Saga de las crónicas de Narnia. (Caspian y tu)

Capítulo 10.

*Aixa pov*

Peter había intentado que el castor se acercara de manera pacífica a nosotros tratándolo como a un animal normal y corriente pero resultó que el castor podía hablar y tenía consciencia de persona. Así que, después de que Peter quedara en ridículo con el castor, el animal se me acerca.

-¿Aixa Pevensie? -Pregunta diciendo mi apellido como si le costara creérselo. Me acerco a él y me agacho para ponerme a su altura.

El animalito extiende su pata y me da el pañuelo que días atrás le di al señor Tumnus.

-Es el pañuelo que le di al señor Tum... -Empiezo a decir. Le iba a preguntar el por qué de que lo tenga él pero me interrumpe.

-Tumnus. -Finaliza por mi.- Él me lo dio antes de que se lo llevaran.

-¿Está bien? -Pregunta Lucy.

-Adentrémonos. -Dice el castor empezando a caminar hacia el bosque.

Sigo al castor  y cuando Lucy va a venir Peter la frena y después de una discusión entre Peter y Susan seguimos al castor. Caminamos por el bosque durante un rato y finalmente llegamos a la casa-dique que está construyendo con su esposa.

-Es una casa preciosa. -Le digo al verla más de cerca.

-Nada del otro mundo. -Comenta él de manera humilde restándole importancia.- Todavía tenemos mucho que hacer, pero cuando esté acabada quedará de miedo.

-¡Castor! ¿Eres tú? ¡Estaba muerta de la preocupación! -Dice una castora, que identifico como la señora Castor, saliendo de la casa.- Si vuelvo a saber que vuelves a irte con Tejón...¡Oh! -Dice al darse cuenta de nuestra presencia.- Pero si no son tejones. No pensé que llegaría a ver esto. Mira que pelos...¿No podrías darme 10 minutos? -Le dice al señor Castor en tono de reproche.

-Ni con una semana tendría suficiente. -Nos dice el señor Castor en un susurro, Susan y yo reímos pero Lucy y los chicos ponen cara de confusión.

Los castores nos hacen entrar a su casita, donde se está calentito. Todos nos sacamos los abrigos y los dejamos en un lado. Los castores intentaban disimularlo pero su vista no podía apartarse de mi marca, que ahora brillaba levemente. Los castores se ponen a hablar entre ellos sobre una profecía o algo así y al decirles que no sabemos nada sobre ella deciden contárnosla. 

"Cuando dos Hijos de Adán y dos Hijas de Eva junto con La Heredera de Narnia en los tronos de Cair Paravel estén sentados, los malos tiempos habrán acabado"

-Eso no rima. -Dice Susan algo confusa ya que normalmente las profecías suelen rimar.

-Lo sé pero...eso no es lo que importa. -Dice el Sr. Castor.

-Cuenta la antigua leyenda que dos Hijos de Adán y dos Hijas de Eva traerán de nuevo a Narnia a La Heredera, la Hija del mismísimo Aslan, derrotaran a la Bruja Blanca y devolverán la paz a Narnia.

-¿Y creéis que somos nosotros? -Pregunta Peter con sorpresa.

-Eso espero porque Aslan ya está armando a vuestro ejercito y además hemos oído que está ansioso por ver de nuevo a su hija.

-¿Nuestro ejercito? -Pregunta Lucy.

-Mamá nos a alejado de la guerra. -Comenta Susan.- No podemos ir a una ahora y menos aún dirigirla.

-Creo que os habéis equivocado. -Dice Peter mirando a los castores.- Nosotros no somos héroes.

-Somos de Finchley. -Dice Susan levantándose y cogiendo su abrigo.- Gracias por su hospitalidad pero tenemos que irnos.

-¡No podéis iros! -Exclama el Sr. Castor con desespero.

-Tiene razón. No podemos irnos, tenemos que ayudar a los habitantes de Narnia y al Señor Tumnus. Si queréis os podéis ir pero yo me quedo. -Digo de manera firme en un tono que demuestra que no cambiaré de opinión.

-Nosotros no podemos. -Me dice Peter para luego mirar a los castores.- Es hora de que volvamos a casa.

Lucy, Susan y yo nos ponemos de pie y es entonces cuando me doy cuenta de que Edmund no está.

-¡¿Ed?! -Digo preocupada saliendo de la casa.- ¡¿Dónde estás?!