<Cap 13>

145 26 65
                                    

Los Kirishima estaban terminando de acomodar sus cosas en su nueva casa, habían estado todo el día acomodando y guardando, lo único que querían era tirarse en el sillón a relajarse.

Los hermanos aun no estaban con ánimos, era raro dejar la ciudad donde habían crecido. Si, no tenían tantos amigos, y si, en su propia casa tampoco los trataban bien, pero aun así, ellos querían esa ciudad.

Eijirou estaba terminando de guardar su ropa, estaba cansado y tenia hambre, había sido un largo día y el solo quería descansar. Había sentido demasiadas emociones en muy poco tiempo, todo iba demasiado rápido para un niño de 10 años.

Además, en una semana entraba a su nueva escuela, y tenia miedo. ¿Y si le pasaba lo mismo que en su escuela anterior? No quería ir, no quería que sus compañeros se burlaran de sus dientes y de su cicatriz.

Era todo demasiado difícil, pero tenia que acostumbrarse, después de todo...

Así seria su vida de ahora en adelante.

El peli-negro soltó un suspiro cansado mientras seguía envuelto en sus pensamientos. Estuvo así hasta que la voz de su hermano lo saco de su burbuja.

–Lunita, baja a cenar.

–¡Ya voy!

El pequeño peli-negro salio de su habitación y bajo con cuidado hasta la sala. No era tan grande, pero era acogedora.

–¡Bien!– Dijo la mayor al ver que sus hijos ya estaban en la sala–¿Quien quiere cenar pizza?

–¿Podemos cenar pizza?– Pregunto Akira con una sonrisa.

–¡Claro!¡Podemos cenar pizza todos los días!

Los ojos de los hermanos empezaron a brillar mientras sonreían.

Mientras que un Omega de pelo blanco, fulminaba con la mirada a la mayor, la cual se percato de ello y trago saliva.

–Siempre y cuando su padre nos deje– Dijo algo nerviosa por la expresión de su esposo.

Los menores rieron por la reacción de la Alfa.

Eijirou estaba feliz por un lado, estaba con sus padres, viviría con ellos y sus hermanos, ya no tendría que ver a sus abuelos.

Pero por otro lado, estaba triste, no llevaba nisiquiera un día en su nueva casa y ya se quería ir. No era por sus padres obviamente, solo extrañaba ir al parque, o ir al cerezo...

O simplemente estar con Katsuki.

El menor movió la cabeza de un lado al otro, no es que no quería pensar en Katsuki, solo no quería ponerse triste y arruinar la noche de sus hermanos y de sus padres.

Sin darse cuenta su padre lo tomó en brazos y lo puso en sus hombros. El peli-negro se asusto por lo repentino que fue ese moviento.

–¡Hace tiempo que no te tomo en hombros!– Dijo se padre entre risas.

Era cierto, Eijirou no recordaba la última vez que lo tomo en hombro. El menor solo abrazo la cabeza de su padre mientras reía.

–La pizza llegara en un rato ¿Que tal si mientras vemos algo en la tele?– Dijo su madre mientras sonreía.

–Suena bien, ¿que quieren ver?

Reencuentros de primavera (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora