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Marcel Sabitzer

Adiós by Ricky Martin

Éramos jóvenes cuando iniciamos nuestro noviazgo, tu me querías desde hace dos años, sin embargo yo solo te veía como una amiga y jamás quise dejar a una amiga, en especial si se habla de ti.

-Joelle, solo quería que te sintieras feliz en esta nueva ciudad- esa siempre era mi excusa.

-Y solo por eso te preocupabas por mi? Por eso hiciste hasta lo imposible por mi? O sea, nada mas soy una "amiga"- pregunta triste y enojada a la vez.

-Lo siento, Joey, pero jamás busqué tener algo más que una amistad contigo. Si te di una mala impresión de mi, pido disculpas pues jamás quise ni sería capaz de lastimarte- pedía perdón desde el fondo de mi corazón honestamente.

En lo único que me quería enfocar era en mi futura carrera futbolística pues estaba a punto de saltar a equipos profesionales y no quería más distracciones, como quien dice, nada sale bueno de un romance de verano y menos si es tu último año de preparatoria.

-Y si lo intentamos este verano?- pregunta Joelle mientras ambos seguíamos caminando por el centro comercial, a pesar de seguirla rechazando ella aun se seguía comunicando conmigo.

-Cómo dices?- pregunto confundido.

-Los dos hay que intentarlo este verano. Si, ya se qué no te gusto, pero, qué perdemos en intentarlo?- sugiere.

-Ok- por alguna extraña razón acepté, quizá sea el hecho de que solo se quedará en este verano.

-Muy bien- Joelle me sonríe -Y qué esperas? Anda pregúntame si quiero ser tu novia- se le escapa una sonrisa.

Qué podría salir mal? -Quieres ser mi novia?- al fin pregunto lo que ella había estado esperando.

-Si- ella se abalanza sobre mi para abrazarme lo que me causa ternura.

Y así pasó, ambos lo intentamos, día tras día nos veíamos y al principio era muy lindo, incluso llegué a un punto donde si la empecé a querer más que una amiga, y cómo me di cuenta? Pues cuando uno no puede dejar de pensar en esa persona por todo el día, ahí es cuando te das cuenta de que te has enamorado.

-Solo dime que me vaya contigo y arrojo todo a la basura- murmuraba Joelle mientras ambos estábamos en mi auto.
Por
Discutíamos de nuestro futuro, no sabia exactamente porqué lo hacíamos pues ambos acordamos que esto solo sería un amor de verano y que ninguno de los dos está dispuesto a hacer relación a larga distancia.

-Joelle...- intentaba detenerla, pero ella seguía insistiendo.

-Me voy contigo, y juntos podemos hacer una vida feliz- eso era lo que quería? O era lo que ella quería?

Por mas que quisiera que Joelle se viniera conmigo, no podía destruir sus sueños de convertirse en actriz, ella aspiraba a ser reconocida mundialmente en el mundo del cine y vaya que era buena actriz.

Era una de las chicas más talentosas que había conocido en mi vida.

En pocas palabras cualquier hombre sería el más afortunado del mundo en tener a una chica como ella, yo ahora mismo lo era, pero lamentablemente no me era correspondía estar con ella, siento que se merece algo mejor que yo.

Y así pasó, cuando de verdad entendí que la amaba, tuve que empezar a dejarla ir, falta de comunicación en nuestros últimos días de relación fueron factor de que esto llegara a su fin. Ambos por un tiempo nos dejamos de ver, hasta que un día que salimos, era completamente incómodo, y yo por más que quería abrazarla y besarla, algo en ella me decía que no quería.

-Seguimos siendo novios?- repentinamente me pregunta.

Llegó la hora, espero que algún día lo entienda -De eso quería hablar, creo que debemos ver a otras personas- aquello hasta a mi me dolió.

Joelle desvío la mirada mientras oía un leve grito ahogado, ni ella lo veía venir -Hice algo malo?- pregunta.

-Al contrario, eres una chica perfecta, es decir, no soy digno de ti- inicio.

-Marcel, si lo eres. Yo te amo.

Mierda! Yo también la amo, pero no puedo ser un completo egoísta, si le decía que la amaba, cambiaría el destino de su vida -Por algo no nos hemos comunicado mucho estos últimos días, me di a la tarea de que debemos terminar esto antes de que sea tarde.

-Pero si ambos nos vamos en dos semanas. Pensé que lo terminaríamos un día antes.

-Joelle, yo...

-No. Lo entiendo, jamás me amaste. Eso me quedó muy claro- en principio ella se levanta y me mira directo a los ojos -Dijiste que jamás me lastimarías, pues el aceptar en andar conmigo sabiendo que no me quieres fue lo peor que me pudiste hacer- ella se va a paso apresurado mientras yo me cubro la cara con mis manos.

Me estaba volviendo loco por su amor...

Y así pasaron los años, yo me había ido a otra ciudad a iniciar con las fuerzas básicas de mi primer equipo profesional, después me fui a Alemania donde viví una vida de ensueño, y ahora estoy con uno de los mejores clubes del mundo, Bayern Múnich.

-Bienvenido al equipo, Sabitzer- todos me recibían con los brazos abiertos.

-Están felices de que tú has llegado- me dice mi esposa. Así es, llevo casado poco más de un año.

-Yo también estoy feliz de estar aquí- sonrío y ella me besa.

-Ya era hora de que llegarán!- exclama Leon llamando mi atención.

-Ya conoces a Niklas, se tarda una eternidad en prepararse- esa voz, aquella voz que no había escuchado en años.

Joelle Von Royd había vuelto.

Aunque trataba de no saber nada de ella, su popularidad no me dejaba, siempre se veía en las noticias lo famosa que era y pues una que otra película de mi interés que veía, ella tenía que estar.

Nuestras miradas se cruzan, ella se queda pasmada al igual que yo; recuerdos de ambos juntos llegan a mi de golpe y no solo de cuando éramos novios, sino también durante la escuela.

Ella se atreve a sonreír y a saludarme con la mano, mientras yo solo esbozo una sonrisa de lado arrepintiéndome de por qué deje ir a tan perfecta mujer.