acompañe a ir a tu casa que ya son las 22:00? - preguntó agarrando una de mis dos bolsas.
- Si quieres - respondí simple saliendo del supermercado junto al chico.
- Claro que quiero - dijo al instante, mirándome risueño.
Estuvimos hablando durante el camino sobre ridiculeces, como había dicho el Chico cumplidos teníamos muchas cosas es común.
- Aquí es dónde vivo - dije señalando la fachada del edificio.
- Esta bonita - comentó viéndola.- Yo creo que me tendría que ir ya, aunque si tú quieres me quedo contigo comiendo una de las pizzas que compraste - dijo apoyándose en la puerta del portal que había sido cerrada.
- Chico cumplidos, espero que te guste mi piso y la pizza margarita - al escucharme sonrío ampliamente.
El chico y yo subimos a mi piso, el trayecto en el ascensor se basó en él contándome sobre su carrera siendo futbolistas.
- Este es mi piso - dije al abrir la puerta y encender las luces.
- Tienes buen gusto, Chica evita cumplidos - dijo al ver el interior de mi hogar.
- Ya lo se - dije sonriendo levemente.- Vamos a calentar la pizza - añadí a los segundos, al escucharme se levantó y fue hacia la cocina.
- Sabes, nadie se creería todo lo que me ha pasado bien - dijo metiendo la pizza en el horno.
- ¿Que te ha pasado hoy? Sin contar lo del supermercado - pregunté curiosa apoyándome en la encimera que estaba situada en frente del chico.
- Pues hoy por la mañana me perdí en el Camp Nou, también llegué tarde al almuerzo que habían organizado los jugadores del Barça por mi incorporación en el equipo - dijo con una mueca en su boca.
- No me jodas - dije riéndome.- Llegaste tarde al almuerzo que habían preparado por tu incorporación - añadí a los segundos.
- Ha sido un día de mierda - dijo riéndose.- Lo único bueno es que conocí a la chica evita cumplidos - añadió a los segundos con su típica sonrisa.
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