My love and my life [TERMINADA]

✨삼✨

Ya me duele el trasero por estar en su hombro tanto rato.

— Han Seojun!

— Que?

— Bájame! Me duele el trasero y aparte no puedo comer bien así.

— Primero: Te estoy dando en la boca, no te quejes. Segundo: Si quieres te consigo una almohada. Tercero: Si te bajo ahora, perderé la apuesta y no quiero eso.

— Pero...

— Sin peros. Come.

Resignada, abrí la boca y seguí comiendo bajo la atenta mirada de todos en el comedor. Que incómodo. Pero la mirada de Suho Oppa sobre mi era la más intensa.

— Han Seojun, me duele el trasero! Y faltan 20 minutos para que acabe el recreo!

— Bien, hagamos algo. Te bajaré, pero a la salida te cargaré de nuevo. Y cumplirás mi deseo, porque te estoy bajando ya que me lo estás pidiendo.

— Bien, pero solo bájame!

— Ok.

Me bajo con cuidado y cuando puse los pies en el suelo, todavía me tenía agarrada de mi cintura. Esta loco.

— Ya, déjame.

Lo aparte bruscamente. Me senté y empecé a comer por mi cuenta, hasta que vi como se levantó y salió de ahí. No se qué fue, pero me sentí tentada a seguirlo. Así que lo hice y vi que había ido al salón, donde no había nadie. Al estar solo, o al menos eso creía el, se empezó a masajear el hombro y a hacer muecas de dolor. Realmente, estaba adolorido pero era demasiado orgulloso como para aceptarlo.

— Seojun.

— Que haces aquí? Vete y olvida lo que viste.

— No me iré. Y no diré nada de esto, Seojun, solo quiero ayudarte. Siéntate.

Me miró algo extrañado pero asintió y se sentó donde le indique. Agarré el botiquín que había y saque una crema para el dolor. Espero que le ayude un poco.

— Quítate la chaqueta y ábrete la camisa.

— Si me quieres desvestir, buscate otra excusa.

— No quiero, pero quiero ayudarte. Solo has lo que te digo.

Dudó, pero lo hizo. Se quitó la chaqueta y abrió su camisa. Me puse frente a él para que no lo vieran y le baje la camisa hasta debajo del hombro. Seojun solo me miraba.

Lentamente, empecé a aplicarle la crema y a hacer suaves movimientos en su hombro. De reojo lo mire y vi que apartó su mirada de mi rápidamente. Idiota.

— Ya está. Deja te abrocho la camisa.

Le acomode la camisa y lo mire sonriendo. Pero el estaba serio.

— Un gracias no estaría mal, señor.

— Señor?

— Ah, no, me equivoque.

— No te hagas, se que eres la de ayer. Donde esta mi casco?

— En mi casa, no te enojes. Mañana te lo traigo.

— Está bien.

Se levantó y se puso su chaqueta. Antes de salir del salón, volteo y me miró.

— Ah, y gracias por la... Bueno, por... Ya sabes. Gracias.

— No hay de que, Han Seojun.

Ya se iba a ir pero lo llamé y se detuvo. Me acerqué a él y le hablé.