Una Herida Un Curador

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El despertador sonó con una leve canción casi inaudible en la casa del rubio pero si en su habitación, apagandola con pereza se levantó colocándose sus típicas gafas gruesas llendose a bañar tratando de mejorar su humor, ser el mayor de 4 hermanos era duro y como no después de recibir reglazos por parte de quién te dio un espermatozoide para que existieras, simplemente blanqueó su mente y se metió en la pequeña bañera, desde hace tiempo ha tenido ese hermoso sueño cuando conoció a Rusia, su bully, pero no le consideraba así y Rusia no consideraba a Colombia como una presa.
Ambos adolescentes se arreglaron para ir a su gran universidad, paraíso para unos, infierno para otros, el rubio se colocó un suéter azul claro no sin antes ponerse una camisa debajo, unos jeans oscuros al igual que unas zapatillas no tan formales, el albino en cambio se puso un suéter negro de cuello alto y su típica chaqueta de béisbol junto con unos jeans de mezclilla y unas zapatillas negras.
Salieron de sus casas y se dirigieron caminando cada uno por su ruta hacia su lugar de estudio, era un día algo frío aunque después de todo el invierno se iba acercando así que era normal pero no tanto lo que sucedio,llegaron al mismo tiempo topandose uno con el otro casi chocando ya que el de gafas veía sus apuntes algo distraído.
Nadie más había llegado era demasiado temprano y la universidad abría a las 8 am, ambos se miraron empezando a caminar hacia el pequeño bosque que se encontraba detrás de esta.

- Creo que no medimos el tiempo cuando salimos... Pero eso es bueno.|Dijo mirando al rubio y acorralandolo contra un árbol de forma inesperada robándole un beso profundo.

- R-rusia.|No pudo decir mucho pues el albino lo volvió a besar empezando a agarrar su cintura pero al sentir un corrientazo por las heridas aún sin sanar solo pudo dar un quejido de dolor alertando de inmediato a su bully.

- Estás bien?..|Preguntó preocupado solo recibiendo una mirada baja por parte del de menos altura, en un movimiento rápido y limpio lo puso de espaldas alzando en conjunto su suéter y camisa encontrándose con marcas Rojas y lastimadas. -Quien... Quien lo hizo Colombia?.|Su voz se volvió fría completamente.

- M-mi papá, pero estoy bien, no le hagas nada por favor Rus.|Dijo con la voz temblorosa recibiendo un abrazo del contrario como respuesta el cual correspondió.

- Algún día te sacaré de ahí, ok? No te haré nada se nota que te duele...|Su voz se había vuelto dulce y amigable, algo que muchos no podrían oír nunca si no era Colombia.

- E-estare bien si tu quieres hacerlo, solo es ahí lo juro.|Sólo recibió un beso profundo siendo acorralado nuevamente contra aquel árbol y alzado a la altura del de tez más blanca, aún faltaban 3 horas para que abriera y ese tiempo Rusia no lo iba a desperdiciar.

Se oían muy leves sonidos en el bosque, suspiros y gemidos eran persivibles detrás de un árbol en donde se encontraba el de lentes encima de las piernas del albino siendo ocultadas sus acciones debajo de la camisa larga de Colombia, música para los oídos de Rusia quien lo movía de arriba a abajo con su miembro dentro acabando ambos, el rubio en el abdomen descubierto del albino y el antes nombrado dentro del ojo esmeralda.
Ambos se levantaron del lugar no sin antes vestirse, ya eran las 8 am y aún estaba cerrado a lo que se dirigieron a un hombre que estaba tratando la entrada que indicó a los jóvenes la temporal suspención de clases por varios problemas en la infraestructura, solo se miraron uno al otro y se marcharon al hogar de Rusia pues mencionó haber comprado unas películas en VHS para ver aunque claro no era solo eso.

- Tus heridas parecen quemaduras, tu padre es un hijo de puta...|Vendaba la cintura cuidadosamente de Colombia para mantenerlo lo más cómodo posible.

- Lo se, p-pero no puedo hacer nada por el momento.|Solo bajó la mirada un poco pero sin dejar de ver al albino.

-Oye gafitas, te quiero decir algo.|Se acercó cuidadosamente poniendo su boca en la oreja del contrario causándole un escalofrío que te haría sonreír maliciosamente. -Te amo....|Lo envolvió en sus brazos y lo beso metiendo su lengua en la boca del rubio explorando su cavidad y jugando con su lengua siendo bien recibido.
La falta de aire se hizo presente obligándolos a separarse dejando un hilo de saliva, el de mayor altura se acercó al hombro del de ojos esmeraldas mirándolo esperando una luz verde, que llegó a lo cual procedió a marcarlo profundamente.

- R-rusia~! Ah!~.|Gimió fuerte el rubio rasguñando la espalda del albino levemente.

El antes nombrado terminó su cometido empezando a lamer los restos de la poca sangre que salió al igual que depositaba chupones y besos en todo su cuerpo mientras lo ponía en su regazo apretando sus muslos haciéndolo recitar la melodía que más le encantaba, así duraron toda la mañana y toda la tarde sin llegar al punto de querer tener relaciones como conejos según uno de sus profesores.
Ya era de noche y lo que tuvo que pasar estaba pasando.

- R-rusia~! E-es-ppera mi padre me está llamando mmm~.|El rubio casi ni podía hablar por empezar a perderse en el bochorno del momento y por accidente contestó.

- Colombia, gilipollas donde mierda estás!.

- E-estoy estudiando en la biblioteca con un c-ompañero, ya casi s-son los exámenes.|Trataba de controlar su respiración y sonidos para no hacer dudar a su padre.

- Tks, bien si llegas muy tarde entra por el garaje no te voy a abrir, adiós Colo.

- Adiós E-españa.|Colgó rápidamente antes de recibir una respuesta terminado nuevamente en el abdomen del albino y el en su interior.

- Lo pusiste en su lugar al decirle por su nombre..... Estas bien gafitas?.|Dijo sonriendole de manera amigable acostándose a su lado.

- S-si solo estoy fatigado.|Su respiración se normalizaba lentamente mientras era abrazado por el contrario. -Y-yo también t-te amo.|Dijo entrecortado y sonrojado al decir aquellas palabras.

- Te daré una segunda ronda...|Dijo en broma dándole un beso dulce. -Me encantas.

Así terminó la noche con ambos abrazados durmiendo profundamente, una faceta que como antes dije, solo Colombia podía ver.

1074 palabras.

The Nerd And The Bully Donde viven las historias. Descúbrelo ahora