CAP.1

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Un día soleado de primavera, normal y tranquilo como cualquier día a las 8:00 a.m claro a excepción de que estamos con el clan kikuchi

¡Buenos días querida, es hora de despertar!— con un grito alegre y risueño estaba siendo despertada la hija menor de la familia principal en el clan

Yui, la más pequeña con apenas 16 años apenas y podía abrir los ojos por el cansancio

Mamá puedes dejarme dormir un poco más? — suplicaba con voz adormilada y ronca tallando se los ojos con irritación, cortesía del sol

No, anda levántate y baja a desayunar tienes 20 minutos, te amo— y sin más salio de la habitación

La chica se levantó arrastrando su cansado cuerpo al baño donde se dio una ducha, aseo personal y de más para 15 minutos después salir lista y aun cansada, su cabello sujeto por un broche y sus lentes

Al bajar las escaleras percibió a sus hermanas mayores algo tensas, sin darle mucha importancia se sentó a la derecha de su padre. Hitoshi era un hombre difícil de describir, todos conocemos a ese ansianos con mala cara pero que en realidad es amable y calando, básicamente es el.

Una vez sentada su madre llevo con un sarten grande poniéndolo en medio de la mesa, contenía estofado de pollo para acompañar el arroz ya servido en unos tazones, todos comenzaron a comer de forma pacífica cuando una voz interrumpió

Papá necesito dinero. ¿puedes darmelo después del desayuno?— todos voltearon a ver de manera atónita a la chica que lucia más mayor la cual le restaba importancia

Y para que necesitas dinero Kimiko si ya tienes todo lo que deseas — la voz del padre advirtió peligro al sentirse obligado ante la petición de su hija sin siquiera preguntar si podría tener ese dinero

Necesito nuevas joyas, ya todo el clan me dio con lo mismo siempre y tengo un estatus que mantener— la arrogancia en su voz hizo de Yoi sintiera ganas de vomitar

Kimiko no necesitas que todos te vean siempre con diferentes joyas ya eres bonita así, recuerda que tienes el título de "flor más bella" dentro del clan no es necesario todo eso— de forma apenada y dócil hablaba la hermana del menio Mai

¡Silencio Mai!— el golpe contra la mesa que provenía de la hermana mayor alertó a todos, en ese momento su padre la tomo de la muñeca con una mirada escalofriante

Así no se comporta una persona educada en la mesa Kimiko y respecto a la petición o mas bien que exigiste dinero la respuesta es no — y sin más la soltó continúen do la comida

Todo esto era observado por la menor y su madre quienes preferían involucrarce, al terminar el desayuno la menor reverencia y agradece la comida

Papá voy a ir al pueblo a comprar algunas cosas, regresaré para el medio día— la mirada incrédula de la mayor no se hizo esperar después de escuchar el "adelante" de su padre

!¿Que carajos?!  Porque ella si puedo comprar cosas y yo no —gritaba enfurecida levantándose con furioa

Deja de gritar, es porque las cosas que voy a comprar son para mis entrenamiento y no joyas como tu— con ironía le sonríe sabiendo que tenía algo de razón

Claro como no eres bonita no necesitas nada porque nada te va bien— su voz llena de veneno desató la mirada furiosa de su madre quien se levantó de inmediato

No necesito eso, y sabes porque, porque todo está aquí—señaló su cabeza— lo importante esta aquí, ¿que pasará cuando un comerciante te estafe? Ni siquiera te daría cuenta porque estas hueca por dentro— tomo su plato en el que antes tenia comida para llevarlo a la cocina 

Aun escuchando sus berrinches subió las escaleras camino a su habitación donde al abrirla se encontró con un pequeño gato de unos seis o siete meses acostado durmiendo plácidamente, acaricio su lomo suave su pequeño pelaje, corto y esponjoso al igual que su cuerpo y sus ojos, esos ojos parecían dos zafiros un gato básicamente hermoso 

Tomo su ropa cambiándose rápidamente para poder salir lo antes posible



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La aldea estaba llena de comercio pues era una aldea de paso donde mayormente entraban y salían personas, se podía escuchar de todo, desde puestos de comida ofreciendo sus productos claro que dependiendo el lugar de la aldea donde te encuentres es diferente lo que se escuchara. Paseaba entre las calles dónde se podían encontrar armas y de mas cosas para el entrenamiento, entro a una tienda que conocía bien al entrar pudo ver maniquíes con conjuntos deportivos, en los estantes pegados a la pared había armas y sellos para invocar armas, al llegar al mostrador una señora muy amable la recibió con una sonrisa

 —Hola buenas tardes linda ¿Que buscas el día de hoy?— la amable señora se levantaba de su asiento saliendo del mostrador para poder enseñarle nuevos artículos de la tienda si eso era lo que buscaba

—Buenas tarde estaba buscando un artesano que pueda hacerme un encargo especial, lo que busco es una espada que pueda transmitir mi chakra ¿Usted cree poder?— pregunto la chica aun preocupada por el encargo—

—Claro señorita, es un pedido un tanto peculiar pero estoy segura de poder lograrlo que le  parece si regresa en una semana y media para poder checar la empuñadura y que este lista para ese mismo día— con una sonrisa amable termino la conversación a lo que la chica optó por salir de la tienda para irse de nuevo a casa






 

La única que no es inútil (Itachixtu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora