012: ¿Una oportunidad, o una Pérdida?

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YoonGi


Con los días que volaron en una ráfaga de viento helado, el cielo se había oscurecido completamente, dejandonos en un ambiente mucho más pesado que antes sobre la casa. SeokJin no mostraba signos de mejoría con cada hora en que lo observaba dormir, puesto que la energía de su cuerpo era casi inexistente y lo mantenía fatigado, dejandole como opción mas recurrente el dormir.

Aunque tampoco parece ser muy buena idea. No desde la madrugada en que suelta gimoteos y se remueve entre mis brazos, quizás por pesadillas que comenzaron a atormentarlo. Su piel arde y su ceño fruncido por el que gotea sudor me mantiene preocupado. Abandono mi lugar junto a él en la cama, solo para dar la vuelta y sentarme en el borde de su lado.

Acaricio con mis dedos su frente, corriendo sus cabellos húmedos y dejando expuesta su piel para posar un nuevo paño humedo ahora mas frío. Suelta un ligero suspiro ente sueños, a lo que me aferro para creer que he aliviado su tortura al menos un poco, por momentos. En sus labios rellenos yace la evidencia de los besos que compartimos, y las mordidas que mis dientes repartieron, dejandole levemente amoratado. Pensando en ir a por un vaso de agua por si despierta y se siente sediento, presiono mis labios contra los suyos en un tacto suave, acariciando la piel de su mejilla una última vez.

En el pasillo las luces siguen apagadas y las puertas de las habitaciones cerradas, por lo que parece que todos duermen tranquilos. Aunque en mi pensamiento solo cabe que tienen razones, se lo merecen.

Los últimos días se han encargado de la casa, de retirar el cuerpo del sótano y darle una sepultura en la entrada del bosque, prendiendo insciensos y dandole una correcta despedida de lo que sería esta Tierra devastada. Mientras tanto, en una de las revisiones por la habitación principal que JungKook, Hobi y NamJoon han ocupado para dormir juntos en mi cambio por ocuparme de Jin, se han hecho con las llaves del coche.

También, el generador que aún mantiene luz eléctrica en la casa y abastecido por la gasolina, nos ha dejado llevarnos la sorpresa de que tiene repuestos de alrededor de seis galones. Fue un desastre en el que unos insistían en que debíamos de tomar el coche y aprovechar para armar un plan, ahora que no debíamos de preocuparnos por él.

Sin embargo, todo se fue por el caño en cuanto nos dimos cuenta de que el estado de SeokJin iba en picada hacía abajo.

Miro a mi alrededor en cuanto termino de descender los escalones, con mi vista siendo molestada por las luces de la sala encendidas. Por un momento casi maldigo a NamJoon por quedarse hasta tarde analizando mapas, noticias, ciudades, pueblos de la isla que desconocemos completamente, hasta que el sueño empieza a tomarlo y se da por vencido, subiendo sin apagar nada en la sala.

Pero me detengo a mí mismo cuando encuentro a todos, menos TaeHyung, regados en los sillones, mientras que el menor viene con una taza de té entre sus manos.

Fruncí el ceño sin entender que hacían todos ahí; JiMin dormido sobre el hombro de JungKook, y Jungkook con su cabeza sobre la de él, ambos entrando cómoda y perfectamente en un sofá individual. Mientras tanto, NamJoon sentado en uno de los más grandes no me notaba al pie de las escaleras, y HoSeok me da la espalda en otro.

TaeHyung es el primero en notarme al venir de la cocina.

─ ¿Qué hacen todos aquí? ─ Pregunto, con la voz que me sale ronca de tanto tiempo que he guardado silencio.

TaeHyung despega los labios de la taza de porcelana, tomando asiento junto a NamJoon, ambos levantando la vista hacia a mí con calma.

─ No hables tan alto ─ HoSeok me señala con suavidad, sin despegar los ojos de su libro─, a JungKook y JiMin les está costando dormir estos días; todos sufrimos las consecuencias de eso.

DISERTED » BTSWhere stories live. Discover now