Contrario a lo que muchos crean, las cosas imposibles son en realidad muy comunes. Y tanto Giyuu como Shinobu, lo experimentarán en sus días de preparatoria.
En estos momentos nos encontramos dentro de la residencia Kamado. En donde, el hijo mayor caminaba de un lado a otro por los pequeños pasillos de la casa debido a lo muy nervioso que se encontraba, repitiendo una misma frase en su mente.
Ya viene. Ya viene. Ya viene. Ya viene.
Ha pasado como una semana desde que él postulo y dio el examen de ingreso para poder ser estudiante en aquella prestigiosa preparatoria, muy conocida en el país.
Tanjiro todavía recuerda lo muy difícil que fue completar aquel examen, el cual parecía imposible a primera vista. Sin embargo, fue gracias a las sesiones de estudio y recomendaciones que recibió por parte de su hermano mayor, que pudo concentrarse en su prueba mientras mantenía la calma.
Y ahora que está recordándolo, comienza a sentirse sumamente agradecido con su hermano mayor por toda la ayuda recibida. Aunque Giyuu no se encuentra aquí en estos momentos, debido a que tuvo la necesidad de mudarse a un departamento rentado para así no llegar tarde a sus primeras clases de la universidad; sin embargo, él no esta solo, aquel departamento lo comparte con su mejor amigo Sabito, quien también decidió estudiar en la misma universidad.
[Ding Dong]
En ese momento, Tanjiro escucho como alguien tocaba el timbre de su casa, lo cual hizo que se pusiera aún más nervioso, ya que sabía que el significado de eso. A pesar de como se sentía, se armo de valor y salió a entender a quien había tocado el timbre.
"¿Kamado Tanjiro?"
"S-si"
"Esta carta es para usted"
Tanjiro le agradeció al cartero y la recibió su correspondencia, para luego, entrar a casa.
Aquí vamos.
Ya dentro, él no lo pensó dos veces y abrió aquel sobre, el cual tenía dentro los resultados de su examen de ingreso que indicaba si había pasado o no.
"¡!"
Llevándose una gran sorpresa.
Acto seguido, fue donde encontraba su madre mientras gritaba con toda la alegría del mundo.
