Capítulo 11

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Yo tenía metas y objetivos por lograr, no era muy ambiciosa, ni muy talentosa para exagerar, pero eran ilusiones que podía atreverme a llamar sueños

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Yo tenía metas y objetivos por lograr, no era muy ambiciosa, ni muy talentosa para exagerar, pero eran ilusiones que podía atreverme a llamar sueños.

Sueños que no cumpliría si me quedaba con Jisu.

Jisu era el más grande y hermoso sueño, en la historia onírica, que jamás se cumpliría. Porque los grandes sueños vienen acompañados de grandes dificultades y a veces son tan grandes, que son imposibles.

Descubrí entonces que yo era la única que no se estaba dando cuenta, de que mi vida estaba desplomándose desde antes de que se elevara...

Los amigos que antes tenía habían ido desapareciendo poco a poco de mi alrededor, mi familia había estado alejándose de mi o yo de ella con el paso del tiempo, el pez que tenía en casa había muerto porque olvidé cuándo fue la última vez que lo alimenté.

Todo estaba pasando a mi alrededor, pero yo no me había enterado de nada, por haber estado permitiendo que los latidos de mi corazón tranquilizaran a Jisu.

Y dolía mucho, porque la culpa no la teníamos ninguna.

Go Eun se mudó con Jisu para cuidarla ahora que su madre no estaría. Implicaba un proceso difícil el cambiar la rutina de Jisu, pero no había otra solución. Al parecer, lo aceptó, pero no permitía que la tocara, no la miraba y no le hablaba. No existía en su mundo, no estaba permitiéndole entrar y mostrarle su vida como lo hizo conmigo y eso sólo empeoraba las cosas para mis fatídicas ideas.

Y llegué a un límite, en el que la realidad me golpeó fuertemente en la cara. El egoísmo me alcanzó. Ganó la carrera, siendo recibido por las decepciones que había causado y pisoteando al amor.

Todos estaban logrando sus objetivos excepto Jisu y yo.

Los niños que habían crecido juntos, se habían quedado en el cubículo del baño abrazados y tomados de la mano, mientras los demás seguían creciendo allá en el patio.

Yo aún deseaba estudiar y ser una profesional, quería viajar,conocer más personas, quería tener un nuevo pez e incluso formar una familia... Pero Jisu no podía acompañarme en mi camino.

"¿Te vas?" la voz de Go Eun fue baja y temblorosa aquella noche que le conté sobre mi decisión de irme.

Mis padres querían que estudiara fuera, debía entrar a la universidad y seguir con lo que me correspondía en la vida.

¿Y Jisu?

"Tengo que hacerlo. He descuidado y echado a la borda sin darme cuenta muchas cosas, estoy omitiendo muchas partes de mi vida, estoy estancada y negando cosas que deben pasarme, estoy olvidándome de vivir y... Lo siento mucho, porque estoy siendo muy egoísta y Jisu no tiene la culpa de que yo sea tan importante para ella."

No deseaba esa vida para mi.

Era tan injusto. Tan injusto para Go Eun, tan injusto para Jisu, tan injusto para mi...

Si me quedaba, estaría condenándome a dejar pasar los años y esperar a morir al lado de Jisu, o a que ella muriera al mío.

Dejaría de ver los dibujos de Jisu, sus escritos, sus sonrisas, su todo, le negaría el latido de mi corazón, como el ser egoísta que siempre fui al estar a su lado.

Dejaría de ver los dibujos de Jisu, sus escritos, sus sonrisas, su todo, le negaría el latido de mi corazón, como el ser egoísta que siempre fui al estar a su lado

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Latidos | YejisuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora