5. Motivos

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— ¡No puede ser!— Exclamó Hiccup observando el piso inferior del edificio. Las luces seguían encendidas pero ya no se escuchaban pasos y no había movimientos.

El estacionamiento estaba vacío.

— ¿Tú planeaste todo esto?— Cuestionó con cuidado al ver que quedaría encerrado con ella.

— Quisiera decir que sí, pero no. Esto no fue mi plan. En realidad sí intentaba escapar del acoso de los compañeros.— Mencionó con timidez mientras colocaba sus brazos detrás de su espalda como si fuera una niña pequeña.— Lo siento Hiccup. Si no fuera por mi, no estuviéramos encerrados aquí.

— E-está bien.— Trató de calmarse respirando profundamente. Era increíble la cantidad de sorpresas que había tenido el día de hoy. Una de ellas, saber que tendría que dormir con Astrid.

Estas escenas parecían sacadas de películas. Jamás en todas las veces se había quedado atrapado en la azotea de la escuela.

Aunque una vez sí pasó.

Pero una cosa era quedarse encerrado solo y otra muy diferente a quedarse con una chica.

Por parte de Astrid, ella se había encaminado a una esquina para tomar asiento y comenzar a estudiar.

— ¿Cómo puedes estar tan tranquila?— Cuestionó confundido al ver su serenidad.

— Ya te dije Hiccup, te conozco. Sé que aunque durmamos juntos no pasará nada. ¿Vas a violarme?, ¿Vas a abusar de mi?, ¿Tienes algo por hacer en la cual tenga que defenderme?

El castaño lo pensó.

Realmente él era el más preocupado que ella. Pero siendo realista, ¿Qué podía pasar? Él podía dormir en una esquina mientras que ella dormiría en la otra.

No tenían muchos problemas.

No si cada uno respetaba el espacio personal.

Él por su parte, había olvidado que no tenía la libreta de historia en sus manos y su celular no tenía mucha batería como para investigar el temario con otros compañeros.

El examen era mañana y necesitaba pasarlo.

Siempre había reprobado los exámenes pero gracias a las tareas realizadas, esas no perjudicaban mucho sus calificaciones. Pero sus padres ya le habían advertido que debía mejorar.

O era probablemente que le negarían una motocicleta para el fin de año.

— Astrid... ¿Te importaría que...

— ¿Quieres que estudiemos juntos?— Comentó volteando su mirada hacia él.

Hiccup sintió cierta nostalgia ante ella. Era extraño como una persona que nunca había tratado pudiera leer sus pensamientos tan fácilmente como lo hacía ella.

— S-sí. Es que olvidé mi libreta en mi casa y no tengo nada en cómo estudiar.— Informó sonrojado rascando su cuello.

Ella le compartió una sonrisa y lo invitó a tomar asiento a un lado. Él lo hizo y ahora ambos leían el libro cada quien por su lado.

Aatrid tenía una libreta dónde anotaba un esquema acerca de las palabras más importantes que la ayudarían a recordar más rápido.

— ¿No piensas anotar nada?— Cuestionó curiosa. Normalmente Hiccup era una persona de siempre tener un lápiz y una hoja para anotar todo.

— Bueno, he decidido que para aprender la historia debo de entenderla. No me sirven las palabras claves en este caso.— Informó analizando.— ¿Tú puedes estudiar de diferente manera?

Astrid. [Terminada✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora