No ha pasado mucho tiempo en realidad desde que parti de potorosso, a veces extraño mi hogar pero estoy ansioso de conocer la escuela, estoy seguro de que será divertido ¿verdad?
Antonella: Bien Luca cuando yo te diga abrirás los ojos
Antonella le estaba poniendo a Luca unos lentes nuevos, estando en potorosso Luca y Alberto decidieron ir a dormir a la torre, para platicar un rato, Alberto agotado de trabajar se quedó dormido pero Luca,acurrucado en su mejor amigo, por más sueño que tenía forzaba a su vista. Seguir leyendo durmiendo hasta que llegó el amanecer
Cuando despertó se dio cuenta de que su vista se había vuelto borrosa y empezó a alterarse, podía ver a su alrededor pero leer ya le parecía imposible
Alberto preocupado al verlo sollozar lo cargo y llevo con massimo y Antonella
Antonella hablo con los padres de Luca contándoles el problema, Luca ahora necesitaba lentes
Partieron todos, menos massimo y giulia, en el siguiente tren a genova
Después de un oculista lo revisara le dio los lentes indicados para el
Bueno una vez contada la historia de lo que pasó volvamos a la realidad
Antonella le puso a los lentes y le dijo a Luca que ya podía abrir los ojos
Luca poco a poco los abre y se emociona
Alberto: ¿Estás bien Luca?
Luca: ¡Si! ¡Ya puedo ver!
Antonella: solo debes tener mucho cuidado Luca, se pueden romper con facilidad
Luca: si, prometo ser muy cuidadoso
Antonella: Muy bien, ahora vamos a comer
Daniela: Luca
Luca: ou si, muchas gracias señora marcovaldo
Antonella: no hay de que
Alberto: ¿podemos ir a jugar en lo que está la comida?
Antonella: de acuerdo yo les llamo cuando esté, Andiamo
Ambos niños van corriendo y riendo a la habitación de Luca
Alberto: a decir verdad te ves raro
Luca: lo se, Luca revisa su reflejo en un espejo pequeño que tenía
Alberto; oye... Am... No me has dicho que pasó con los sentimientos que tenías con giulia
Luca da un pesado suspiro, su expresión se vuelve más entristecida y dirige la mirada al suelo
Esto a Alberto le preocupa eso
Alberto: Aún no desaparecen... ¿Verdad?
Luca solo aciente con la cabeza
Luca: pero da igual, soy solo un niño y puede que en el futuro eso cambie, dudo que sea para siempre
Alberto: Luca, si de verdad te gusta... Quizás no deberías darte por vencido
Luca: ¿Que?
Alberto: puede que Giulia si sea la indicada para ti, no te rindas ¿Ok? Si ella te hace feliz hacelo saber
Luca: ¿Estás seguro?
Alberto: soy un experto después de todo
Alberto sonríe pero en su corazón le dolió decir esas palabras, pero si fue capaz de dejar ir su Vespa, dejar que viniera a estudiar, y dejar que conozca a más personas lejos de el viéndolo solo dos veces al año, también puede dejar que se enamore de quién el quiera, con tal de que sea feliz y esa sonrisa no desaparezca
Luca: tienes razón, no debo darme por vencido, cuando volvamos a la escuela se lo diré
Alberto: suena como un excelente plan
Luca: claro que lo es
Alberto: ¿Por qué no estrenas tus lentes nuevos y me lees un poco?
Luca: claro, ¿Que te gustaría que leyera?
Alberto: Giulia dice que me parezco a la sirena de un cuento
Luca: ¿La sirenita?
Alberto: exacto
Luca: bien, Escucha atento
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