00 ¦ My heart is beating the same

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Final alternativo pq sí.

Cuando Keisuke apareció en la casa de Chifuyu en la madrugada, cubierto de sangre y heridas graves, el rubio no supo como reaccionar. Se quedó paralizado frente a él, con la sangre completamente helada y una mirada de horror.

—¿Qué mierda te pasó? —fue lo único que atinó a decir.

—Un grupo de idiotas me interceptaron afuera de la estación, ya les había dado una paliza antes y querían vengarse —le explicó —. ¿Puedo pasar?

Chifuyu se hizo a un lado para dejarlo entrar. El azabache ingresó a la sala de estar, mientras que el menor cerraba la puerta con el mayor cuidado posible para no meter ruido.

—Vamos a mi habitación —le dijo—. Mis padres están durmiendo y no quiero despertarlos.

Keisuke asintió, siguiendo los pasos del rubio.

Ambos fueron directo al cuarto de Chifuyu y se mantuvieron en completo silencio. El menor no sabía cómo iniciar la conversación, mientras que Keisuke temía hacerlo.

Se sentó en la cama del rubio, esperando a que este buscara las cosas para ayudarlo a curarse. Esbozó una pequeña sonrisa mientras le daba leves caricias a Peke J, el gato comenzó a restregarse contra él de inmediato, haciendo reír a Keisuke.

Chifuyu volvió dos minutos después, con un par de cosas en sus manos. El azabache puso su completa atención en él.

—Apenas amanezca iremos al hospital —le advirtió—. No voy a permitir que te quedes así.

—No es necesario, estoy bien.

El rubio lo miró, con el ceño fruncido.

—No estás bien —lo regañó, mojando un paño con agua—. Vamos a ir al hospital a primera hora de la mañana, pero primero tienes que contarme qué mierda fue lo que te pasó —ordenó.

—Ya te lo dije —se quejó cuando Chifuyu comenzó a limpiar la sangre de su rostro—. Cuando volvía de la estación, se me acercaron un par de idiotas a los que había golpeado antes y seguían molestos.

—¿Cuántos eran? Exactamente —inquirió, terminando de limpiar los rastros de sangre seca.

Torció la boca cuando vio que el rostro de Keisuke estaba repleto de cortes y heridas, además de tener un par de zonas de un tono violeta bastante preocupante. Sabía que el mayor le tenía una gran fobia a los hospitales, pero lo arrastraría a uno de ser necesario.

Tomó un pedazo de algodón y lo untó con un poco de alcohol.

—Tres —le respondió sin más

—Tres no son "un par".

Keisuke lo miró mal.

—Creyeron que me habían matado e iban a huir, pero soy invencible —se encogió de hombros—. Les di una lección apenas pude volver a ponerme de pié.

—¿Y por qué viniste tan tarde?

Si sacaba bien las cuentas, todo había ocurrido al rededor de la una de la tarde, por lo que habían pasado casi catorce horas de ello.

—Porque fui a mi casa a dormir un rato y decidí venir apenas desperté.

Chifuyu se aguantó las ganas de lanzarle un manotazo por la estupidez que había cometido.

—Debiste llamarme —gruñó—. Estás para la mierda, pudiste haber empeorado en todo ese tiempo.

—No quería molestarte.

Faces • Bajifuyu ¦ ✔Where stories live. Discover now