Capítulo 70

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Danya

- Me alegro tanto que aún me tengas en tus pensamientos y me recuerdes. - Sonríe el hombre.

- Padre ella cree que estamos con Hades. - Dice el hombre que está sujetado por el látigo.

Se ríe a carcajadas. - Digamos que somos la rebeldía y tenemos nuestros propios súbditos,demonios, muertos y como también vivos. Hades quiere todo para el, pero nosotros no vamos a eso. Lo queremos todo y no queremos segunda opción sino la primera de tener todo. - Cierro mis ojos y le hago más daño al hijo, luego con un mover en mis manos hago que mi espada de una más en el cuerpo de el padre. Escucho un rugir.

Odio los eclipses me afectan un poco y aparte de todo no tengo suficiente energía, de un momento a otro no puedo abrir los ojos estoy ciega completamente en este cuerpo, ¡no, no, no! Siento la presencia de más demonios rodeándome, decido tomar cambiar de ropa, ya que saben quien soy y se me hace más fácil combatir, aparte decido vendar mejor mis ojos.

Creo que podría con todos y matarlos, pero de la nada siento la presencia de los demás y sin decir nada comienzan a peliar con los demonios, eran alrededor de 500 de todo tipo.

- ¿Por qué vieron aquí yo podría con todo esto yo sola? - Se habló mentalmente a la wica. - Esto es absurdo están en peligro todos y las fragmentos de la gema del collar. - Hablo molesta.

-  No fue todo idea mía, pero desde que sentí el eclipse no lo dude todos tenemos debilidades no importa cuan fuerte somos. Sabes como te pones y además la diosa me mataría si te dejará sola o aslan. - Me reí mentalmente porque solo pone excusas para justificarse. Pero es mala idea que estén aquí eso no tengo ninguna duda alguna, con respecto con eso.

Con el mismo hombre que tengo sujetado con las cadenas le doy a los demás demonios. Hago un sello en la arena y lo encierro. El padre me mira furioso e intenta darme con todo, aún con la espada en su cuerpo.

- ¿Cómo se siente ver morir a tú maestra? ¿Y no poder ser nada? - Me ataca con dagas demoníacas y palabras venenosas.

- No siento nada, pero luego de matarte seguro podría sentir satisfacción por verte morir y tú hijo. - Le digo. De un momento a otro le saco mi espada y grita de dolor. - No fue mi intención del todo, solo querías que mueras, pero no rápida sería muy fácil.

- ¡Maldita perra! Así como maté a tú maestra a ti también te voy a matar en este instante. - Se vuelve más grande y golpea la arena lo que hace un gran temblor en la tierra y un caos. Decido hacer una barrera y cubrir a los chicos. Mi energía se estaban agitando más rápido con el eclipse y podría perder el control o los demás morirse, siempre hago bien mi trabajo y si ellos vinieron conmigo ellos se van conmigo también.

El futuro era un poco incierto con mis decisiones, el ejercicio se vuelve a parar y la tierra ahora se está partiendo y abriendo una grieta mucho profunda podría llevarlo a lava o Inframundo, ninguna de las opciones eran buenas.

Todo tiene límites, hasta mi poder. De un momento sujeté mis espadas e hice un tornado para matar más demonios. Escuché un chillido, mierda al parecer el maldito hombre romperá mi hechizo con los Cullen y los volverá a su estado original, esto será una catástrofe o aún peor.

Tenía que actuar rápido, mate todo lo que se movía a mi alrededor, me quite más sandalias que tenía para sentir la arena en mis pies y prevenir mejor los movimientos de mis enemigos.

Ví que sabrina la tenían rodeada le mandé una de mis espadas la guíe con mis dedos y mató a todos a su alrededor. Hice una réplica al instante y se la deje para que peleara con esa.

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