Capítulo 28

849 48 0
                                    

Lando Norris

Tres meses después...

Estaba en la mansión de los Donovan con mis padres, durante seis meses he estado yendo al hospital para saber algo de Juli, ella no ha despertado aún y los doctores comienzan a preocuparse, incluso de dijeron al padre de Juli que diera la autorización de ya no despertarla, pero él se negó.

-Lando. -Mariano me llamo desde el otro lado de la sala y me hiso seguirlo hasta el despacho de su padre.

Una vez adentro ambos me miraron serios.

-¿Pasa algo? -Les pregunté.

-Nos llamaron del hospital. -Dijo el señor Alexander.

-¿Esta bien? -Me alteré.

-Sigue igual, pero no nos llamaron para saber su "progreso" -Dijo haciendo comillas con sus manos.

-¿Entonces? -Pregunté aún mas alterado.

-Lando. -Mariano me tomó del hombro. -Nos dijeron que el tiempo de espera máximo esta por cumplirse.

-¿Eso que quiere decir? -Estaba confundido.

-Que entre mas tiempo pase es menos posible que Alessandra despierte, en una semana ella cumple los cuatro meses, si ella no despierta en una semana, el protocolo del hospital dice que tendrá que ser dormida. -Se detiene y suspira. -Si ella no despierta en una semana ya no la volveremos a ver.

Sentí un vuelco en el estómago ante esas palabras. No pude articular las palabras y solo me salieron unas cuantas.-Pero, por eso están pagando.-Las palabras de Mariano no tenían sentido.

-Si, pero, hay mas pacientes y el hospital quiere espacio.

-Podemos trasladarla. -Dije desesperado.

-Lando, no es prudente trasladarla en el estado en el que esta. -Las palabras del señor Alexander estaban terminando con mi esperanza. Negué y negué una y otra vez, podía creer lo que me acababan de decir.

Solo salí corriendo del lugar, no quería que Juli se fuera, sabía que también era difícil para Mariano y el señor Alexander, por eso me preocupaba mas, que su familia se haya resignado a ya no tenerla mas. Corría por los pasillos de la mansión haciendo vaso omiso a los gritos de Alexander y mis padres.

Me subí a mi auto, conduje hasta el hospital donde pedí que me dejaran pasar a la habitación de Juli.

Cuando ya estaba con ella me senté en una silla aún lado de la camilla y tomé su mano.

-Amor, Juli, tienes que despertar, se que es difícil tu vida, pero te prometí que yo siempre estaría contigo. -Suspiré dejando salir una lágrima. -Te lo prometí y no pienso romper mi promesa, pero tu también me prometiste que no te irías de nuevo, yo confió en ti y se que odias romper promesas, Juli, solo, solo piensa en tu familia en nuestro amigos, en mi.
-Hasta este punto ya estaba llorando. -Te amo, te amo y si tu te vas no que voy a hacer, no quiero perderte, no quiero Juli, quiero estar contigo siempre Amor. -Sentí como la mano de Juli se movía, pero no le preste mucha atención, hasta que sentí que estaba acariciando mi cabello. -¿Juli? -Alcé la mirada y la vi, volví a ver esa sonrisa que me volvía loco, esos ojos grandes que me idiotizaban con solo una mirada.

Sus ojos. -Tan abiertos y con ese azul verdoso que los caracteriza.

Su mirada. -Esa mirada tan inocente y tierna al mismo tiempo.

Sus labios. -Sus labios pequeños, definidos y regordetes.

Su sonrisa. -Tan cálida y amplia.

Ella, solo ella y nadie mas, no hay persona mas dulce que ella ¿Qué tiene de especial? No lo sé, solo es ella, todo su ser, su personalidad tan divertida y extrovertida, su forma de ser, o tal vez su sencillez ante el mundo. Es simplemente ella.

-Yo también te amo. -Sus palabras me reconfortaron, estaba emocionado y solo la abracé lo mas fuerte que pude.
-Y también te extrañé. -Me dijo mientras me devolvía en abraso.

-Te prometí que no te dejaría nunca. -La besé, era un beso lento, dulce y tierno, la extrañaba tanto, extrañaba oír su voz, ver su sonrisa, discutir porque me comía su crema de avellanas, pero ya estaba conmigo y eso no la cambiaría por nada.

Antes de que pudiéramos separarnos sentí que me jalaron del brazo. -¿Qué car...? Ouh jeje hola. -Le dije a Mariano quien me miraba muy feliz, nótese el sarcasmo.

Antes de que me acecinara se acercó a Juli y la abrasó.

Y por fin la espera había terminado

Tú & Yo por el mundo || Lando NorrisWhere stories live. Discover now