Soplo de arena [ลมหายใจแห่งผืนทราย]

CAPÍTULO [11]

 
La voz de regaño de Charukch hizo que Gavyn se sintiera disgustado. Apartó la cabeza de los ojos feroces que miraban la arena frente a él, como si la usara para hacer la sensación de desbordarse un poco más ligera. Gavyn intenta comprender las diferencias entre él y los Charukch que crecieron en diferentes razas. Cosa que puede ser la causa de estos malentendidos.
 
"En realidad, puedes hablarme amablemente, no hay necesidad de ser tan grosero".
 
Gavyn levantó la cabeza y se tragó la sensación de ardor. Su tono era más fuerte que nunca.
 
“Sé que soy una persona habladora y puede que te moleste un poco. Pero créeme, no quise ofenderte en absoluto. ¿Qué le haría un periodista de mala calidad como yo a un demonio de Dafar como tú?
 
A Charukch no le gustó nada esta situación.
 
No le gustaba que Gavyn apartara la mirada de él y su expresión se tensara. Su tono áspero y distante le hizo darse cuenta de que esta vez, Gavyn realmente estaba ofendido por él.
 
"Disculpa."
 
Charukch suspiró. Dijo palabras que nunca antes se le habían dicho a nadie.
 
“Lamento haberte gritado. No te estoy regañando como me estás acusando."
 
La suave voz de Charukch aumentó el nivel de indignación hasta que Gavyn quedó desconcertado por lo que había sucedido. No debería haber causado esos sentimientos por una persona masculina como Charukch, pero sucedió sin razón Gavyn estaba demasiado avergonzado para volverse hacia Charukch y no podía ver cuán culpable lo miraba la otra parte.
 
—No te preocupes, Gavyn. Me gusta esto."
 
La respiración de Gavyn se tropezó de repente cuando Charukch le agarró la mano. Su mano estaba húmeda cuando tocó el dorso de su mano. Charukch barrió el centro de la palma de la mano de Gavyn con las yemas de los dedos.
 
“No me gusta que actúes así. ¿Puedes darte la vuelta y mirarme?"
 
No como un líder guerrillero del desierto. Su tono era como el de un joven enfurruñado que se disculpa con su amante por hacerle una burla. Gavyn casi olvidó cómo respirar y tuvo que darse prisa. Trató de sacar su mano del agarre pero no tuvo éxito.
 
"Déjame ir a Charukch."
 
"Ven y habla conmigo primero y luego te dejaré ir".
 
El terco hombre aún perseveró y sostuvo su mano con firmeza. Gavyn finalmente suspiró y se dio la vuelta. De repente, cuando se encontró con los ojos penetrantes y despectivos de Gavyn, su corazón se ablandó.
 
“¿Cómo te volviste? Suelta mi mano, Charukch".
 
“Tus manos son suaves  como alguien que nunca ha trabajado duro."
 
Además de no soltarse, Charukch jugó con los delgados dedos de Gavyn. Al ver que la expresión de Gavyn se había suavizado un poco. El par de ojos se transformó en un deslumbrante destello de luz solar.
 
"¿Estás enojado conmigo o no, Gavyn?"
 
Gavyn se lo toma en serio. Le dijo a Charukch, quien todavía lo miraba con ojos deslumbrantes.
 
“Nací y crecí en un país del oeste que me dio la oportunidad de pensar con extrema libertad. Estás en un país donde el liderazgo está en el centro. No tenemos nada en común, Charukch. Tenemos que adaptarnos el uno al otro si queremos seguir saliendo."
 
Gavyn se estremeció cuando dijo lo que estaba pensando. La sangre de su cuerpo corrió por su rostro hasta que se extendió a sus oídos.
 
"Uh... quiero decir, si los dos vamos a ser buenos amigos."
 
El rostro rubicundo de Gavyn convocó una leve sonrisa en Charukch. Las reflexivas palabras le hicieron darse cuenta de que tal vez él y Gavyn podrían sentir lo mismo. Al mirarlo, no pudo evitar estirar la mano para apretar suavemente la prominente nariz de Gavyn.
 
“Está bien Gavyn, me adaptaré a ti. ¿Nos adaptaremos bien el uno al otro?
 
Charukch accedió a mirar hacia atrás al desierto frente a él. Silbó en una canción que Gavyn recordó que Charukh había interpretado cuando subió al jeep y presionó el acelerador para hacer que el auto volviera a avanzar.
 
"Puedes soltar mi mano, Charukch".
 
Dijo Gavyn cuando la mano grande todavía no soltaba la suya, incluso mientras conducía. Pero el conductor permaneció en silencio, negándose a hacer lo que decía Gavyn, hasta que tuvo que dejarlo seguir.
 
Gavyn bajó la cabeza y miró su mano sostenida por los dedos de Charukh entrelazados. Sonrió casualmente al sentir el calor y la calidez que charukch había enviado en medio de la sequía de la arena que había dejado atrás.