Cap 33: Libres al fin

8K 424 2
                                    

Por la mañana Hermione y Draco se despertaron agarrados el uno al otro en la cama. Bajaron al comedor donde, entre los alumnos de séptimo había cierto nerviosismo. Todos estaban revueltos, por lo que se sentaron con Blaise, Pansy y Ginny en una mesa aparte. La profesora McGonagall se acercó al atril del búho y comenzó a hablar:

-Queridos alumnos y alumnas de 7º año, pasen por favor de uno en uno a mi despacho para hacerle entrega de sus boletines de notas y los diplomas pertinentes. Espero que tengan su equipaje recogido porque, en cuanto termine la entrega de calificaciones, serán conducidos al expreso de Hogwarts en el que montarán por última vez- dijo conteniendo las lagrimas.

Uno a uno cada uno de los alumnos fueron pasando por aquel despacho enorme y lleno de retrato donde tantas veces habían visto a Dumbledore y ahora veían a McGonagall. Desde Gryffindor hasta Slytherin, pasando por Hufflepuff y Ravenclaw,  recogieron las notas. Todos eran despedidos por la directora y profesora con la que tantos años habían convivido. El último en salir de allí fue Draco. Hermione lo estaba esperando con una enorme sonrisa en la cara. El rubio le pasó el brazo por encima de los hombros y le besó el cabello.

-Herms, ahora es cuando de verdad empieza nuestra vida juntos.

Fueron a la entrada, donde Blaise y Ginny los esperaban para hacer su último viaje en el tren en el que tantas veces habían subido como enemigos. Buscaron un vagón vacío donde pudieran entrar los cuatro. Lo encontraron al final del pasillo. Se pusieron cómodos y empezaron a hablar de años anteriores, sin hacer mención alguna de todos los errores que habían cometido durante la guerra para no ahondar más en las heridas. La puerta del vagón se abrió y dejaron ver a Harry y a Ron quienes parecían no tener sitio donde sentarse.

-Perdón, no sabíamos que estaba ocupado- dijo Harry, quien, desde que se enteró del embarazo de Ginny, no había vuelto a hablar con ninguno de los cuatro que se encontraban en el compartimento. Él y Ron cerraron la puerta de nuevo, pero Draco se levantó y la abrió.

-¡Eh Potter! Venid con nosotros. Tenemos espacio de sobra.

-Draco, es que no me apetece estar con Ginny…

-Da lo mismo. Tú estás con Hermione y conmigo. Y si la comadrej… digo… Weasley acepta, también puede venir.

-Vale, de acuerdo- dijo el azabache- Ron ¿Te quedas?

-No, mejor me voy- dijo mirando a Draco a los ojos- No me gusta juntarme con la serpiente que me robó a mi leona.

-¿Tu leona?- gritó Draco- Ya no era tuya, así que no te quejes niñato.

El rubio entró en el vagón seguido de Harry, se sentó al lado de Hermione y siguieron el resto del viaje como si nada pasara, aunque se notaban ciertas miradas de tensión entre Harry y Ginny.

Llegaron al andén 9   y bajaron sus maletas. Era hora de decir adiós a aquel lugar.

-Bueno chicos- dijo Blaise cogiendo a Ginny de la cintura haciendo que Harry se enfadara- vida nueva- la besó- Dragón, esta noche fiesta en tu casa.

-¿En mi casa? ¿Y por qué no en la tuya?- dijo riendo.

-Porque en la mía están mis padres y no mola nada.

-Bueno, si Hermione quiere…- dijo besándole el cabello.

-Veeeenga, fiesta esta noche en casa- contesto Herms.

-Hermione, ¡Eres genial!- dijo Blaise- Eres la mejor cuñada que se puede tener.

Harry y Ron estaban apartados de los demás.

Cambios para nosotros, MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora