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Gulf salió de la habitación de Bright cerrando con mucho cuidado.

¡Ah! ¡P'Gulf! — Win apareció detrás de él abrazando una almohada.

Oh, Winnie ¿Qué pasa?

Estaba pensando en dormir con P'Bai

Bright está teniendo su postre en estos momentos — se quedó cubriendo la puerta.

¿Postre?... ¡Ah! ¿Es la persona de la que siempre toma sangre? — se apresuró a llegar a la puerta. Gulf se apartó al ser tomado por sorpresa con la repentina acción y Win logró abrir la puerta — P'Ba-

Guardó silencio abruptamente ante lo que vio: sobre el regazo del azabache, una mujer inclinaba su cabeza para darle acceso a su cuello, de la que este bebía sangre. ¿Qué era esa molestia que de repente apretó su pecho?

Bright lo vio y detuvo su mordida, secándose la sangre que escapaba de su boca — Oh, eres tú ¿No dije que llamaras antes de entrar? — la mujer bajó de su regazo y empezó a ordenar su vestimenta.

Win se sonrojó, pero ni eso quitó la molestia que sentía — ¿Qué... estás haciendo? — otra vez estaba reprochando, pero ¿Por qué?

Bright se acercó a él — A los demonios les gusta la sangre, ya lo sabes.

Si es así... ¡Mi sangre debería estar bien para ti! ¡¿Quién es esta mujer?! — ¿eran las rabietas de un niño o... — ¡A mí no me dejas tocarte, pero a ella...! — ...o eran celos? — Mm... ¡PERVERTIDO!

¿Pervertido? — que molestia, suspiró — Por supuesto que no puedo beber tu sangre. Ahora, sí no quieres nada más, vuelve a tu habitación — se dio la vuelta para volver al interior y Win aprovechó para mirar hacia adentro. La mujer que se encontraba allí, volteó a verlo y sus miradas chocaron ¿Quién era esa persona? ¿Por qué podía tocar a Bright? ¿Por qué... por qué de repente estaba sintiéndose tan molesto con solo mirarla?

No... ¡No quiero irme! — trató de tomar la mano del azabache antes de que se aleje, pero fue apartado de un manotazo.

¡No me toques! — Bright espetó enojado. Win abrió los ojos con sorpresa, jamás lo había tratado de esa manera.
El azabache fue consciente de su reacción y una sensación de temor y arrepentimiento vino hacia él cuando la cara de Win se tornó molesta, confundida, triste.

Triste cuando odiaba verlo triste, peor ahora, sabiéndose culpable de su reacción.

Ahh, Win, soy un mounstruo.

El pequeño salió corriendo de allí y Bright se llevó una mano a la cabeza ¿Qué más podía hacer? Arriesgarse a tocarlo, jamás.

Tú, que me sonríes "como una flor" ... sí me tocas, efímero, frágil... ¿No te marchitarías como una flor?
Perderte es insoportablemente aterrador.

¡WinWin! ¡Hola! Hoy vine... — Esa mañana, Mew se encontró con el pequeño abrazando sus rodillas sobre el sillón, fue su segunda visita a la mansión y lo notó algo decaído. Se acercó a él y se sentó a su lado — Hm ¿Qué sucede? — Win se alejó de él hacia la punta del sillón, tal como se le había ordenado. Mew sonrió — Eh ¿Qué significa esa distancia?

Bright me dijo que no me acercara a ti — fue firme.

Tus ojos están rojos ¿No pudiste dormir? — la mirada de Win volvió a entristecerse — dime WinWin... ¿Quieres ir a la ciudad?

Una flor para un demonio (BrightWin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora