Donde Hwang Hyunjin descubre quién es su destinado, pero no quiere aceptarlo. ¿Cómo podría siquiera acercarse a ese bonito Omega castaño sin terminar con una patada en sus huevos y una orden de restricción?
-¡Maldita Diosa Luna! ¡¿No podías simpleme...
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Narrador Omnisciente Si Hyunjin antes estaba enamorado del omega, ahora estaba completamente rendido a sus pies.
¿Era acaso la voz de un ángel lo que escuchaba? ¿Ese chico de voz tan dulce como la miel era de verdad su omega, su pareja, su luna? Hyunjin quería rendirle un homenaje y presumirle al mundo que era el alfa más suertudo de toda Corea, y muy probablemente, del mundo.
Irónico si tomamos en cuenta el que semanas antes estaba maldiciendo su suerte por emparejarlo con un omega agresivo siendo él un miedoso de primera.
Pero ahora todo aquello estaba atrás, el alfa miedoso había caído rendido a los pies del omega karate-kid con voz de ángel.
¿Y la mejor parte? Que le estaba cantando a él, y a nadie más que a él.
"Sé mi único Así, respondiendo por el nombre con el que quiero llamarte, Toma mi mano y caminemos juntos Incluso en las noches lluviosas, Y en los días solitarios, Tiñe mi ser de tus colores brillantes Prometo que seré mejor, si sigues estando junto a mí así Ahora lo creo Lalalalalala canto esta canción Ahora junto a ti, a quien busqué y busqué y busqué mientras vagaba My, oh my, oh my, oh mi amor Sé mi único amor"
Sólo quería tomar el micrófono lejos de él y comérselo a besos ahí mismo, ¿cómo podía atreverse a cantarle esa canción y esperar que se quede tranquilo escuchándolo? Cuando estaba haciendo a su corazón volcarse y a su estómago sentir cosquilleos de esa forma... Hyunjin no podía resistirse ante la dulzura que era Kim Seungmin, después de todo, Hwang amaba lo dulce.
Y apenas Seungmin terminó la canción, sentándose a su lado exhausto por las notas altas, el pelinegro no pudo contenerse más. El mayor tomó el lindo rostro del omega entre sus manos, acercándolo a él y uniendo sus labios apasionadamente; queriendo transmitirle todo el cariño y amor que su canto le había hecho sentir.
Seungmin jadeó sorprendido, quedando atrapado entre el sillón y Hwang, quien no estaba dispuesto a soltarlo, no pronto al menos.
Ni siquiera los aplausos y la voz de la máquina anunciando un "100" de puntaje logró sacarlos de su burbuja, sus labios compartiendo una danza que tan sólo ellos dos conocían en ese cuartito, las luces de colores que flotaban tenuemente siendo la única iluminación en el lugar sólo logrando hacer el momento aún más mágico para ambos. . . . —No puedo creer que nos pasamos la media hora así...— suspira Seungmin, sonrojado hasta las orejas mientras sale del lugar tomado de la mano con el mayor, quien rió tímidamente.
—No recordaba que habían cámaras hasta que ví la mirada que nos dio el recepcionista.— añade el alfa, aclarándose la garganta nervioso, Seungmin no pudo evitar reír al escucharle. —Creo que nunca más podré volver a entrar ahí...
