Capítulo 118: Nuevos inicios (1)

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Capítulo 118: Nuevos inicios (1)



Habían pocas cosas en la vida por las que Feng Dingbang actuaria precipitadamente. Básicamente, sus hijos y Hu Bai Ling. Ultimadamente la cuenta de Hu Bai Ling estaba especialmente arriba, demasiadas acciones tomadas sin pensar. La principal fue iniciar una relación con ella. Para cuando se dio de cuenta, ya la estaba arrullando en sus brazos y siendo el imbécil más feliz del planeta. Se había prometido que no cedería, que la mantendría alejada por su propio bien, que era lo mejor. Pero cuando beso su frente, tan tierna y delicada, y lo miro directamente, confesando que lo quería, después preguntándolo que si también la quería. Fue demasiado, solo pudo ser sincero, o tan sincero como sus palabras lo permitieran en ese momento.

Hubiera dicho más, mucho más, cientos de confesiones, suplicas y lamentos. Le hubiese jurado la vida y dado los cielos, si ella lo quisiera. Pero solo pudo copiarla, palabras tan simples, pero cargadas de tantas emociones.

No pudo decir que se arrepentía de su decisión, no con ella en sus brazos y amando cada segundo. Pero tenía miedo, estaba lleno de dudas y pesadillas que lo seguirían en la vigilia. ¿Había tomado la decisión equivocada? Jiang Chung no tardaría en ser eliminado, Gu Fang y su esposo ya no eran un problema, la familia de Hu Bai Ling tomaría su merecido, los gemelos se lo tomaron bien, incluso Hu Bai Ling estaba yendo a terapia para lidiar con su trauma. ¿Entonces que los detenía de intentarlo? ¿Qué daba tanto miedo?

Volver a equivocarse. Que por sus faltas ella volviese a salir herida, perderla de nuevo. Eso lo asustaba.

Pero que lo parta un rayo si no se sentía bien tenerla. Sus hijos, su esposa, todos juntos. Era maravilloso. Quería intentarlo, aprovechar esta rara oportunidad. Lo haría con miedo, caminaría a paso tembloroso por este camino nuevo, pero lo haría y lo amaría, tanto como durara. No, lo haría durar.

Pero entonces, tenía que atender un asunto primero.

Regreso de entre sus pensamientos justo a tiempo para escuchar la mandíbula de Jiang Chung dislocarse, el golpe de Nemo arremetiendo sin piedad.

Incluso Hu Bai Ling había sido capaz de distraerlo del momento para el que supuestamente había estado trabajando toda su vida. Simplemente increíble.

El anciano cayó al suelo con las manos atadas a su espalda, y tembló entre jadeos "Ya no más, por favor..." suplico.

"Eso es dolor, Jiang Chung. Lo has infligido en otros durante décadas sin arrepentimientos. Cuando decidiste empezar a utilizarlo también debiste mentalizarte para que algún día lo padecieras, ¿No crees?" dijo desde arriba, observando con indiferencia la escena que tenía en frente, un hombre patético suplicando piedad. El mismo hombre que alguna vez lo perseguía en pesadillas, ahora reducido a esto.

No era tan emocionante como lo fue en su primera vida, en donde incluso cayo de rodillas por la explosión de adrenalina y alivio. Ahora era simplemente un cabo suelto, uno fácil de eliminar.

Jiang Chung respiro pesadamente con la cara en el suelo de tierra, ni siquiera tendría la dignidad de un final limpio. El sudor, las lágrimas y la sangre le picaban los ojos. Su boca dolía tanto por los golpes que apenas si la sentía. Su boca estaba tan hinchada que apenas si se entendía lo que decía.

Nemo se agacho y puso la oreja cerca, soltando una carcajada justo después.

"Quiere que le disparemos, jefe. Como si se fuera a salvar tan fácilmente" sonrió con todos los dientes, lleno de malicia.

Feng Dingbang arqueo una ceja "¿De verdad quieres que te deje descansar?" hablo con simpatía, tan falsa y descarada como lo había sido el mismo Jiang Chung toda su vida "Oh, bien, podemos hacer esto. Te dejare en paz, ¿sí? Mis hombres y yo nos haremos a un lado" volvió a sonreír, suave como un león que ha decidido que está lleno de su presa "Después de todo, ya es momento de cederle el turno a otros"

Feng Dingbang se hizo a un lado, una mujer apareció entonces, cabello oscuro y muchos años de estrés en sus ojeras. Aun así sus ojos ardían en llamas.

"Le-Leticia..." logro armar la palabra.

"Me recuerdas, pero que honor" la mujer camino hacia el hombre. Feng Dingbang salió al mismo tiempo, solo dejando a dos de sus hombres como apoyo para Leticia. No interferirían, pero sin duda ella podía necesitarlos para algo. Además le gustaba la sensación que le daría al patético hombre. Leticia sería su Dios ahora, un Dios vengador. Pero si milagrosamente lograra vencerla, zafarse de sus ataduras y ponerse de pie, aun estarían esperándolo dos hombres mucho más grandes y fuertes, felices de acabar el trabajo inconcluso. No tenía escapatoria. Sin esperanzas, solo esperar lo que aguardaba por él.

Afuera llovía, hacia frio. Estaban en medio de la nada, un lugar que pronto se quemaría y se usaría como base para la construcción de un motel de paso, en sus cimientos quedaría el cadáver de Jiang Chung, sin que nadie lo notara jamás.

Dejo que la lluvia besara sus mejillas. En momentos como estos hubiera sacado su cigarrillo y disfrutado de dejar el tiempo pasar. Había renunciado al cigarrillo. No le gustaba la idea de volver a enfrentarse a algún tipo de cáncer, incluso si fuese él. Hu Bai Ling odiaría la idea. Había pensado en donar a la investigación del tratamiento contra en cáncer, quizás pueda ayudar de alguna manera.

No cigarrillos. En su lugar solo disfruto de la lluvia.

No volvería a meterse en este mundo, en el barro pútrido de la clandestinidad. Torturar y asesinar estarían en su pasado, muy, muy atrás. Si quería permitirse esta oportunidad, estar con sus hijos y Hu Bai Ling, debía detenerse. Había contactado con la oficina central de la policía. Encontró que estaban encantados con su oferta de unirse a ellos en otro tipo de clandestinidad, esta vez una más legal y con un beneficio general.

Las cosas iban a cambiar. No sabía cómo exactamente, pero ya había iniciado.

La lluvia siguió cayendo, pero él era ajeno a eso. Justo ahora estaba trazando su futuro, nuevas rutas a seguir, nuevos inicios, mejores para su familia.


La villana leyo la novelaWhere stories live. Discover now