CAP 7

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Ayer por la tarde estuve con Éric, he de admitir que le había echado de menos. Era muy buena persona y conmigo se portaba genial. Me lo pasé genial con él y después de cenar también me quedé un rato en su habitación.

Estábamos Marta y yo solas en la cafetería mientras los chicos entrenaban. Decidí que era el momento de contarle que antes de ayer me lie con Pau.

-Marta -dije

¿Qué pasa? -me preguntó ella

-te tengo que contar algo -dije un poco seria, sabía que se podía enfadar

-yo también -dijo ella, sabía que me ocultaba algo, yo asentí

-tu primero-dije

-en la fiesta me lie con Pedri -dijo ella tal cual, iba a empezar a hablar cuando ella siguió- y he descubierto que alguien de la selección se veía mucho con tu hermano

- con mi hermano? -eso no me lo esperaba

- si -dijo ella- me he enterado porque la de recepción me ha dicho que tu hermano venía mucho por aquí y que siempre iba a la misma habitación cuando venía, hasta que un día dejó de venir

-esto no tiene sentido -me puse la manos en la cabeza

-además me ha contado que la mayoría le conocían y que hace tres años venía mucho -me agarró la mano- y que siempre enseñaba fotos de ti a todos, se me calló una lágrima por la mejilla, hablar de mi hermano me daba mucha pena

-no puede ser- dije- es que no lo entiendo, porque nunca me lo diría? -pregunté sin buscar respuesta - no sé quién estaba en la selección hace tres años, pero alguno habrá que soga, no?

- no lo sé Claudia- dijo mi nombre completo, eso solo sucede si hablamos de algo serio- este año la selección son todos muy jóvenes- yo asentí mirando para otro lado- bueno, cuéntame lo que me querías decir- dijo ella, yo tragué saliva

- Marta, me lie con Pau en la fiesta -dije con la mirada perdida- no te enfades por favor- supliqué mirándole a los ojos

-no me enfado- sonrió- él y yo no tenemos nada- dijo apoyándose en el respaldo de la silla- Pedri es mi nuevo proyecto

- cómo podemos ser tan distintas? -las dos reímos y estaba claro que la tensión de este día había desaparecido, aunque ahora esto lo de mi hermano.

A la hora de ella y yo estar hablando de diversos temas, aparecen los chicos que habían acabado de entrenar. Seguía un poco decaída por lo de mi hermano, siempre que salía el tema me quedaba un poco tocada y ahora que hay un enorme interrogante de porqué venía aquí casi cada día, me deja más pensativa que de lo normal. Normalmente cuando sale el tema de Álvaro pienso en cosas cómo: si alguien hubiera abierto esa puerta dos minutos antes seguiría vivo? o, si no hubiera entrado en Madrid, también estaría muerto?

Mi hermano murió de una manera un poco peculiar, se quedó encerrado en unos baños de la universidad, justo la tubería del gas estaba rota y murió intoxicado por eso. Al menos no sufrió, es lo que suelo pensar.

-La tierra llamando a Claudia- dijo Marcos con voz de robot sacándome de mis pensamientos; otro guapísimo, por cierto

¿Qué pasa? -dije sonriendo inocentemente

-nada da igual -dijo él riendo

- estas bien? -me preguntó Ferran susurrando ya que estaba al lado mía, yo solo asentí, no quería preocuparle- segura? -dijo él mirándome a los ojos, no le podía mentir, era mi mejor amigo y me daba cosa mentirle, esta vez hice un gesto con la cabeza indicando que no- luego hablamos -me dijo

La comida acabó rápido, al salir hablé con Ferran y se lo conté todo, él ayudó en lo que pudo, pero me dijo que él no sabía si alguien lo conocía o no. Después de esa conversación cada uno se fue para un lado distinto.

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Era por la tarde, el atardecer y decidí irme a la azotea, era un sitio que había descubierto hace poco y me encantaba. Nunca veía a nadie así que pensaba que nadie lo conocía pero eso cambió cuando ví a Pau sentado tocando la guitarra.

Me quedé asomada en la trampilla esperando a que acabase, no quería molestar. Esperé observando fijamente, él estaba de espaldas, mirando las vistas de la ciudad. Antes de salir del todo a la azotea había como un mini rellano, estaba entre dos trampillas. Y esperé apoyada ahí hasta que ví como paraba de tocar. Salí aplaudiendo

-me espías? -preguntó él con una ceja alzada- no sabía que eras espía

-ya te gustaría que te espiara- dije acercándome y sentándome a su lado, él sonrió sin mirarme, estaba afinando su guitarra.

- qué haces aquí? - preguntó - no suelo ver a nadie por aquí -seguía sin mirarme

-vengo desde hace un par de días y hoy me apetecía ver el atardecer , tampoco había visto a nadie nunca -yo si que le miraba a él, le observaba, observaba sus ojos claros, su cara de concentración, su sonrisa y todo eso con el atardecer de fondo. Era una persona muy guapa y aunque me cayera mal había que admitirlo

-para ser una persona que te caigo mal, te estás quedando aquí conmigo -sonrió y yo también sonreí

-es que me gusta el sitio y que haya una persona insoportable aquí no va a hacer que me vaya- dije riendo y él estalló en una carcajada 

Todo pasa por algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora