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Una melodía suena... es hermosa... ¿de quién es? ... es relajante ... ¿pero es desconocida o ya la había escuchado?... ¿mama? No, mama no tiene esa voz ... ¿Quién eres voz misteriosa?

Nero abrió los ojos de golpe con la respiración pesada, jadeaba como si le hubiera faltado el aire, algo que le pasaba cuando despertaba de sus ataques de pánico, el pequeño se froto los ojos tocando las sábanas, eran suavecitas y cálidas, estaba en una cama enorme y espaciosa al igual que cómoda y sus almohadas estaban esponjadas ... definitivamente no estaba en su casa, esta cama ni cabe en el cuarto de su madre, pero como no tenia sus lentes no podía ver más haya de lo que tenia cerca con claridad, otro cambio que noto es que tenía una pijama puesta que no era la suya, era nueva y era calientita, también noto que sus heridas fueron curadas, las que el se hizo y las que fueron causadas esa mañana por sus bullys en la espalda, ¿en dónde está? ¿Qué es lo último que recuerda? Solo recuerda el que estaba huyendo... que entro al espejo y... los tres tritones de ahí en más su mente esta borrosa... alto ... el libro, ¡el libro de hechizos! Sin el no puede ir a casa, pero primero necesita sus lentes.

- ¿en dónde estarán? - estaba tentando la cama para poder moverse a gatas a la orilla y ver si había un buro o algo así, por su suerte logro encontrar la mesita de noche y tanteo en busca de sus lentes, encontrándolos - Aja, aquí están - dijo poniéndoselos y al fin pudo ver la habitación en la que estaba.

El cuarto era incluso mas grande que la sala de su cuarto y por mucho, puesto incluso cabía una sala adentro de este, la cama esta en el centro de la habitación mientras este toda una pared era de cristal trasparente que dejaba ver un acuario tan enorme que dudaba si era la habitación que estaba dentro del acuario o era al revés, del otro lado lo que parecía ser el armario de un gran closet que cabía en toda la pared, la madera era negra pero con cierto toques de morados y también la decoración del cuarto que tenían tonos de grises a violetas daba la impresión que era el cuarto de alguien que parecía tener poder, había grandes libreros de otro lado lo que parecía ser libros parecidos a los de la tía Esmeralda pero diferentes en formas, tamaños y colores, un escritorio en la mesa que parecía tener hojas doradas sobre este que brillaban, y aunque la habitación estaba con las luces apagadas, la luz que venia de la pared de cristal dejaba ver su interior.

Nero no tenia ni idea que un cuarto así pudiera existir, mucho menos saber de quien era el dueño del cuarto, se quedo un momento pensando de quien podía ser, con la poca información que tenía, tenia tres cosas en claro, quien era el dueño tenia poder suficiente para hacerlo tan grande y espacioso, el dueño era un hombre definitivamente debido tanto a la decoración como los recursos íntimos que una mujer tiene, lo sabe porque ah visto tanto el cuarto de Esmeralda, el tuyo y de Grimm y el suyo, y tercero, dormía solo, debido a que la cama aunque esta sumida, solo parece de un solo lado, eso quiere decir que no comparte cama.

- okey es un hombre poderoso y soltero seguramente .... ¿pero eso no responde la pregunta inicial de que hago aquí? - dijo acostándose nuevamente, cuando recordó - MIS COSAS - el pequeño se volvió a sentar en la cama y empezó a buscar su mochila roja que su mama le había dado con tanto cariño, al no encontrarla se deprimió... cuando escucho unos pasos acercándose, Nero actuó con rapidez y se oculto debajo de la cama.

Se escucharon los pasos de unas personas.

- jejeje al parecer el pulpito se despertó~- dijo Floyd divertido.

- ¿lo mandamos a buscar? - menciono Jade.

- no... retírense - dijo Azul y los dos gemelos se retiraron sin queja alguna, Azul se adentro al cuarto cerrando la puerta, camino hasta el sofá morado que tenía y se sentó cruzando la pierna - ... sabes ... ocultarte debajo de la cama nunca es la mejor opción ... - dijo a lo cual Nero se sobre salto ¿Cómo lo supo? - .. sobre todo, cuando arrastras las sábanas contigo y no la ocultas bien a tu lado - dijo soltando una leve sonrisa mirando a donde él y Nero se dio cuenta que con sus pies arrastro la sabana dejando un claro rastro en donde estaba escondido - ¿Por qué no sales de ahí y hablamos un rato? - dijo mientras palmaba el sofá para que viniera.

Libro Prohibido Twisted wonderlandWhere stories live. Discover now