Maite y yo seguimos hablando durante horas, le conté todo lo que había sentido durante estos meses y se quedó sorprendida por tanta información. Pero fue bueno hablar.
Maite: Vamos a la discoteca esta noche, ¿quieres?
Dulce: Por mí está bien.
Maite: Vamos primero al salón de belleza, para arreglarnos las uñas y cepillarnos el pelo. Disfruta de tu vida de soltera. - dijo mientras se reía.
Dulce: Realmente estoy soltera.
Maite: Se me olvidó un detalle y ¿qué pasa con Alfonso?
Dulce: No me importa.
Maite: ¿Qué ha pasado?
Dulce: Me engañó amiga, justo el día de mi cumpleaños y yo no lo sabía. Estaba delante de mis narices y te dije que lo encontraba muy extraño.
Maite: Amigo, tenías razón y acabé dudando de ti. Lo siento, ¿vale? Te quiero y quiero que estés bien.
Dulce: Gracias amiga, no hace falta que te disculpes.
Pasaron unas horas y fuimos al salón y luego a la discoteca, quería divertirme y aliviar un poco la nostalgia que tenía por Christopher.
Maite fue a buscar a William, su novio, y me dejó sola bebiendo un poco de vino, hasta que oí una voz conocida.
Alfonso: ¿Dulce? Por fin ha vuelto.
Dulce: No quiero hablar contigo.
Alphonse: ¿Qué ha pasado?
Dulce: No te hagas el tonto, sé que me engañaste en mi cumpleaños mientras estábamos en el hotel. ¡Olvídate de mí y vive tu vida!
Alfonso: Tenemos que hablar, quiero que me entiendas.
Dulce: ¿Entender qué Alfonso? ¿Que preferías a otras mujeres además de a mí? O que no te importaba darme placer. ¡Oh, jódete!
Alfonso: No exactamente, quiero hacer las cosas bien.
Dulce: No voy a volver contigo, ya me has dejado en ridículo bastante.
Alfonso: Sí, te traicioné, perdóname. Yo estoy con otra persona y espero que tú hagas lo mismo, nos merecemos ser felices.
Dulce: No tenemos nada más y todo está bien.
Maite me había enviado un mensaje de texto, diciendo que se quedaría con William y yo me fui a casa y Alfonso decidió acompañarme, había perdido la noción del tiempo y habían pasado tres semanas desde mi regreso.
Llegué al piso, Alfonso no se cansaba de hablar y eso ya me molestaba.
Dulce: No tienes que decir nada más, he dicho que todo está bien.
Alfonso: Estás borracha.
Dulce: Cállate, ¿qué quieres?
Christopher: Para, por favor. Ya ha dejado las cosas claras, ¡entiende y deja de molestarla!
Dulce: Genial, Alfonso este es Christopher. Y Christopher probablemente ya sabe quién es Alfonso.
Christopher: Humrum.
Dulce: ¡Adelante Alfonso, vamos a hablar los tres!
Alfonso: Me voy, estás borracha y no podemos hablar así. Te llamaré más tarde o te enviaré un mensaje.
Vi salir a Alfonso por el pasillo, entré y cerré la puerta con la llave. Caminé lentamente hacia Christopher que se levantó del sofá mirándome, tiré mi bolso al suelo.
Christopher: Como prometí, estoy aquí. - abre los brazos sonriendo.
Dulce: Ahora, idiota, eres un imbécil enfermo. ¿Dónde has estado todo este tiempo? Joder. - Le golpeo y en el mismo instante me pone de espaldas a la pared.
Christopher me subió el vestido, me bajó las bragas y me hizo esperar unos segundos mientras se bajaba los pantalones y rápidamente introdujo su miembro dentro de mí, empecé a gemir y él se introdujo con más fuerza. Y no pude resistirme, estaba muy bueno.
Me puso de cara a él, me abrazó y me llevó a la cama. Me tiró en la cama y se subió encima de mí, empezamos a besarnos como dos desesperados, hasta que levantó mis piernas y las puso sobre sus hombros, pasó su lengua por mi intimidad y empezó a chupar y yo gemí, unos segundos después se tumbó y yo estaba encima de él.
Empecé a cabalgar y al mismo tiempo le vi morderse los labios y sólo con su mirada me pidió que me moviera con más intensidad, le abrí la camisa y vi tres marcas de chupetones en su pecho. Detuve los movimientos.
Dulce: ¿Qué es eso?
Christopher: No es nada, me he ocupado de ello. ¿Por qué lo has dejado?
Dulce: No necesito 365 días. Te quiero. - Le sonrío.
Christopher: ¿Qué? Dilo otra vez.
Dulce: ¡Te quiero!
Christopher sonrió al escuchar lo que había dicho, me besó y continuamos lo que no habíamos terminado.
El día amaneció y yo estaba con la cabeza bajo su pecho, abrí los ojos y él abrió los suyos y entonces sonreímos.
Christopher: ¡Buenos días!
Dulce: ¡Buenos días!
Christopher: ¿Quieres casarte conmigo, Dulce María?
No tuve ninguna reacción en ese momento, miré mi mano que estaba bajo su pechera y vi un hermoso anillo y lo miré rápidamente.
Dulce: Joder.
Christopher: ¿Es eso un sí? Quiero vivir mi vida contigo, te amo.
Dulce: Te quiero y acepto.
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Destino Casual (Vondy)
FanfictionChristopher Uckermann es un mujeriego, acostumbrado a tener poder y fuerza sobre las cosas. Hijo de un hombre muy importante que ve interrumpida su vida por un inesperado accidente, Cristopher tiene que hacerse cargo del negocio de su padre en contr...