iii. x

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To the boys who deserves to be loved.
pt. i


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Una luz plateada iluminaba la oscura habitación, un lince en medio de la misma parecía estar mirando con atención a quien lo invocó, era una escena casi deprimente; el reloj marcaba pasada las tres de la mañana, una suave y fina lluvia se escuchaba en el exterior, el frío de la habitación y la mirada perdida de una adolescente.

Victoria Pieterse estaba segura que invocó aquel patronus solo porque necesitaba la compañía de alguien o algo, porque sus pensamientos la estaban atormentando al punto de querer hacer cualquier cosa por detenerlos, aquel lince fue su luz en medio de la oscuridad, no era mucho, pero era suficiente, un suspiro de cansancio rompió el silencio en el interior, su mirada se desvío de la pared para mirar al patronus.

La mano de la misma se alzó como si intentara tocar el hechizo pero lo dejó a medio camino, podía recordar perfectamente el tiempo que gastó practicando aquel hechizo, la cantidad de recuerdos que surcaron por su mente los cuales fallidamente intentó usar para invocarlo pero que al final terminó siendo el que menos se habría esperado; en medio de una habitación vacía proporcionada por la sala de menesteres la cabeza de Victoria recordó la pelea de nieve junto a Draco Malfoy, recuerdo que provocó que segundos después el lince saliera de su varita.

Sonaba tan irónico que a la misma persona que a la que le profesaba disgusto fuera la misma con la que tenía el recuerdo más feliz.

Disgusto, definitivamente era una palabra que ella usaba gran parte del tiempo para referirse a Malfoy, pero que alejada de la realidad estaba, no había disgusto u odio, estaba casi segura que de no ser por la absurda rivalidad que ambos crearon en primer año habrían sido buenos amigos. Aquello la hizo sonreír, porque sabía que el descontento no se formó exactamente cuando ella se burló de que Harry Potter rechazara a Draco por el pelirrojo Weasley.

De hecho, a esas alturas no podía recordar con exactitud la razón de la existencia de la rivalidad que todo en Hogwarts conocían entre ambos rubios, ni siquiera el mismo Draco podía recordar que fue lo que provocó aquella actitud, sonaba incluso gracioso cuando en navidad ambos intentaron encontrar una razón exacta por la que los se profesaban odio, un odio que nunca existió, ninguno de los dos odiaba al otro.

Resultaba estúpido como les tomó tanto tiempo y estar en medio de una guerra para darse cuenta que detrás de las absurdas peleas y las constantes burlas para comprobar la paciencia del otro no hubiera lo que todos en el castillo creían que existía, lo cual resultaba aterrador para los involucrados porque llegaron a aclarar varias cosas que intentaban negar.

Entonces bajo aquella mañana nevada de navidad Draco Malfoy por fin aceptó para sí mismo que todas esas burlas simplemente fueron para negar los sentimientos que aparecieron cuando estaban a finales de su tercer año, que aquella sonrisa que Victoria ponía cuando quería enfatizar alguna estupidez que él hizo causaba algo más que un disgusto, que definitivamente le habría gustado ser él quien la hubiese hecho reír en aquel baile de navidad durante el torneo de los tres magos.

Victoria en cambio se sintió como si recibiera un golpe, porque ella no recordaba exactamente en qué momento lo dejó de ver como alguien al que tenía que superar, era como si un día se hubiese despertado sintiendo esa punzada en el pecho cada vez que lo veía intentar ocultar una sonrisa cuando ella decía algo, como rodaba los ojos, pero giraba su rostro para evitar que lo viera sonreír.

Sin embargo, hubo algo en lo que ambos si estaban de acuerdo y eso era el sentimiento de miedo que trajo el aceptar la realidad de sus sentimientos, miedo porque ninguno sabía que iba a pasar al día siguiente, Victoria y Draco tenían miedo de que fuera la última vez que se vieran, que el otro no pudiera volver a sentir la calidez del otro o las sonrisas burlonas que seguían existiendo, incluso el tener que lidiar con la terquedad que tenían.

Victoria para aquel entonces supo que habría sido mucho más fácil odiar a Draco Malfoy.

Lentamente la luz que iluminaba la habitación se apagó dejándola en penumbras, su cuerpo entumecido por el frio abandonó el suelo para levantarse y caminar con cuidado hacia el ruido que llamó su atención, el sonido de una madera crujir parecía que terminaría con todo, pero ninguno de los individuos en el salón pareció notarlo, Victoria se recargó en la pared.

— Encontramos la ubicación. —dijo uno de ellos— Esperaremos unos días más antes de atacar, tenemos que asegurarnos de que ella no pueda prevenirlo.

— Suena arriesgado.

— ¿Acaso tienes miedo? —Victoria reconoció la voz de su tío— Esa chica nos llevó hacia la vidente, no podemos retrasar más, Ellery podría ser descubierta en cualquier momento.

— Nuestro señor quiere que seamos rápidos, no podemos perder más tiempo, Potter ya destruyó algo que él necesitaba. —la mirada de Victoria se enfocó en el espejo frente a ella para observar a las personas dentro, reconociendo solo a tres, pero eso era suficiente.

Su dedo golpeteo con suavidad su pierna mientras escuchaba el plan que tenían para atacar el lugar donde Nina Thompson estaba ocultándose, Lord Voldemort estaba a punto de tener en sus manos a la vidente.

No puedes evitar que esto suceda. —explicó Thompson frente a ella— Tiene que suceder, ellos tienen que llegar a mí.

— Eres consiente de que podrían matarte, ¿cierto? —cuestionó Victoria ante la posibilidad enorme que resultaba el dejar que hicieran un ataque.

— No hay otra forma, si evitas esto quien les está ayudando podría saberlo, no es seguro y tampoco se el alcance de sus visiones, pero no puedo arriesgar esto.

— Si algo de esto no sale como quieres estarás muerta.

— Lo sé.

— Nina Thompson, jamás creí que llegaría el día en que te viera tan sumisa ante la idea de morir. —murmuró Victoria a la vez que se dejaba caer en el respaldo de la silla— Voy a ayudarte.

Victoria observó por la ventana apreciando como la nieve se iba derretido, las voces y los planes pasaron a segundo plano al darse cuenta de que la predicción que Nina Thompson hizo se estaba cumpliendo, una vez que la primavera de inicio sería el final de todo, eso fue lo que dijo la vidente durante su conversación.

El final estaba cerca.

Ending Scene ➳ Draco MalfoyWhere stories live. Discover now