|CAPÍTULO 1|

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Como ya era costumbre, y por ley tenía que empezar mi primer día con el pie izquierdo, entré al campus de la preparatoria Cadnes, 15 minutos tarde.

Busqué por todos lados algún estudiante que pudiera ayudarme a llegar a mi salón de clases, pero fue inútil, no había casi nadie fuera de sus aulas, a excepción de unos cuantos chicos desperdigados por el campo, a lo cuales parecía no importarles mucho su asistencia, obviamente no iría tan lejos sólo para pedir ayuda, perdería más tiempo, los terrenos del campus eran realmente enormes, sería fácil perderse.

O al menos lo sería para alguien nuevo como yo.

La preparatoria Cadnes es una de las más prestigiosas de América, y no cualquiera entra a menos de que seas becado, la mayoría de los alumnos allí son de familias numerosamente ricas. Empresarios, Gobernantes, Mafiosos, en ese lugar no juzgan el trabajo, lo importante es el prestigio de las familias.

Mi caso no era muy distinto al de la mayoría de los estudiantes ahí, mis padres eran unos respetados empresarios a nivel mundial.

En fin, después de muchísimo caminar por los pasillos de aquel impresionante instituto pude por fin dar con la puerta con el mismo sello y grupo de mi materia. Toqué con los nudillos tres veces y alguien en el interior respondió.

—Adelante.

Abrí la puerta con cuidado y asomé la cabeza sigilosamente, como si de esa forma pudiera evitar que todos se dieran cuenta de mi obvia impuntualidad.

— ¿Usted es? —Preguntó una profesora de anteojos con armazón negra y cabello teñido de rojo.

—Emma Thompson — Respondí lamentándome al instante de haber sonado tan insegura.

La profesora no dijo nada y volvió su mirada hacia la tabla de apuntes que sostenía entre sus brazos.

Hizo un gesto de estar pensando mientras paseaba sus ojos azules por aquella tabla, mientras yo me empezaba a morir de los nervios con las miradas de todos los estudiantes sobre mí.

Bueno, casi todas las miradas.

—Eres nueva —Habló después de unos segundos más— ¿Si sabes que la hora de llegada era 20 minutos antes? —Preguntó con un tono de molestia y cansancio.

— Ah, sí, es sólo que tuve problemas para encontrar el aula.

—Jhm. —Se quedó observándome de pies a cabeza durante unos segundos, mismos que a mí me parecieron eternos, y finalmente habló—. De acuerdo, pasa.

Obedecí a su orden y entre por completo en el aula de Química. Y si antes estaba de los nervios, ahora lo estaba mil veces más. Las miradas de casi todos los estudiantes estaban sobre mi y las podía sentir estudiándome desde las punta de los pies hasta la coronilla de la cabeza. ¿Qué ahí nadie disimulaba?

—Tome asiento al fondo, en el centro —Me indicó— Jacob, quita tu mochila del pupitre para que se siente la señorita Thomson —Le indicó la profesora a uno de los estudiantes, el cual no supe quién era sino hasta que vi a alguien mover su mochila y hacerse unos centímetros más al lado.

Tomé asiento y dejé mi mochila sobre el suelo, recargándola en mi silla.

Me giré hacia el chico y este parecía estar evitando voltear a verme o tener algún tipo de comunicación conmigo.

—Hola —Le solté para ver cuál sería su reacción.

No fue la gran cosa, sólo volteo lentamente, me sonrió con timidez y contestó.

—Hola

—Soy Emma. Pero mis amigos me llaman Emma, tu puedes llamarme Emma —Quise ser graciosa.

Sí, bueno, lo de ser graciosa no va contigo Reina, ya olvídalo.

Calla.

El chico pareció no darse cuenta de que bromeaba y me miró por unos segundos como si estuviera loca o algo por el estilo. Pero al final relajó su rostro y me sonrió.

Bien, alguien también es algo tardado.

—Un gusto, Emma, soy Jacob.

—Que nombre tan original.

El chico pareció haberse ofendido porque borró rápidamente su sonrisa. Y entonces me di cuenta de que mi comentario había sonado un poco demasiado sarcástico.

—Oh no, no era sarcasmo, si es lo que pensaste —Me apresuré a decir— de verdad me parece un nombre muy original, es... Bonito —Confesé ya un poco apenada.

Gran inicio, Emma, así se hace

Jacob no dijo nada, sólo me sonrío de nuevo indicándome que entendía, y se volvió a girar para poner su atención de nuevo en la profesora de cabello teñido de un rojo muy feo.

Yo hice lo mismo, ya sin los mismos ánimos que tenía al tener mi primera charla. Me hundí en mis pensamientos por un largo rato para poner atención sólo a los últimos 10 minutos de la aburrida clase de Química.

Al terminar la clase, todos salieron rápidamente y yo comencé a guardar las cosas en mi mochila.

Pero antes de irme me dirigí a Jacob

—Jacob, amm, ¿crees que puedas ayudarme a conocer la escuela? —Pregunté con algo de pena, realmente necesitaba poder conocer ese gigantesco campus.

Jacob abrió la boca para contestar, pero no fue capaz de decir nada a causa de otro chico que se posó frente a mí, haciéndolo a un lado.

—Hola... ¿Emma? —Asentí— Hermoso nombre, soy Tyson, un placer —Estiró su mano derecha hacia mí para saludar. Yo lo miré por unos segundos, luego su mano, y luego a Jacob que parecía estar mirando a Tyson con cansancio.

Tenía que admitirlo este chico, Tyson, era demasiado lindo, su piel era blanca —Ligeramente bronceada— ojos verdes, cabello castaño rubio y un corte marcado de los lados y más largo de arriba, era de complexión grande, mucho, y la ropa que llevaba puesta no le sentaba para nada mal, al contrario, era ajustada y suelta en las partes correctas.

Me quedé embobada con su silueta por unos segundos. Pero me di cuenta, sacudí la cabeza y pestañee varias veces para salir de mis pensamientos y volví a la realidad.

Pude ver como Jacob se colocaba su mochila en el hombro y al alzar su vista hacia mí, me dedicó una sonrisa y asintió con la cabeza. Yo hice lo mismo y se marchó.

Volví mi atención a Tyson y le tomé la mano en forma de saludo.

—Un gusto, Tyson.

—Oye, me preguntaba si necesitabas ayuda, ya sabes, esas cosas como los recorridos por el campus o con alguna materia. Yo puedo ayudarte con gusto —Se ofreció.

Uuh, no es mala idea.

—Emm, ¿No tienes problema con eso?

—Por supuesto que no —Respondió regalándome una sonrisa. Una hermosa sonrisa.

—De acuerdo.

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Notita:

Hice los capítulos más cortos, me dio pereza hacérselos tan largos, espero que no tengan problema.

Besos <3

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora