Otoño

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Todo comenzó un 9 de Octubre, un día más la vida de Matías, eran las 6:50 de la mañana y se disponía a salir de su casa para ir a la escuela, aunque el sabia que iba tarde no se preocupaba ni hacia el intento de apresurarse para llegar a tiempo.

Llego a la parada del camión, le hizo la señal al camión para que se detuviera y pudiera subirse, una vez arriba se sentó a lado de la ventana tomo sus audífonos, comenzó a escuchar música mientras miraba por la ventana  y lo único que veía era a gente apresurada, estresada y enojada con la vida, gente que no tenia motivos para ser feliz, personas que tenían el mismo rostro que el suyo.

Llego a su escuela y entro a su salón y saludo a su grupo de amigos.

-Que paso chavos, ¿ya vieron algo importante?- 

A lo que Luis (su mejor amigo) le contesto

 -No aun no explica nada-

Matías saco su libreta y su pluma y puso su cabeza sobre su banca, se podía notar que estaba cansado y triste, no parecía ser el.

Luis preocupado por su situación decide hablar con él:

-Mati (era su apodo) ¿estas bien?, desde que empezamos el semestre te noto distraído, triste y sin ganas, ya ni si quiera disfrutas de jugar con nosotros en la noche, debes dejarlo ir, no es bueno para ti, te lo suplico si te sientes mal habla conmigo, sabes que siempre estoy para ayudarte-

Matías no dijo nada solo miro a los ojos a Luis , agarro su teléfono y sus audífonos y comenzó a escuchar música, su cuerpo estaba ahí, en el salón de clases pero su mente y su alma estaban en otro lado.

Era el momento de salir al descanso, como era costumbre Matías salio con su grupo de amigos a las canchas a jugar (posiblemente ese era uno de sus pocos momentos felices), mientras jugaban Marcos (el amigo guapo y popular del grupo) les hizo una invitación a el grupo de amigos: 

(Marcos)-Oigan, el viernes un amigo mio dará una fiesta y quiero que todos vayan, en especial tu Matías te hará bien, van a ir muchas personas y es bueno que empieces a socializar y empezar de nuevo-

Matías solo asintió y siguió jugando, se acabo el descanso y le profesor de su ultima clase no asistió por lo que ya podía irse de la escuela, Luis lo invito a comer y Matías acepto, mientras comían Luis comenzó una pequeña platica:

(Luis): - Y ¿que tal ya sabes a que universidad vas a entrar?

Matías solo volteo a ver a Luis con una cara de sorpresa, instantes después le respondió:

-La universidad, tan pronto pensé que faltaban meses para pensar en eso-

Luis con un tono de molestia le contesto:

-No entiendo como es que no estés enterado o preocupado por algo tan importante como a universidad, ¡ENTIENDE DAN ES COSA DEL PASADO ELLA TE DEJO Y NO PUEDES HACER NADA PARA CAMBIAR LA SITUACION!

Matías solo agacho la cabeza y se quedo callado, sabia que todo lo que dijo Luis era cierto, Dan se había ido y por más que el lo intentara nunca podria regresar a su lado. 

Momentos después llego la mamá de Luis por ellos pero a pesar de la insistencia de Luis para llevarlo a su casa Matías se negó.

 Mientras caminaba hacia su casa se empezó a sentir un fuerte aire que levantaba las hojas secas del suelo, en ese momento sintió un frio como nunca antes por alguna razón sabia que algo había ocurrido, camino más aprisa de lo normal, cuando de repente paso por donde solía vivir Dan, en ese momento desacelero y justo cuando paso enfrente de su casa escucho de nuevo esa voz, esa dulce y tierna voz inconfundible, la voz de Dan, temeroso de encontrarse con ella volvió a apresurar su paso, cada vez iba más rápido y el corazón le latía más y más fuerte, hasta que al fin llego a su casa, sus padres al verlo tan agitado le preguntaron que es lo que tenia, el solo los ignoro y subió a su habitación, entro y se tiro en en suelo, no podía dejar de pensar en lo que había pasado, volteo y vio una caja que estaba bajo su cama, la tomo y la abrió y cuando vio lo que tenia dentro comenzó a llorar, encontro todas las cartas 


FLORES, SOL, HOJAS Y LLUVIAWhere stories live. Discover now