Capítulo 11

68 12 1
                                    

Los gemelos se encontraban comiendo junto con su familia. Sus padres Demantenían una plática cómoda con su tercer hijo mientras los mayores se quedaban en silencio sin comentar nada al respecto. Wonwoo analizando la situación de sus dos mejores amigos, sentía que se había perdido algo. Por más que pensaba las cosas no llegaba a una explicación.

—Este fin de semana saldremos con la abuela. –Wonwoo se despertó de sus pensamientos al escuchar aquella frase.– Iremos porque el próximo fin de semana su padre tendrá un viaje de negocios fuera de la ciudad, ¿que dicen?

—Me niego.

—Tengo cosas que hacer.

Ambos hermanos mayores se negaron a ir, no tenían un buen recuerdo de ese lugar y cada vez que iban, era un momento para quedarse encerrados en su habitación sin decir nada, preferían eso a que su abuela comenzara contar cosas que no querían recordar. Su madre se molestó por el comportamiento de ambos.

—No es una pregunta. –dijo entre dientes.

Ninguno tenía la opción de decir que no, de vez en cuando su mamá proponía algo y los obligaba a convivir. Su cumpleaños es un gran ejemplo.

Durante toda la semana Wonwoo estuvo buscando una excusa para librarse de la salida familiar hacia la casa de su abuela. Por más que intentaba hacer algo, su madre adivinaba lo que planeaba y terminaba diciendo que no. Al final se encontraba empacando ropa para pasar un fin de semana con su querida abuela. En el fondo la amaba, era un hecho, de todos modos los recuerdos que tenía sobre ese lugar no eran lo más agradables. Daría lo que fuera por borrarlos de su mente.

Terminó de empacar todas sus cosas en la mochila, incluso el par de lentes que no usaba mucho. Puso la mochila entre sus hombros, y bajó al primer piso para terminar de esperar a su familia que seguía preparando todo para el viaje. Era demasiado temprano, alrededor de las siete de la mañana, apenas el sol estaba saliendo. Debía admitir que odiaba levantarse temprano un sábado, ni siquiera cuando se quedaba a dormir con Soonyoung o con Jihoon se levantaba tan temprano.

Veía a su madre y a su padre ir de un lado a otro preparando todo. A Chan dormido en uno de los sofás, y Hyunwoo no aparecía aún. Lo bueno del viaje, es que su abuela vivía cerca de un bosque donde se puede ir a caminar, lo malo, era que tenía que convivir con Hyunwoo por dos horas de camino. Tenía un plan para evitar aquello y era dormir con los audífonos puestos para ignorar cualquier palabra de sus progenitores.

—¡Es hora de irnos, Hyunwoo! –gritó su madre esperando que su hijo bajara. Pasaron tres minutos desde su llamado hasta que la puerta se abrió.– Deberías estar más animado, Wonwoo está listo desde hace un rato.

—Ya dije que tengo cosas que hacer. –murmuró evitando ser grosero.

—Las puedes hacer allá. –la mirada de su madre daba miedo cuando se lo proponía, Hyunwoo entró en pánico y no dijo nada. Por otro lado, Wonwoo miraba divertido la escena.– Bien, es hora de irnos, suban al auto.

Subieron todas las cosas, y luego subieron ellos. Wonwoo abrazaba su mochila como si la estuviera protegiendo. Los gemelos decidieron sentarse en cada lado del auto dejando al hermano menor en medio. Una vez listos partieron el viaje de dos horas, y Wonwoo pudo descansar durmiendo mientras escuchaba algo de música.

El viaje se pasó rápido. Habían llegado a la casa de la mujer que los esperaba con ansias. Wonwoo talló sus ojos para despertarse, y luego salir del auto junto con su familia. Su padre se encargó de bajar todo del auto. Chan parecía ser el único emocionado de los tres. Tan pronto como llegaron su abuela salió a recibirlos. La mujer mayor se encaminó directo con su nieto mayor tomándolo de las mejillas y darle un beso en esa zona.

—Mi querido Wonwoo~ –su tono era muy melodioso, apretó de forma ligera las mejillas de él. Wonwoo tenía que esperar a que su abuela terminara de hacer su ritual de bienvenida antes de poder escapar.– Has crecido demasiado, estás más alto.

—Gracias abuela, es un gusto volver a verte. –Hyunwoo a lo lejos se reía del sufrimiento de Wonwoo. Su mamá al verlo reírse lo obligó a acercarse con su abuela. Obedeció a su madre poniendo una cara de fastidio. Wonwoo se apartó y la mujer hizo lo mismo con él.

Después de la cálida bienvenida, Wonwoo entró a su habitación dejando las cosas a lado de su cama. Se apresuró a recostarse en ella y mirar el techo. Le hacía una gran nostalgia estar en ese lugar que era su casa. Porque sí, su familia vivía en casa de su abuela paterna debido a que su padre era hijo único. La mujer se había quedado sola poco después de que su hijo se casara, así que sus padres decidieron quedarse con ella para que no se sintiera sola. Hubo muchos inconvenientes que provocaron que la familia desertara hacía un nuevo lugar, y entre ellos, Wonwoo sentía que era su culpa; por eso mismo, odiaba regresar a este lugar.

La familia de la mamá de Wonwoo vivían cerca de donde ellos vivían actualmente, decidieron mudarse para allá debido a que estaban en una zona cerca de la ciudad. Sus tíos le habían recomendado la escuela donde estudiaban ahora y por eso mismo, sus padres aceptaron comprar una casa en esa zona. En parte estaba agradecido; nunca hubiera conocido a sus amigos de haberse quedado en casa de su abuela.

—Wonwoo. –vio a su padre ingresar a su cuarto. Tan pronto la puerta fue abierta fingió que estaba durmiendo, su padre sabía que no era así.– La abuela planea hacer limpieza, creo que te interesará salvar muchas cosas. –se levantó de mala gana, reconocía que no era una invitación.

Caminó hacía la sala principal donde había un montón de cajas en el suelo, algunos libros, cuentos, juguetes y cosas de valor para la familia. Chan estaba emocionado por encontrar algunos objetos que pensó se habían perdido con el tiempo. Wonwoo se acercó a una de las cajas, la tomó entre sus brazos y se puso en una parte de la habitación para buscar cosas. Escuchaba a lo lejos la platica de su madre y su abuela sobre cosas que sucedieron años atrás en esa casa, fingía no prestar atención pero la verdad es que escuchaba para saber lo que su madre decía de él; la mayoría de sus palabras eran hirientes.

Encontró varios objetos que le pertenecían y otros que estaba seguro que eran de su hermano. Algunos eran dibujos que había hecho cuando tenía menos de diez años, otras eran escritos hechos por él mismo, podía notar las faltas ortográficas que tenía; se le hacía divertido porque en ese entonces creía que eran cosas super fantasticas. Muchos de esos escritos describen sus aventuras con su hermano cuando eran niños, esa época donde no existía un preferido en su familia. Lo que nunca pensó encontrar en esa caja eran cartas de amor de una persona especial. Quería abrirlas y leerlas una vez más para recordar aquel primer amor que tuvo en la adolescencia, quería sentirse feliz. Las tomó entre sus manos rompiendo cada una de ellas, se acercó al bote de basura más cercano para tirarlas.

—Creo que esto te interesará. –había regresado para seguir ordenando cuando llega su padre dejando dos pares de libros a un lado de él.

—¿Qué es esto? –tomó cada uno de ellos revisando las portadas de cada uno.

—Son libros que tu abuela tenía por ahí, creí que te interesaba. –Wonwoo miró a los ojos a su padre sin saber qué decir.– Años atrás antes de que te quitaras los lentes te gustaba leer, ¿no?

—Eso es pasado. –apartó los libros de él dando entender que quería que se los llevara.

—Como quieras, deberías retomarlo.

Su padre lo dejó solo, volvió a ver cada una de las pastas de los libros, y sin que nadie lo viera los introdujo en la caja llevándolos a su habitación. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El color de la vida - SEVENTEEN Where stories live. Discover now