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Quería irse a su casa, ponerse ropa cómoda y dormir abrazado a su gato hasta que fuera la hora de cenar. Quizás hasta se saltaba la cena y solo se dedicaba a dormir con su gato hasta el otro día.

Pero sabía que no podía hacerlo, ya era un adulto y debía comportarse como tal o eso era lo que siempre le decían.
Debía realizar las dos clases que le quedaban, enviar varios correos y devolver algunos libros a la biblioteca. Después de eso podría dejar atrás toda responsabilidad de adulto y encerrarse en su departamento.

Había estado ignorando a su novio desde hace dos días. No había vuelto a pisar la oficina y todo el tiempo que tenía libre lo pasaba en la cafetería o en la biblioteca.

No quería hablar porque sabía que debía seguir enojado, sabía que no podía permitir que lo dominará para tener relaciones sexuales, sabía todas esas cosas.

Pero aun así también era consciente de que si el hombre llegaba a buscarlo le hablaría bonito, traería algún regalo o lo llevaría a cenar. Y estaba seguro de que volvería a sus brazos otra vez. Ya había pasado tantas veces que ya ni las contaba.

Seokjin no era ciego o tonto. Estaba enterado que toda su familia estaba en contra de su relación. Los primeros meses pensó que nadie lo comprendía, que sólo le decían esas cosas porque lo veían como un niño aún y porque Soo-ah era mayor. Paso meses y meses en que discutió con cada integrante de su familia salvando una relación que quizás no tenía sentido defender.

Porque sí tenía algo claro era que el hombre lo manipulaba, que cuando hacía algo mal le gritaba y que no le gustaba que saliera con él único amigo que le queda o quedaba. Habían pasado meses desde que no hablaban, Seokjin simplemente dejo de responder y su amigo simplemente de aburrió de preguntar.
Había visto lo suficiente series, películas y hasta lo mismo que pasaba a su alrededor para saber que eso no podía ser algo bueno.
Sabía que no era normal de una relación que las cosas fueran así.

Pero no podía dejarlo, lo había intentado en el pasado y siempre parecía volver con él.

Soo-ah era el único que lo quería sin importar sus defectos y Seokjin sabía que eran muchos, el único que lo había ayudado cuando estuvo mal económicamente, le había enseñado como se maneja el mundo académico y cuando Seokjin estuvo destrozado él fue el único que siguió a su lado y no le dio la espalda.

Por lo mismo se le hacía tan difícil dejarlo. Y habían veces en que temía en que quizás su destino era estar juntos por siempre. Quizás Soo-ah era el hombre que merecía.

- Hola profesor Kim - era Jung Hoseok quien lo sacaba de su ensoñación que estaba parado frente a la mesa en la que estaba sentado Seokjin.

- Hola joven Jung - desde que lo había ido a buscar a la oficina de Kang el amistoso chico lo saludaba o le brindaba una sonrisa en cada momento que lo veía. Solo el día de hoy ya era la segunda vez que lo saluda.

- No lo quiero molestar mientras toma desayuno - el chico era adorable y energético una mezcla que a Seokjin le parecía de lo más exótica - pero saque este libro y me preguntaba si usted lo había leído y cree que me sirva para el trabajo del señor Kang - Seokjin era el encargado de hacer los talleres de su novio y también del señor Lee. Sabía y había leído casi todo los libros que fueran necesario para este semestre y el próximo. Por lo mismo al ver la portaba supo de inmediato que el libro estaba algo alejado de lo que realmente necesitaba.

Por un momento pensó en fingir que no conocía el libro y lograr que el chico se diera cuenta sólo de que no le servía.

Y lo iba a hacer hasta que al último momento cambió de idea - no te sirve, habla del tema, pero de manera superficial - era su buena acción del día, le había ahorrado al chico un montón de lectura innecesaria.

- Gracias señor Kim - le agradecía haciendo reverencias al chico - lo invito a un café, como muestra de agradecimiento - se ofrecía comenzando a sacar su billetera del bolsillo.

- No es necesario Jung... Además se vería extraño que reciba algo de un alumno - lo que menos necesitaba ahora eran rumores de amistad o algo más que amistad con alumnos.

- Sí, toda la razón Profesor Kim - hablaba sonando avergonzado el alumno y sus disculpa se vio interrumpida por otro de sus alumnos que venía con un café en su mano.

- Hobi, Hobi, Hobi - le gritaba cuando estaba a unos pasos y cuando Jung Hoseok se daba vuelta agregaba - es hora de bailar - le decía Jeon Jungkook el chico que tenía un problema con llegar puntual a sus clases.

- Profesor - lo saludaba el recién llegado. Borrando la sonrisa de su rostro y colocando uno de sus brazos sobre los hombros de Jung.

- Jeon - correspondía el saludo e iba fingir que respondía un mensaje en su celular cuando Jung Hoseok volvió a decir.

- Gracias de nuevo profesor - El chico volvía agradecer apretando el libro entre sus manos - Kook acompañe a la biblioteca antes debo devolver este libro - y Seokjin miró la hora en su celular aún le quedaba varias horas para su próxima clases, su novio lo seguía llamando y mandando mensajes y todos los libros que tenía ya los tenía más que aprendidos.

- Me lo puede dejar a mi - se lo pedía al joven. Y la verdad el libro no era entretenido ni nada parecido, pero por lo menos era algo que no tenía releído varias veces y que hasta podría citar lo que dicen los autores como le pasaba con los libros que tenía en su mesa - tengo un par de horas y me gustaría algo de lectura ligera, después lo devuelvo a la biblioteca - el chico ya se lo había tendido en el primer momento sin decir nada, ni cuestionar sus lecturas.

Pero no pasaba lo mismo conJeon que preguntó - ¿Eso es ligero? - hablo casi con burla en su voz y Seokjin no se perdió el codazo que le pego en el abdomen el más joven para que guardará silencio.

- Lo siento - se disculpo el chico cuando se dio cuenta de que lo había dicho en voz alta y agregó nervioso - soy más de novelas - pudo escuchar como Jung agregaba en voz baja tu no lees nada Jungkook.

- Hora de bailar Kook - hablaba el alegre chico rompiendo el momento algo incomodo y agarro del brazo a su amigo - no queremos llegar tarde - añadía dando unos pasos.

Y Seokjin no pensó cuando agregó descuidadamente - el Señor Jeon no suele llegar tarde - en su mente se tiro de un quinto piso, pero su expresión por fuera intentó no verse alterada.

- La última vez usted llegó tarde - respondía el chico y camino alejándose del lugar dejando a su amigo con la boca abierta.

Teach Me ( KookJin)Where stories live. Discover now