Una cita para Mina.

02. Segunda Cita.

Aquí estaba, sentada en la cafetería de nueva cuenta. Esperando a que su cita llegara. Cita que por cierto ya tenía diez minutos de retraso y Mina sentía que no tenía la suficiente paciencia para seguir aguantando. Momo le daba miradas de vez en cuando, como si estuviera asegurándose de que no se fuera a escapar, cosa que no le sorprendería pues sabía que la chica hacía todo lo que Nayeon le pedía.

—Hola. ¿Puedo tomar tu orden o aún quieres seguir superando?— La otra mesera se acercó a preguntar de nuevo, Mina era una persona muy observadora, por lo que pudo ver que la chica tenía por hombre "Eunha", y si bien recordaba, solía verla todas las mañanas en clase de Jihyo.

Eunha mantenía una sonrisa amable y unos ojos cálidos, tenía que admitir que ella era realmente hermosa. Mina pensó que si ella no estuviese en espera de otra persona, tal vez podría invitar a salir a la mesera, pero eso tampoco podría ser posible, porque Eunha ya salía con alguien y lo último que Mina quería era problemas con Sowon.

—Solo dame cinco minutos más, por favor— Murmuró, avergonzada por encontrarse en esa situación. Eunha solo le sonrió y asintió, marchandose a la siguiente mesa.

¿Quería matar a Nayeon? Claro que quería hacerlo, pero quería matarse más a ella misma por haber aceptado venir y pasar la peor vergüenza de su vida. Suspiro nuevamente, ya habían pasado quince minutos y no había ninguna señal de Jung Jinsoul, por lo que decidió que era hora de irse a su casa. Y ese era el plan, pero un par de risas bastante conocidas le hicieron detenerse, sentada a tres mesas más lejadas de la suya se encontraba Somi junto a Chaeyoung, su ex novia.

Ambas parecían felices y enamoradas, con Somi acariciando las mejillas de Chaeyoung y sacándole las sonrisas más brillantes que Mina jamás había visto en su vida.

Sintió su mundo venirse abajo en ese momento, se quedó congelada y sin saber que hacer.

—¿Mina?— La vocecita de Momo se escucho junto a ella—. ¡Mina!— Otra vez exclamó la chica, fallando por completo en llamar su atención.

Junto a Momo se encontraba Dahyun, quien también miraba hacia la pareja.
Una amarga sensación se apoderó de ella al ver lo mucho que Mina parecía estar sufriendo. Y por más que ella amara a Chaeyoung por ser su mejor amiga, también sentía ganas de ir y romperle la cara por restregarle su relación en la cara a la japonesa. Sin embargo no lo hizo, tomó aire y se acercó hasta quedar frente a Mina.

—¿Hola?— Preguntó, obstruyendo el campo de visión de la mayor. Mina está vez si reaccionó, parpadeando un par de veces al encontrarse con una sonriente Dahyun y con una Momo muy confundida—. ¿Estabas por irte o puedo tomar asiento junto a ti? Dicen que los pasteles de este lugar son los mejores de la ciudad, me gustaría confirmarlo— Sin saber como, Mina terminó por tomar asiento junto a la chica que no paraba de hablar—. El café también es bueno, pero siempre he preferido el té. Pero el pastel no es buena combinación con el té. ¿O tu crees que si? Porque yo...

—Dahyun, callate— Momo había interrumpido a su amiga cubriendo con su mano la boca de la chica—. Hablas demasiado, me sustas a la pobre Mina— Se burló—. Iré por algo para ustedes. Y Dahyun, trata de no asustar a Mina o Nayeon me matara.

Momo se marchó en seguida, dejando en silencio a las dos chicas. Dahyun ahora no sabía que decir porque tenía miedo de asustar a Mina y que está saliera corriendo. Mina, por su parte, no tenía idea de qué decirle a la chica de brillante sonrisa y piel pálida, por una parte se sentía confundida de tener que lidia con ella de nueva cuenta, parecía que Dahyun estaba en todos los lugares que Mina pisaba, y si eso no fuera más extraño, la chica también era amiga de sus amigas. Pero por otro lado, sentía que tenía que darle las gracias por sacarla de su estado emocional y evitar que se rompiera frente a su ex novia y hacer el ridículo del año.