Capítulo 08

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—Deberías regresar a casa, Jihoon. –sugirió su abuela. Ambos se encontraban en la salida del hospital. Su abuela tenía que regresar a su casa para descansar por haber pasado toda la noche en el hospital. Jihoon la había acompañado a la salida para poder despedirse de ella.– Tu padre debe estar trabajando a esta hora, deberías ir a bañarte y comer algo. No te mal pases, ¿de acuerdo?

—No te preocupes abuela, iré en cuanto pueda. –ella tomó las manos de su querido nieto para acariciarlas. Él en respuesta tomó las manos de ella para dejar un pequeño beso.– Cuidate.

Jihoon vio cómo su abuela iba de regreso a casa. Hasta que la dejó de ver decidió entrar adentro con su madre y hacerle compañía. Por un buen rato estuvo revisando la hora en el reloj del hospital mientras estaba sentado a un lado de la camilla de su madre. Estaba algo nervioso e impaciente; había decidido ir a casa a poder relajarse un rato. No obstante, el miedo paralizó su cuerpo por varios minutos. Sabía que entre más tarde se fuera era más probable de encontrar a su padre en casa.

Se armó de valor, se puso de pie y avisó que saldría a su casa por algunas cosas para regresar más tarde. Caminó hacia su casa aunque sentía miedo, lo hizo a pesar de que sus manos temblaban. Tan solo estaba confiado en que su padre no estaría en casa debido a que nunca había hecho falta a su trabajo. Eso le daba la confianza necesaria para caminar a su casa. Estando a unas cuantas cuadras de su casa comenzó a sentirse inseguro. Detuvo el paso, quería regresar al hospital o en dado caso a la casa de Soonyoung. Pero ya era demasiado tarde para retractarse y regresar.

Volvió a caminar pero ahora con pasos más lentos de lo normal. No parecía haber nadie a los alrededores; eso le provocaba temor en dado caso de que su padre estuviera en casa. Se detuvo por fin frente a su puerta, y con la mano temblando abrió la puerta. Para su sorpresa no había nadie. Entró despacio para no hacer demasiado ruido, no parecía haber señales de su padre. Cerró la puerta detrás suyo. Subió al segundo piso, revisó las habitaciones. Tampoco parecía que alguien estuviera anoche en su casa.

Sus nervios se habían ido por completo. Dejó soltar un suspiro que lo liberaba de la presión que tenían en su cuerpo. Decidió en ese momento poder tomar una ducha, tenía suficiente tiempo de sobra antes de que su padre llegará. Iba a mandar un mensaje a Soonyoung pero decidió hacerlo después de tomar un baño. Además de que su celular se estaba quedando sin batería. Tomó alguna de sus ropas entre sus manos, y entró al baño. Cerró con seguro creyendo que era demasiado paranoico. Sin embargo, no podía confiar demasiado.

Se desvistió por completo dejando la ropa en el cesto que se encontraba en esa habitación. Abrió las llaves de la regadera esperando a que el agua se entibie un poco; ingresó una vez estuviera lista. Disfrutó de la ducha porque el agua hacía relajar su cuerpo. Recorrió con su mano su abdomen hasta llegar a un hematoma que se encontraba ahí desde hace algunos días.  Daba gracias que era una zona no visible, o recibiría el mismo sermón por parte de Wonwoo cada vez que veía algo similar.

Los recuerdos de aquella noche comenzaron a atacar. De nuevo su padre estaba molesto por algo que no comprendía. Su madre intentó evitar que aquel hombre llegara a tocar a su hijo. Así que el hombre la tomó fuerte de las muñecas, la apartó del camino para poder darle una lección como él decía. La mujer recibió varios golpes, sus gritos se escuchaban por toda la casa, aquello hizo que Jihoon se alarmara y corriera a ayudar a su madre. Su padre al ver a Jihoon cerca lo empujó para que no se metiera en un asunto que no le importaba. El hombre se enfureció más, terminó por hacer que la madre de Jihoon se estrellara con el suelo provocando aquella contusión.

Esa noche su padre había huido, lo único que podía hacer Jihoon era llamar para que lograrán llevarse a su madre al hospital. Luego se puso en contacto con su abuela contándole todo lo sucedido. Aquella mujer fue corriendo a visitar a su hija y a su nieto. Ese hombre que se hace creer ser el esposo de su hija tenía que pagar las consecuencias, pero no podía hacer nada aún.

El color de la vida - SEVENTEEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora