006

5.9K 759 130
                                    

𝐌𝐈 𝐒𝐎𝐋

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐌𝐈 𝐒𝐎𝐋

Terminando las clases, salí del establecimiento, suspirando de alivio al quedar libre, me dirigí a una tienda cercana, aprovecharía de comprar algo para la cena, aunque se me apetecía Yakisoba, compré lo que necesitaba de la tienda, tardando lo me...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Terminando las clases, salí del establecimiento, suspirando de alivio al quedar libre, me dirigí a una tienda cercana, aprovecharía de comprar algo para la cena, aunque se me apetecía Yakisoba, compré lo que necesitaba de la tienda, tardando lo menos posible, pagué y guardé el dinero restante, tomando el mismo camino me dirigí a casa.

Llegando a mi hogar, me adentré y dejé las compras sobre la mesa, se sentía bien llegar y no ver a nadie, estar sin mi padre cambiaba todo el ambiente a mi alrededor. Dejé mi mochila en el cuarto y busqué un contacto en mi móvil, al encontrarlo, marqué, estuve unos segundos esperando hasta que por fin contestó.

Hola preciosa, ¿todo bien? — Se escuchó desde la otra línea.

— Kei-Kei. — Sonreí al escuchar su voz. — ¿Dónde estás? 

Llegando a casa, linda. — De fondo se escucharon quejidos de dolor.

— Oh, He comprado Yakisoba, ¿Gustas pasarte por mi casa? Él... No está. — Invité.

Acepto linda pero estoy con un amigo, ¿Puedo invitarlo? — Preguntó dudoso.

— Claro, no hay problema. — Acepté.

Ahí estaremos, hermosa. — Colgó.

Dejé mi móvil en el mesón de la cocina y comencé a poner la mesa, tres puestos para cenar cómodamente, pronto se escuchó la puerta, me aproximé y abrí, sorprendiendome al encontrarme a Chifuyu acompañando a Baji, este simplemente desvió la mirada.

— Chifuyu. — Mencioné en bajo.

— ¿Hmm?  ¿Se conocen? — Preguntó curioso.

Antes de responder, me fijé que Chifuyu tenía el rostro con rasguño, ¿tuvo pelea callejera?, mirando a Baji vi que este solo tenía sangre, seguro de otro.

— Pero que demonios pasó Kei-Kei. — Fruncí el ceño mientras me hacía a un lado para dejarlos pasar.

Baji soltó una risita. — Digamos que salvé a este chico, unos bandidos le estaban esperando afuera del edificio. 

Escuché con atención sus palabras mientras los guiaba hacía la sala.

— Te dejaron mal, Chifuyu. — El mencionado todavía no hablaban.

— ¿Ya me dirás de dónde lo conoces? — Preguntó Baji.

— Ah, pues vamos en la misma clase y eso. — Respondí. — Hemos hablado un par de veces.

— Que bien, este chico es agradable, me ha ayudado en mi escritura antes. — Mencionó, mirando hacía el pasillo. — ¿Puedo ocupar el baño?

Enarqué una ceja, ¿Chifuyu ayudando? Y yo que pensaba que repartía golpes a lo desgraciado.

— Si, ve mientras yo me encargo de él. — Señalé al rubio.

Baji asintió y se encerró en el baño, seguido saqué un botiquín de un mueble, abriendo la cajita saquen algodón, humedeciéndolo con alcohol, luego me acerqué a él, pidiéndole que se sentara en el sofá más grande, al hacerlo me senté a su lado y comencé con el primer rasguño, este se quejó.

— Más despacio, Matsuo... — Me llamó por el apellido, no me sorprendía pero me causaba ternura viniendo de él.

— Te pasa por descuidado, siempre te metes en problemas, ahora te aguantas. 

Toqué varias veces el rasguño de él, con cuidado, lo mismo hice con el resto, desinfectando poco a poco.

La mirada de Chifuyu comenzó a colocarme nerviosa, además de estar demasiados cerca, intenté concentrándome en lo que hacía para no lastimarlo más.

— Lo siento. — Soltó de repente.

— ¿Eh? — Me detuve, para mirarlo.

— Siempre que me meto en problemas, tu me salvas, si no fuera por ti, seguro me suspenderían de clases. — Explicó.

— Chifuyu. — emití una risa nasal. — Como presidenta me preocupo por todos, no  me gustaría que bajes tu rendimiento por una tontería.

Humedecí otro algodón con alcohol, volviendo a limpiar sus heridas, al parecer él iba a decir otra cosa pero Baji salió del baño, acercandose, esta vez estaba limpio.

— Preciosa muero de hambre. — Se quejó.

— ¿Preciosa? — Repitió Chifuyu.

— Kei-Kei ya estoy terminando. — Dije, antes de que se adelantara a comer. — Antes de que pienses algo, Keisuke y yo nos conocemos desde que me mudé a este edificio, me ayudó... Bueno, cuando no estaba mi padre, además solía visitarlo de vez en cuando.

— Hablando, ¿Dónde está? — Preguntó Baji con una mueca.

— A salido de la ciudad, me mencionó de que consiguió un trabajo aunque ya sabes lo que me dijo, lo de siempre. — Solté con referencia a las amenazas.

— Si me dieras permiso, lo destrozaría a golpes. — Tronó sus dedos.

— Kei, no todo se resuelve a golpes, además recuerda que es mi única familiar, debo aguantar.

— Hmm... ¿De qué me perdí? — Preguntó Chifuyu.

Tanto yo como Baji lo miramos ante su confusión, ¿sería buena idea decirle? 

𝐌𝐈 𝐒𝐎𝐋 ┊ Chifuyu Matsuno. ☑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora