La muerte

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Lo que la muerte roba de una vez, el recuerdo lo devuelve a cada instante...

(...) Si algún día quieres conocer el vacio, mira a los ojos a alguien que perdio todo, que perdio a alguien, a su todo...

Mi corta juventud con sus bajas y bajas, y algunas altas. Mis inexpertos pasos y seguras pisadas creyendo tener el mundo en la mano cuando la realidad es, que si de control hablamos, apenas me controlo a mi. Nunca había visto la muerte a través de los ojos de otra persona y admito que si es complicado hablar del amor, mucho peor es hablar del adiós,sí, del adiós.

Mientras crecía los "Buenos días" de esa señora eran tan habituales como el cigarro de las mañanas en las manos de un vicioso. Mientras ella estuviera presente en su sillón no podía faltar mi saludo. Siempre la veía sonriente, en esa edad donde se dejan de contar años y la vida se vuelve un rutinaria sucesión de días que ella dominaba muy bien. Siempre me preguntaba como alguien podía estar siempre feliz hasta un día cinco como hoy, de hace un mes, mi rutina mañanera se vio interrumpida por un inexpresivo silencio. Traté de camuflarlo con la sonrisa más fingida de mi arsenal pero solo un gesto vacío de su mano tuve a cambio. Deseándole un buen día proseguí mi camino, sabía lo que había pasado, su esposo, su amigo, su todo habia muerto. El tiempo pasa, implacable, recordándonos lo hipócrita de un "para siempre" y lo burlesco de un "Hasta que la muerte nos separe", promesas que nadie toma en serio porque aun hay vida, hasta que se pasa... la vida. Hace un mes que partió Chicho, así le decíamos, la alegría del barrio, el "yo quiero ser como el" que salía de mi boca cada vez que los veía de la mano sonrientes. Aveces quisiera poder decirle a ella que no está sola, que yo también lo recuerdo, pero esta manía que tengo de solamente gritar en prosa no me deja. Descubrí en otros ojos lo ridículo que es sufrir por alguien que puedo ver al día siguiente, o lo que es peor, sufrir por alguien que ni siquiera desea verme a mi.

(...) Cuando dices adiós para siempre a alguien de quien nunca quisieras alejarte, eso es despedirse...

Así lo expresó alguien que probablemente vivió algo parecido a ella. Yo la verdad, no puedo imaginarlo.

Un día cinco como hoy, de hace un mes, falleció Chicho y se llevo la risa tres casas a la izquierda de la mía, se llevo todo el verdor de un jardín y mi saludo mañanero consigo; nunca me molesto, al contrario, nunca muere en quien se piensa. Con el tiempo entendí, que para ella, desde hacía sesenta años, su "Buenos Días" era él.

fuera de mi abismoWhere stories live. Discover now