Capítulo 4 ☀

823 37 0
                                    

Amy:

Despertar en la cama de mi casa sin JJ sin duda fue extraño, creí que volvería a cenar pero no lo hice. Quise ir a buscarlo de inmediato pero Daniel y Rafe no me quitan los ojos de encima. Aprovecho que fue a buscar una casa para ir a buscar a mi novio a su antiguo hogar. 

De camino me llega un mensaje de John B, resulta que su padre está vivo y aquí en Outer Banks, me alegro por él ya que sufrió mucho la ausencia de Big John.

—Hola —saludo, mi novio está en el patio de su casa arreglando la moto—. No pensé que fueras a quedarte aquí.

—Quería darte espacio —responde vagamente—. Para el reencuentro con tu amiga y su hermano, él lucía algo molesto.

—Es sobreprotector, ya se le pasara —señalo la puerta—. ¿Y ese cartel?

—Aviso de desalojo. Por falta de pago o lo que sea. No importa, este lugar es una mierda. Es genial volver a Outer Banks, ¿no?

—Sé que somos más personas en la casa ahora, pero ese sigue siendo tu hogar —le recuerdo—. Además ellos ya están buscando otra casa.

—Sí, claro.

—Dan estuvo en Barbados, pudo recuperar mi celular —me debato entre contarle sobre mi padre, prefiero no hacerlo—. Da igual, es solo un celular.

—Sí —responde sin mirarme—. Puedes comprar otros cinco si quieres.

—No sé qué es lo que te ocurre —suspiro cansada—. Solo venía a avisarte que el padre de John B está vivo.

Por primera vez desde que llegue voltea a verme, hay una sonrisa en su rostro y la ilusión bailando en sus ojos.

—¿En serio?

—Está en el Chateau.

—Maldición.

—Cree estar cerca del tesoro del que hablaba Singh —me apoyo en la mesa—. Dan y Rafe no querían que saliera de casa, pero necesitaba verte y saber si estabas bien.

—Tienes más cosas por las que preocuparte, no solo por mí.

—¿Qué pasa? Estábamos bien en el barco, llegamos aquí y actúas raro. ¿Qué cambio?

—Nada —traga saliva—. Estamos bien.

—JJ, por favor.

—Nada, ya te lo dije.

Niego con la cabeza, tengo toda la intención de irme, huir como siempre, pero quito esos pensamientos de mi mente. Camino unos pasos para quedar más cerca de él, logrando que nuestras respiraciones se mezclen.

—Puedes confiar en mi —mi voz sale en un susurro—. Háblame.

Nuestros ojos chocan, azul contra azul, pero algo cambio. Su mirada es diferente, esta fría y distante. Lamo mis labios logrando captar su atención, estamos por besarnos cuando niega.

—No deberíamos hacer esto ahora —se aleja rápidamente—. No deberíamos.

—Si tú lo dices.

—Bien, estuve pensando todo el camino de regreso —admite, siento mi corazón latir con fuerza y sé que algo malo se viene—. No vamos a funcionar, va a terminal mal de todas formas.

—¿Qué? —exclamo atónita—. Lo hicimos funcionar, no sé que cambió pero podrías intentar solucionarlo.

—Mírate, ¡tienes ropa nueva! —apunta con el dedo—. Mírame, ¿qué tengo yo? —señala la casa—. ¿Esto? —lanza una lata al suelo—. ¿Esta mierda? Me echarán en tres semanas de aquí. Mierda, no tengo ni padres. ¿Por qué te importaría? ¿Por qué? Soy un perdedor que...

ꜱᴏᴍᴇᴛɪᴍᴇꜱ | ᴊᴊ ᴍᴀʏʙᴀɴᴋWhere stories live. Discover now