-Así que, en unos días es el cumpleaños de Kook -dijo Park sentado en los sillones de la casa-
Taehyung había invitado a todos los chicos donde vivía antes con el híbrido, mientras que este se entretenía con Hoseok en la otra casa.
-Si, y no se que darle -lloriqueo Kim al no tener idea, quería hacerle algo especial y lindo para el conejo, no quería decepcionarlo-
-¿Qué es lo que más le gusta? -preguntó el otro Kim-
-Ese es el problema, le gusta todo. Le puedo dar una licuadora y le va a gustar -se quejó Taehyung, era cierto que al híbrido cualquier cosa lo hacía feliz-
Los demás se vieron entre sí, no era tan mala idea lo de la licuadora, al menos para ellos.
-No le daré una licuadora -dijo el rubio, los contrario bufaron sin tener idea de mucho-
-Puta madre...
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Mientras que Kim se mataba a si mismo por saber que darle al menor, este estaba divirtiéndose con Hoseok.
-¡Otra vez más! -chillo Jungkook entre risas, Jung estaba lanzando pintura al cuerpo del castaño que estaba pegado a una pared, haciendo que quedara marcada en esta varias poses que hacía el conejo-
-¿Qué le dirás a Tae si te ve así? -preguntó el pelirrojo lanzando pintura al pequeño cuerpo del menor, quién cerró sus ojos-
-Yo fui el de la idea y que Hobi no tiene la culpa, para que Taehyungie no te haga daño -respondió feliz el conejo dibujando unas figuras en la pared-
Jung sonrió orgulloso de su plan, sobornando al menor con algunos dulces y ya no tendía tal vez un golpe en su hermoso rostro por parte del rubio, sabiendo que a este le molesta tener al castaño sucio.
-¿A cambió de que? -volvió a preguntar el pelirrojo limpiando su cabello de pintura verde-
-¡Dulces! -respondió el conejo señalando una bolsa de paletas que se encontraban en la mesa-
Hoseok la tomó y se la lanzó al híbrido para que comiera, sabía que Kim le había prohibido comer dulces por unos días así que lo soborno con algunos.
Entre las risas y juegos, los dos varones escucharon un auto estacionarse en frente de la casa así que salieron corriendo al baño para limpiarse lo más posible, aún qué no podrían en el corto tiempo.
Mientras que Hoseok limpiaba a sus manos a la misma vez el conejo se cambiaba de ropa, Jung lavo el rostro del chico y lo que se pudo de su cabello y orejas, poniéndole una capucha para que no se viera.
