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Ambos se quedaron así, sentados. Con la excepción de que en algún punto que ambos desconocen se tomaron de las manos, cayendo en un pequeño sueño. Tal vez por sentirse protegidos o acompañados, ambos sentían que no era correcto seguir con ese juego tan dulcemente doloroso, pero su razonamiento no le ganó a sus corazones. A las cinco de la tarde, ambos despertaron, Olivia unos cuantos minutos después también despertó.

-Luzu... quiero vestirme y cambiarme con tu ropa.- Susurro aún con la voz hecha pedazos. No quería vestirse con su ropa, sentía miedo, miedo a todo lo que le recordaba aquel acto y persona tan asquerosa.

-De acuerdo reina.- Acepto cariñoso, tratando de que Olivia se sintiera querida y en confianza, cosa que sucedió porque la rubia mostró la primera sonrisa, no duró mucho, pero fue un avance. Luzu la cargo y la metió al baño, sentándola en un pequeño banco. Auron espero afuera acomodando el cuarto y sacando la ropa que iba a utilizar. -¿Puedo?- Dijo, pidiendo permiso para quitarle la sábana.

-Si, pero me duele mucho Luzu. Aunque creo que puedo hacerlo yo...- No quería incomodar y ser una molestia, le dolía demasiado, pero pensaba más en Luzu que en si misma.

-No me molestas Olivia, te puedo ayudar en lo que quieras, si así lo quieres tú.- La chica asintió y soltó la sábana, dejando de hacer presión en sus brazos. El castaño sabía que esto le iba a doler más que las aplicaciones de electricidad. Le quitó la sábana, viendo moretones por todo su cuerpo, sus brazos rojos de la presión que Olivia hacía por el miedo. Se hizo de nuevo ese nudo en su garganta. -Oliv... perdón, lamento no haber estado ahí para detenerlo.- Susurro agachando la cabeza, sin una pizca de incomodidad pero si de culpa.

-No fue tu culpa, no quiero hablar de eso ahora, solo... solo quiero bañarme y sacar todo esto de mi.- Pidió con la voz aún más destrozada. Luzu asintió, la cargo y la llevó hasta la bañera, Olivia se quejaba unas cuantas veces, mientras Luzu se regañaba así mismo por hacerle más daño, tenía el mayor cuidado. Empezó a limpiar su cuerpo, dejó que Olivia limpiara las partes íntimas, aunque la rubia estaba en su propio mundo, preguntándose qué hizo mal. No hubo intercambio de palabras. Ninguno estaba listo para decir algo. Luzu se empeñaba en tener cuidado pero de limpiar cualquier rastro de lo qué pasó. Sentía que había mucho silencio.

-¿Estas bien? Deja de pensar en eso.- La llamo, mojando su pelo mientras hacía que el jabón resbalara.

-¿Tu crees que fue mi culpa? Yo... yo gemí Luzu, él dijo que lo estaba disfrutando.- Empezó a decir sollozando, con pequeños recuerdos cruzando su confundida cabeza. Se contuvo todo lo que le fue posible. Se sentía tan miserable de todas las maneras posibles

-Claro que no Olivia, no fue tu culpa. Fue una reacción natural de tu cuerpo, no lo disfrutaste. No puedes creerle a una persona que te hizo esto solo por placer.- Apago la llave del agua. -Se que te puedo dar el discurso de tu vida y que aún así tu mente seguirá torturándote. Te juro que encontrare la manera de que entiendas esto, y que entiendas que no fue tu culpa.- Prometió acariciando su mejilla. -Ahora necesito que descanses y sueñes cosas bonitas ¿Bien?- Olivia asintió. -Prométeme que no importa lo que llegue a hacer, tú te concentras en recuperarte.

-Luzu...

-Júramelo, Olivia, solo eso te pido, confía en mi.

-Te juro que intentaré recuperarme, sin detenerte.- Luzu asintió. Olivia no quería aquello, pero era inútil pelear con Luzu cuando ya se había propuesto algo. -Se una hija de puta hasta en tu peor momento...- Recordó.

-Se que fuiste valiente y fuerte, no dudo en que no me fallaste en eso, y tú tampoco lo dudes.

Luzu termino de limpiar y bañar a Olivia, la chica ya se sentía más relajada y tranquila, o al menos lo más que podía estar. El castaño salió por la ropa, viendo como Auron veía en la tele alguna serie o película pero sin verla realmente, su mente estaba en otro lado y se notaba por cómo movía los ojos, ni siquiera noto su presencia. Volvió a meterse, seco el cuerpo de la rubia, con mucho cuidado y delicadeza. Dejó que Olivia se pusiera su ropa interior y luego el la ayudo con la sudadera y pantalones holgados. Volvió a cargarla y salieron del baño, la acostó en la cama.

-Buenas noches...- Susurró antes de caer en un profundo sueño. A pesar de que eran las seis de la tarde.

-Descansa.- Respondió Auron, clavando su vista en el castaño.

-No me preguntes, haré lo que tenga que hacer.- Volvió a ese tono demandante y lleno de rabia. No dio tiempo para una respuesta, salió rápidamente de la habitación.

-No me alejes...- Susurró el pelinegro, soltando sus palabras al aire.

Luzu empezó a caminar y buscar por todos lados al culpable de todo esto. No le cabía duda de quien había sido. Luego recordó que antes de eso, necesitaba hacer su trato con el diablo y el pequeño, en este caso pequeña, demonio. Bajo las escaleras, abrió las puertas, giró. Y llegó a la puerta de metal. Tocó cinco veces, dando a entender lo que quería, la ventanilla se abrió de inmediato, mostrando unos ojos asustados.

-Luzu...- Habló Paola siendo cortada al instante.

-Me debes un favor. Es momento de cobrarlo.








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Tengo mucha tareaaa ptm

Un paso más. Luzuplay ✍︎︎ PAUSADA Onde histórias criam vida. Descubra agora