❝NOS HIZO FALTA TIEMPO❞.

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Ciudad Glam Gas.

Glam Gas Land es una ciudad turística famosa por su activa vida nocturna, centrándose especialmente en los casinos abiertos las 24 horas del día y... otras opciones de entretenimiento. También era el último lugar en la lista que el líder del Gen'ei Ryodan tenía escrito para localizar a Hisoka.

¿Cómo fue que llegaron a eso?

El cabecilla sentía que había fallado como líder, debió haber asesinado a Hisoka en cuanto tuvo oportunidad, debió dar por terminado con el asunto, ponerle un punto final a la historia.

Pero por alguna razón no lo hizo y el precio de sus acciones había cobrado una factura demasiado cara.

De algún modo, Chrollo Lucilfer tenía un sentimiento foráneo en relación al vínculo que lo conectaba extrañamente con Hisoka, uno que le permitía desplantes, arrogancias y caprichos. Sin embargo, ahora mismo Lucilfer se sentía en ebullición y dicho vínculo fue cortado por Hisoka. La manera de relacionarse con él acababa de cambiar drásticamente y ninguno de los dos sabía cómo proceder exactamente.

Lo único claro que tenía la cabeza de la araña, era que debía enmendar con sus propias manos su error y honrar la pérdida de sus dos preciados camaradas.

Qué agridulce fue sentirlo mientras vagaba por las calles principales de la Ciudad, en realidad se sintieron casi al mismo tiempo: la presencia de Hisoka era algo que difícilmente olvidaría y la esencia de Chrollo era algo que el pelirrojo conocía muy bien.

En el casino, la gente comenzó a gritar y a correr creando caos, pues apenas entró Lucilfer, empezó a quitarse de en medio a quién se le atravesara. Estaba colérico de solo imaginar la sonrisa burlona con la que sería recibido y en efecto, tuvo razón.

Un Hisoka elegante se hallaba en la mesa de Poker, barajando un maso de cartas que probablemente fue dejado a un lado por el crupier al salir corriendo.

Lucilfer volcó la mesa en la que estaba dejándolo sentado en la silla y le colocó el pie en el pecho.

—¿A qué debo el honor de tu presencia? —preguntó socarrón.

—Vine para matarte.

Morow se rió, sacó un pañuelo de su saco y limpió la sangre en el zapato de Chrollo.

—Y yo creyendo que te venías a disculpar.

—¿Disculparme? —lo miró incrédulo, le quitó el pie de encima y de inmediato lo tomó del saco para encararlo—. ¡No puedes ser tan cínico! —le habló furioso, tocando la nariz ajena con la propia.

De nuevo una sonrisa.

—Debiste ver lo que hice con sus cuerpos... Fue hermoso.

Lucilfer se sintió descolocado por un momento y llegó el primer golpe. Directo al rostro de Hisoka.

—Si tu maldita obsesión era yo... ¡¿Por qué demonios los asesinaste a ellos!?

—Porque si no eres mío tampoco serás suyo...

Se zafó agresiva y ágilmente del agarre, retrocedió de un salto maromético tras la barra del bar.

—Porque siempre me trataron como escoria y nunca como uno de ellos... —continuó enumerando sus razones. Conforme expulsaba las palabras de su cuerpo, estas se volvían más y más iracundas.

—Ni siquiera tú te consideraste parte de nosotros.

—¡Ellos ni siquiera me dieron la oportunidad de decidir! ¡Apenas entré me miraron con esos ojos llenos de asco y desprecio!

Chrollo reaccionó cuando sintió la carta llegar a él, se enterró en su brazo y este inmediatamente comenzó a sangrar.

—Pudiste haber evitado esa carta.

—Lo sé. Detendré la siguiente.

—Bien... Porque no tengo ganas de seguir hablando.

Su mirada se ensombreció.

—Yo tampoco...

Como un acuerdo silencioso, ninguno de los dos utilizó Nen a lo largo de la batalla; hicieron uso solamente de la fuerza bruta y las armas que tenían a la mano.

A Hisoka casi se le acababan las cartas y Chrollo aún mantenía el cuchillo envenenado entre sus manos. Ambos lucían sus ropajes desgarrados y sus cuerpos magullados. La boca y frente de Chrollo sangraba sutilmente mientras el amoratado rostro de Hisoka se mantenía libre de sustancias hemáticas, hasta que sus fosas nasales comenzaron a secretar el famoso líquido carmesí.

Tal vez... cuando termine con esto, me sienta mucho mejor.

Chrollo logró herir a Hisoka en el abdomen, una fina línea de sangre se empezó a derramar.

Hisoka aprovechó un momento de distracción que tuvo Chrollo para lanzar dos cartas más. El otro tuvo que doblar su espalda hacia atrás para evitarlas y antes de erguirse Morow lo derribó posicionándose encima suyo, lanzándole una mirada despectiva desde su altura. Preparó sus últimas dos cartas para atacar y probablemente dar el "golpe final"...

Entonces... Así es como todo termina. Bien, supongo que es justo, yo le asesiné primero, ahora es su turno.

Pero Hisoka vaciló un instante.

Idiota, no dudes, no me des una oportunidad... ¡Solamente hazlo!

—¿Sabes Chrollo? Realmente me hubiera gustado pasar más tiempo a tu lado...

Estaba en jaque, era su oportunidad, había bajado la guardia pero... ¿Qué clase de afirmación era esa? Ahora Lucilfer era quien dudaba.

¿Qué debo hacer?

¿Qué debo hacer?

¿Qué debo hacer?

¿Qué debo...?

No...

No puedo perdonarle...

Lo tomó del tobillo aprovechándose de la situación, derribándolo al momento que acercaba su cuchillo y hacía un corte limpio y directo al cuello.

Lo hice.

Realmente lo hice.

Pero yo... Creí que tendría... Más tiempo...

—¡NO!

Se aventó a cubrir la herida que sangraba incesante con sus dos manos.

—¡No debería terminar así! ¡Yo también quería más tiempo!... ¿Qué hice? ¡Por Dios! ¡¿Qué hice?!

Su rostro lucía desesperado, perturbado hasta las cejas y completamente desorbitado. Echaba todos sus esfuerzos a la presión que ejercía, queriendo detener la hemorragia...

Pero era inútil, la sangre corría, las pulsaciones se detenían... La vida se iba.

—...rollo...

Hisoka a duras penas, con sus últimos momentos clamaba su nombre. Lucilfer se acercó hasta pegar el oído a su boca sin dejar de presionar la herida y entonces lo sintió.

El naipe que no fue lanzado se incrustó en el ventrículo derecho del corazón. Conectó sus ojos grises con esas pupilas doradas, se decían todo sin decirse nada.

Una sonrisa diminuta bañada en sangre.

Y comprendió.

—Claro... —lo soltó y se echó a su lado rendido—. Ahora tendremos todo el tiempo que queramos.

Regalo de Cumpleaños. [HisoKuro]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin