Un encuentro que salva una vida

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*Spoiler del capítulo 62 del Manga de Moriarty el Patriota

Hola chicos lindos como están, he vuelto con un nuevo relato pero esta vez fuera de la programación, eso sí serán dos pero el segundo será un poco más largo, tendrá que ver con Albert pero será una sorpresa su contenido jiji. En el caso de el relato que nos convoca se ubica en el capítulo 62 donde Albert es protagonista.

Me dolió tanto su estado en su niñez y en el tiempo actual de los capítulos donde está en prisión que busqué darle un poco de paz junto con escribir como llegaría nuestro Liam a su lado, espero haber calmado un poco la depre que nos dejó el capitulo y sacarles una pequeña sonrisa.

Disfruten!

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Después del incendio en la mansión Moriarty los tres hermanos pasaron a la casa de unos parientes mientras crecían y afirmaban su situación, no eran malas personas pero los tres pensaban que era mejor entrenar.

Los tres chicos con todo lo que había pasado estaban más tranquilos, ya no estaban en guardia y por un tiempo podrían vivir como niños, pero los demonios no dejan a su presa fácilmente y eso muy bien lo sabía Albert, quien llegada la primera noche tuvo una pesadilla muy real con su niñez, donde podía verse en el estudio de su padre con una pistola en la cabeza, y que esta a diferencia de lo que recordaba fue accionada, dejando su cuerpo inerte en la escena. Despertó gritando.

Fue eso lo que hizo que sus hermanos menores despertaran de un susto, por lo que al darse cuenta del estado de Albert corrieron a él para despertarlo.

-Nii-san!!- los dos gritaban asustados, debían despertar a Albert. Fue esto lo que hizo que este último despertara gritando con la mirada perdida mientras tocaba su cara.

-Estoy vivo...-

-Albert...- sintió una mano en su cara, era William

-Estoy bien....- la cara de sus hermanos estaba aun ante su vista- esta bien, les contaré mañana.-

-Albert...- Louis sacó un poco la voz llamando la atención de los dos – te molesta si dormimos contigo? Podremos protegerte en sueños.

-Louis, fue una gran idea- dijo revolviendo los cabellos de su hermano-

-Vengan acá- Albert le abrió sus brazos y volvieron a dormir, pero para desgracia de Albert el sueño se repitió, pero podía ver todo lo que su cuerpo hacía en primera persona, volviendo a temblar nuevamente.

-Voy a morir- era lo que pensaba resignado, ya que no podía controlar su cuerpo.

William sintió las lágrimas de su hermano llegar a él y con un movimiento le indicó a Louis que tocara sus manos. Ambos lo hicieron.

Esta acción pensó William le daría paz a su hermano, a él le ayudaba cuando Louis iba con el cuándo tenía una pesadilla, pero en este caso fue mucho mejor, puesto que dentro del sueño al momento que Albert se apuntaba con la pistola resignado sintió como alguien lo abrazaba y como otro tomaba sus manos.

-Ya no estas solo- escuchó la voz de William, dejándose llevar por sus movimientos hasta caer en la silla de su padre, siendo abrazado por sus dos nuevos hermanos. -William, Louis-, y fue este acto que hizo que el espacio se difuminara, apareciendo los tres en un jardín con tres lienzos y con mucha pintura cerca. De forma cómplice se miraron y comenzaron a jugar.

En el espacio real William entre sueños sacaba una sonrisa, Louis soltaba una pequeña risita y Albert estrechaba más a sus hermanos. Hace tiempo que no tenían una noche tan tranquila.

Ahora bien, volviendo al presente, Albert estaba otra noche más mirando a la ventana después de haber contado la cantidad de días que llevaba en prisión en la pared como de costumbre, pero esta vez no solo se limitó a recordar, sino que pensaba que ese sería el último día que tendría que marcar en la pared. Lo estuvo pensando por días, pero en el fondo de su corazón supo que era necesario para por fin cargar en pleno con la cruz de su hermano.

Fue en ese momento que el cuchillo que siempre dejaba en el suelo fue tomado por sus manos en posición de autolesión hacia su estómago, sabía que podía lograrlo ya que esta vez no estaba su miedo a la muerte y las razones que lo ataban a este mundo estaban lejos de él; era el momento de su partida.

-Louis, William, gracias por estos años donde pude conocer la felicidad- y acto seguido tomó impulso para enterrarse el cuchillo con los ojos cerrados, pero fuera de todo pronóstico una mano tomó la suya con fuerza.

-No puedo permitirlo, Nii-san-

Ante esa voz Albert abrió los ojos de par en par, esa voz...esa voz la reconocería incluso en los rincones mas profundos del mundo...no quiso mirar, temía que fuera un delirio de la vida para mantenerlo en este mundo.

-Veo que al final de mi vida ya he empezado a alucinar- comentó divertido, sintiendo con sorpresa que la mano temblaba y que su manga se humedecía.

-Albert por favor- ya era oficial, no estaba alucinando.

-William...- el cuchillo cayó a sus pies para después levantar su cabeza con miedo, viendo de forma sorprendente que no estaba viendo un fantasma sino que efectivamente había un hombre a su lado que estaba llorando y que subiendo la cabeza confirmó que era su hermano.

El decoro ya no existía, los modales se habían ido a quien sabe dónde, su hermano estaba vivo y eso es lo que importaba.

-William!!!- y acunando su rostro entre sus manos junto la frente con la de su hermano menor, llorando sonoramente fruto de la bocanada de vida que había recibido.

El rubio no estaba en una condición distinta, había entrado a la prisión como Sherlock le enseñó, sin delatar su presencia, como un fantasma, pero cuando entró a la sala cualquier técnica había desaparecido de su mente, no iba a dejar que una de las personas más importantes murieran.

-Albert- y en un abrazo los dos rompieron a llorar, Albert no quería soltarlo por que pensaba que se desvanecería, y William no quería irse de su lado. El contacto con sus hermanos se hizo una necesidad esos años y necesitaba sentir el calor de ambos.

-sabes que a Louis le va a dar un ataque verdad?- dijo separándose y limpiando las lágrimas de él y su hermano-

-Si es que desea verme- dijo William triste.

Albert al escuchar eso lo miró fijamente -Es que tu no sabes como Louis te ha extrañado, sueña con verte y está seguro que volverás pronto, debí saber que decía la verdad-

William con esto solo se reía mientras miraba hacia abajo, no podía caber más de la emoción.

-Has cambiado-

-Disculpa...-

-No eras tan expresivo- dijo Albert feliz levantando una ceja.

-Digamos que Sherlock me ha cambiado- dijo sonriendo por lo bajo.

-Gracias por cuidarlo Holmes- pensó por lo bajo Albert mientras tomaba sus cosas. -Ahora vamos, estoy seguro de que tienes todo planeado- y al momento de terminar esta frase tomó el cuchillo y se cortó el cabello, volviendo a su corte original, estaba renovado-.

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Escribir esto para darle paz a Albert me dio un paz de otro nivel, necesitaba hacerlo y poder también calmar mi ansiedad por la llegada de Liam jiji. Espero que hayan disfrutado leer.

Nos vemos en un próximo relato, se vienen los celos de Sherlock mis hermanos!! <3

Pequeños relatos Sherliam (Sherlock y William)Where stories live. Discover now