Capitulo 2

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Habían pasado un par de días desde que la azabache y el castaño se quedaron en el hogar de la reina, todo marchaba muy bien al menos para el ojiverde, en cambio, Mikasa solo quería huir de aquel lugar, sin embargo, no faltaba mucho para que la casa a la que se marcharía estuviera terminada.

— ¿Saldrás de nuevo?— preguntó Eren acercándose a la puerta que había abierto la azabache.

— Si— contestó saliendo un tanto irritada, sin embargo, el castaño la siguió.

— ¿Por que te estas comportando de esta forma?— la joven sintió como una mano la sostenía del brazo deteniendo su camino.

— Eren, no quiero hablar en estos momentos— contestó sin dirigirle la mirada.

—Pensé que me habías perdonado...

— No se trata de eso.

— Entonces, ¿por qué te esfuerzas tanto en evitarme?.

El silencio reino en el ambiente, estaba claro que Mikasa no quería seguir con la conversación por lo que ni siquiera se molestó en responder.

— Ya veo...— finalmente soltó su agarre decepcionado, lo que hizo que la azabache aprovechara para seguir su camino.

Los últimos días habían sido una tortura para ella, no podía si quiera ver a Eren después de aquel día, ahora tenía que lidiar con el hecho de que la persona de la que esta enamorada ha tenido una hija con una de sus amigas, y cada vez que lo veía no podía dejar de pensar en ello, así que su mejor opción hasta ahora había sido ignorarlo o esquivarlo de alguna manera.

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Jamás imagino que Mikasa, la chica que se atrevía incluso a dar su vida por el ahora lo estuviera ignorando se sentía fatal y la ojigris ni siquiera le daba una explicación, por más que buscaba una no lo encontraba, así que para mantenerse ocupado estos últimos días había estado cuidando a Ymir la pequeña princesa rubia junto a Historia, aunque al principio solo se encargaba de cuidarla mientras dormía ahora había aprendido incluso a cambiar pañales, y eso le facilitaba mucho más el trabajo a la Reyna pues tenía muchos documentos que leer, ordenar y firmar.

— ¿Ymir no te ha estado causando problemas hoy? — preguntó la rubia al ver a Eren sentado en el sofá viendo como la bebé dormía.

— Creo que le agrado, últimamente ni siquiera llora— contestó con una risa.

— Ya lo creo— camino hacia el castaño y tomó asiento a su lado — ¿como va todo con Mikasa? ¿Lograste hablar con ella hoy?.

— Parece que me odia, ni siquiera me mira a los ojos cuando me habla— suspiro decepcionado, historia al verlo de esa forma sintió tristeza por el, tratando de consolarlo tomó la mano del castaño entre las suyas.

— No te preocupes, hablaré con ella y tendrá que decirme porque se ha estado comportando así— le dedico una cálida sonrisa, a lo que Eren sin previo aviso la abrazo sorprendiéndola en un inicio, aún así le correspondió aquel acto, sin embargo, el ruido de la puerta siendo abierta los sobresalto.

— Lamento interrumpir— dijo la azabache desviando la mirada de la escena.

— No interrumpes nada Mikasa — dijo separándose del ojiverde— ¿por qué no vienes a conversar? no hemos tenido la oportunidad de hablar— dijo la rubia con una sonrisa en su rostro.

— Es que últimamente no me he sentido muy bien... si no te molesta, ¿podemos hablar mañana?— preguntó.

— Si, no hay problema— contestó la ojiazul Mikasa le dio las gracias y se marcho a su habitación.

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2023 ⏰

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Segunda oportunidad | EremikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora