Era un miércoles por la tarde.
Jay iría a recoger a Harry a su casa para después ir juntos a coger flores al mismo campo de siempre.Jay se encontraba calzandose unas botas marrones mientras Louis estaba arriba jugando con sus marionetas preferidas.
- ¡Venga Louis, baja! ¡Ya jugarás después, vamos a llegar tarde a recoger a Harry! - Gritó Johanna para que se diera prisa.
- ¡Ya voy mamáaaaa! - Se quejó Louis mientras cogía su jersey y bajaba rápidamente las escaleras.
Se subieron con prisa al coche y partieron a casa de Harry.
Solo tardaron unos cortos diez minutos en llegar, la carretera estaba bastante vacía y no tuvieron ningún inconveniente ya que sabían perfectamente donde estaba la fábrica de mermelada.
Harry y Anne se encontraban en el porche sentados en unas sillas mientras les esperaban.
Anne se levantó y saludó con la mano — ¡Hola!
Jay hizo sonar el claxon en forma de saludo.
Nada más se bajaron del coche Harry cogió su bolsa de tela en la que llevaba la merienda, su delfín y alguna ropa de cambio por si acaso y salió corriendo a ver a Louis.
Mientras tanto Jay ayudaba a Anne a meter la silla de Harry en el coche.
— Tenía muchas ganas de verte y de ir a jugar contigo a tu casa — Comentó el ojiverde muy emocionado.
— ¡Yo también! ¡Nos lo vamos a pasar genial! — Contestó Louis con mucha ilusión.
Cuando acabaron de meter la silla en el coche Anne se dirigió a su hijo para despedirse de él.
— Pórtate bien Harry, voy a recogerte más tarde, haz caso a Johanna. Te quiero. — Dijo mientras le daba un beso en la frente.
— Seguro que se va a portar genial. — Comentó Johanna por las espaldas.
— Si mamá, te quiero mucho, adiós. — Harry se despidió.
Louis y Harry estaban en los asientos traseros del vehículo con sus manos entrelazadas.
Johanna vio a los dos pequeños por el espejo del coche y sonrió sin quitar la vista de la carretera.
¿Puede que a Louis le gustara Harry? Probablemente sí.
Le gustara o no, los dos niños le parecían adorables.
Ella lo sabe y siempre lo supo. Aunque el propio Louis no se lo hubiera dicho se veía bastante claro que a Louis le gustaban los chicos en vez de la chicas.
Estaba muy orgullosa de él.
Sabía que no iba a ser fácil ni ahora ni mucho menos cuando Louis sea mayor, hay mucha gente mala en el mundo.
Su padre era homofobo y por esa razón solían discutir muy a menudo.Louis no tenía nada de lo que preocuparse mientras Johanna estuviera a su lado.
Llegaron a casa de Louis y se bajaron del coche que estaba ya aparcado en frente del garaje.
— Esta es mi casa. — Dijo Louis enseñándole su casa a su "novio" mientras subían las pequeñas escaleras que daban a la puerta principal delantera.
Harry iba con un poco de vergüenza puesto que nunca había estado en casa de otra persona que no fuera algún familiar.
Entraron a la sala de estar. Era una habitación bastante grande, la mayoría de muebles eran marrones y parecían caros.
— Podéis ir a jugar arriba un poco mientras preparo la merienda. Cuando acabe os llamo para ir a dar un paseo y coger flores. — Dijo Johanna dulcemente a los dos pequeños.
— Vale mamá.
Harry cogió su mochila y sacó su peluche.
Los dos niños subieron a la habitación de Louis.
— ¿A que quieres jugar Hazza? — Cuestionó el ojiazul.
— Hmm... No sé. ¿Que juguetes tienes? — Preguntó Harry mientras posaba su muñeco en la cama y miraba con admiración la habitación de Louis.
Le encantaba esa habitación, tenía muchas cosas y era muy acogedora.
A Harry le gustaba su habitación pero no el hecho de que lo tuviera que compartir con su hermana mayor.— Tengo puzzles, pelotas, libros, pinturas...
— ¿Podemos dibujar?
— ¡Claro! - Respondió Louis.
Se dirigió a un armario de cajones y cogió un bote lleno de todo tipo de pinturas, rotuladores, ceras, maderas... y un par de folios.
Se tumbaron en la alfombra del suelo y empezaron a pintar.
— ¿Qué vas a dibujar Harry?
— A tí y a mí juntos.
— Aawww, que bonito Hazza.
Harry le parecía la persona más tierna que había conocido.
— ¡Vamos chicos! — Exclamó Jay para que bajaran para irse a pasear.
Louis cogió el dibujo que Harry había hecho.
Eran dos niños en forma de monigote agarrados de la mano y con corazones al rededor. En una esquina estaba escrito “Louis y Harry”
— ¿Puedo quedarmelo? — Preguntó.
— Sí, lo hice para tí, para que nunca te olvides de mí.
Los dos niños se calzaron y bajaron al salón.
— Ya cargo yo las bolsas, no hace falta que llevéis nada. — Dijo Jay cogiendo las cosas para irse.
Mientras que salían a la calle Johanna hablaba con Harry para conocerle un poco mejor y se sintiera más cómodo con ella.
Empezaron a caminar hasta llegar a un bonito prado, estaba a pie de la iglesia.
La madre de Louis estiró una manta de cuadros blancos y rojos en el suelo y puso ahí la comida.
Harry y Louis buscaban flores bonitas por esa pradera. Era muy grande y no había gente.
— ¡Mira esta! — Louis señaló una flor roja muy bonita.
La cogió y se acercó a Harry.
— Es para tí. — Se la ofreció tímidamente y con una pequeña sonrisa en la cara.
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The Children From The Playground ||L.S.||
FanfictionDicen que la infancia es una de las etapas fundamentales de la vida, puede que sea cierto, o tal vez no. En cualquier caso la infancia marcó de por vida el destino de dos jóvenes con un futuro con el que se darían cuenta de que las almas gemelas nun...