capítulo 1

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'la llegada de la no deseada'

Arianne.

La pelinegra había terminado de hacer maletas y ya su mayordomo estaba subiendo todo a el auto. Cuando sus padres salieron, Arianne ignoró completamente su presencia, no le interesaba hablar con ellos.

La estaban enviando a un pueblo que no conocía, con gente que no conocía y un internado con quién sabe que costumbres.

No entendía cuál era la causa de que la enviaran tan lejos sin una razón, era una chica de exelente comportamiento. Ni siquiera puso peros cuando la intentaron casar con el hijo de sus socios, aunque claramente no quería casarse con un chico que no conocía.

Sus padres entendiendo que no quería hablar con ellos, pero tomandolos por sorprensa Arianne sube las grandes escaleras blancas hasta ellos y los abraza.

Ellos le devuelven el abrazo y sin decir nada Arianne baja las escaleras y está se monta a el auto con rapidez.

Arianne no se sentía triste, más bien se sentía enojada. No porque fuera a dejar a sus amigos y todo lo que había construido en Los angeles, más bien porque sus padres la habían enviado a ese internado de mala muerte. Podría jurar que hacían experimentos con sus estudiantes.

Ignorando todos sus pensamientos y que su chófer ya estaba listo para arrancar decio poner música en sus audífonos y dormir un poco.

Arianne decidió poner música de su banda favorita y logro acomodarse en una pose en la que no despertara con dolor de cuello y se fue quedando dormida poco a poco.

Arianne estaba acostumbrada a los cambios, ya que su vida era un tanto caótica. Ella era francesa pero por la muerte de la hermana de su madre decidieron mudarse a el sur de California, para después irse a México durante la mitad de un año y pasar la otra mitad en Miami y volver pero ya a una nueva casa en Los Ángeles.

No habían vuelto a Francia desde la muerte de su tía, sus padres tampoco les gustaba mucho Francia, ya que decían que desde la muerta de su tía todo se volvió más melancólico para su madre.

Está entendía, aunque si extrañaba cosas de Francia no recordaba mucho para ser sinceros. Tampoco recordaba la edad que tenía cuando se mudaron.

Arianne le encantaba dormir, más si era en las tardes. Ya que por alguna razón era más fácil hacerlo.

Para Arianne dormir era maravilloso, no sentía los problemas, sus dolores o sus penas. Aunque claro que existían las pesadillas, pero Arianne no tenía estás casi que nunca.

Ya dormida Arianne no soño nada, estaba en blanco, y eso era más relajante.

La música seguía reproduciendo, y Arianne en su sueño.

Arianne empezaba a despertarse, inconscientemente le pregunto a su chófer, del cuál no recordaba su nombre. Sus padres tenían la costumbre de cambiar mucho de personal de servicio. Así que por más que quisiera, sería irrelevante aprenderse sus nombres si los cambiarían el mismo día que llegasen.

Aún recostada y con los ojos cerrados Arianne le pregunto cuánto faltaba.

—Media hora, señorita—le respondió el chófer—aunque si desea podemos hacer una parada en el pueblo para que coma algo antes de llegar.

Arianne - [Secretos Que Contaminan] ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora