✦✧✧ ғᴀʟᴏғɪʟɪᴀ ʙᴀɴɢᴄʜᴀɴ x ᴍᴀʟᴇ ʀᴇᴀᴅᴇʀ ✧✧✦

ғᴜᴄᴋ ᴍᴇ ᴀɢᴀɪɴ, ᴘʟᴇᴀsᴇ

Chan reposó su cabeza en el hombro de DongHa, con los ojos cerrados, esperando que éxtasis del momento se extinguiera por completo.

El problema fue que, cuando logró estabilizar su respiración, fue que entró en razón: ¡Se había follado a su propio compañero menor, por la mierda! Y no cualquier compañero, sino, uno que le gustaba, le encantaban.

Christian estaría muy decepcionado de él si se enteraba... eso no iba a ser nada bueno, mierda.

No se supone que debía dejarse llevar por las provocaciones de DongHa y desatar su lado salvaje con ellas. Sabía que, en el fondo —y quizá no tan en el fondo—, DongHa deseaba una cosa como aquella... Tal vez había hecho bien cumpliendo su fantasía —de ambos, de hecho— pero eso no quería decir que el hecho de que haya perdido el control, de modo que ni siquiera lo llevó a la cama, le demostraba que no se encontraba del todo "curado".

Mierda.

Parpadeó un par de veces para enfocar su visión, encontrándose con la bellísima imagen de DongHa medio dormido, mirándole con una lánguida sonrisa de autosuficiencia. Joder, quería hacerlo de nuevo.

Pero no. No estaba bien. Debía convencer a su cuerpo de que estaba satisfecho con una sola vez. Sólo una, sólo una, sólo una...

— Chris... —susurró DongHa. El palido le miró con la vergüenza a flor de piel. No era su intención dejarse llevar de ese modo, de hecho, lo tenía rotundamente prohibido.— Quiero hacerlo de nuevo. — Los ojos de Chan se abrieron tan grandes, que temió que se salieran.

— No. —demandó, completamente firme. DongHa enfureció.

— ¡¿por qué?! —exclamó, moviéndose en protesta, lo que ocasionó que la hombría del pálido se deslizase por su interior, haciéndoles gemir a ambos.

— N-no sabes... lo que estás pidiendo... —balbuceó Chan, con la intención de salir cuanto antes de ese caliente culo. Pero DongHa no quería ceder.

— E-estoy c-completamente consciente d-de lo que te pido, Chris... — susurra DongHa, meciendo letárgicamente sus caderas. Chan se retorció, cerrando los ojos y dejándose llevar por un momento. DongHa amó la forma en la que la polla del menor endurecía nuevamente en su interior, haciéndole sentir lleno. De repente, se percató de un no tan importante detalle que lo dejó inquieto. — ¿Y tus lentes? — Chan abre los ojos de forma dificultosa, procesando la pregunta para así intentar responderla.

— L-los he dejado en el auto. — responde, tomando en cuenta por primera vez desde que llegó a casa, que los había olvidado allí dentro. DongHa mueve sus brazos atados y los pone frente al rostro de Chan, con una súplica silenciosa en la mirada. — No te voy a desatar.

DongHa hace un puchero.

— ¿Por qué no? — inquiere, a punto de comenzar una pataleta. Chan frunce el ceño.

— Me gusta tener el control, y tú eres muy inquieto... —le hace saber Chan, empujando dentro de él, robándole un gemido profundo de la garganta. DongHa sonríe y suelta un suspiro. —En especial cuando estás ebrio.

— Mhm~, Chris es un controlador... —murmura DongHa, lamiéndose los labios. —Me gusta.

— Mierda, deja de provocarme. —gruñe el mayor, embistiendo nuevamente.

— Oh~, Chris... Más duro... —suplica DongHa, completamente indiferente a las palabras del más alto. Chan suelta un bufido cuando se da cuenta de que está siendo cruelmente ignorado y se limita a cumplir la petición del peligris.

El mayor obliga a DongHa a que ponga sus manos nuevamente donde las tenía antes y agarra con fuerza sus nalgas, impulsándose para entrar y salir.