Los zapatos rojos

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Hace mucho tiempo en un país muy lejano,una amable mujer tuvo una hermosa hija que llamó Carolina. En su cumpleaños número diez le regaló unos hermosos zapatos rojos de charol muy finos y elegantes que compró con sus ahorros.
La pequeña Carolina quedó muy sorprendida por el regalo pero muy feliz. Le agradeció a su mamá y se fue a jugar con sus zapatos.
En el bosque se encontró a una anciana muy vieja que caminaba encorvada y llena de polvo.
Se quedó mirándola fijamente y luego a sus zapatos, después desapareció.
La niña se quedó pensando en lo que había visto pero no le dio importancia y continuó su camino, jugando hasta la hora que su mamá le había dicho que volviera a casa.
Cuando regresó se encontró con una horrible sorpresa. La cabaña donde vivía se había incendiado y su mamá no estaba por ningun lado. La niña temió lo peor y se hecho a llorar,pensando que su mamá había muerto.

Entonces pasó una mujer en un carruaje. Tenía un vestido violeta y una nariz como de águila que al ver a la niña llorando sin nadie que la cuidara quiso ayudarla porque daba pena.
La niña le agradeció a la señora su amabilidad pero la señora miró sus zapatos cubiertos de lodo del bosque. Ella odiaba la suciedad así que le dijo que si no se los quitaba no la dejaría subir al carruaje.
Carolina no quería deshacerse de lo único que le recordaba a su mamá, pero se hacía de noche y estaba sola así que se los quitó llorando y creó una pequeña tumba improvisada para su mamá y dejó encima los zapatos rojos, entonces subió al carruaje con la señora.
Lo que Carolina no sabía era que esta señora era en realidad la vieja que había visto esa mañana en el bosque. Era una sucia arpía que solo quería quitarle los zapatos a la niña desde que los vio, porque sabía su verdadero poder y por eso se había disfrazado y engañado a la pequeña Carolina porque era una malvada bruja.
Después la bruja fue a aquel lugar ella sola a buscar los zapatos, pero ella no quería usarlos ,era imposible porque sólo si tienes buen corazón puedes usar su magia.
Así que hizo una gran fogata encima de la tumba que hizo la niña y echó los zapatos al fuego, pensando que se quemarían....

Los años pasaron y Carolina creció y dejó de ser una niña y se convirtió en una hermosa muchacha. Era la más hermosa de la ciudad donde vivían y muchos le decían que parecía un hada y por eso la bruja(que se disfrazaba de señora buena) un día se enojó con ella y la echó de la casa el día de su cumpleaños número dieciocho.
Ella estaba triste y empezó a llorar.
Lo único que se le ocurrió fue ir a la tumba de su madre para llorar allí.
Cuando llegó se encontró la tumba destruida por el fuego que hizo la bruja pero los zapatos seguían allí encima de todo el desastre sin un rasguño idénticos a como los había dejado.
Ella los cojió, todavía llorando y se intentó poner los pequeños zapatos por más tonto que pareciera pero los zapatos empezaron a brillar y se convirtieron en unos bellos tacones rojos.
Carolina se asombró cuando vio lo que había pasado cuando todo su alrededor empezo a dar vueltas y en ese instante cerró los ojos....



Cuando los abrió estaba en un país mágico nunca antes visto. Los árboles estaban echos de algodón de azúcar y en vez de frutos tenían caramenlos y golosinas. A lo lejos se veía un río de chocolate y el cielo era de un azul precioso con un arcoíris eterno y nubes rosas.

Ella estaba mirando todo cuando oyó que le hablaron. Era una ardilla con tutú rosa que le dio la bienvenida a "CandyLand" y le preguntó si buscaba a su mamá.
Ella le preguntó que si su mamá estaba allí y como era posible si había muerto en un incendio.
La ardilla le dijo que su mamá era una poderosa reina hada que sólo hacía el bien, pero que tenía muchos enemigos. Cuando ella nació tuvo que retirarse a una cabaña en el bosque para protegerla de su mayor enemiga "la bruja malvada" pero en caso de que un día ella no estuviera, le dio los zapatos rojos. Una poderosa arma que creó con toda su magia para que la bruja no le hiciera daño. Sólo la princesa hada Carolina podía quitarse los zapatos y eran indestructibles. Pero su mamá quedó muy débil y sin magia, por eso la bruja aprovechó para atacar.

Entonces Carolina entendió todo: la vieja que vio en el bosque y después desapareció cuando era niña y le regalaron sus zapatos rojos, después el incendio donde su mamá desapareció y después la mujer que la adoptó y le dijo que se quitara los zapatos...todo estaba conectado. Todo el tiempo fue la bruja que quería deshacerce de ella, por eso la echó de la casa cuando le dijeron "hada".

Preguntó donde podía encontrar a su mamá y la ardilla le dijo que no era fácil. Tendría que atravesar tres caminos:el camino de la tentación, el camino de la perseverancia y el de las buenas intenciones.
Carolina aceptó y la ardilla le dio las indicaciones.
Caminando y caminando llegó al primer camino, el de la tentación. El camino era amplio con el suelo de color dorado.
Alrededor habían muchísimos cofres del tesoro con joyas y diamantes y cosas con las que siempre soñó.
Gente famosa y adinerada que le decía que saliera del camino y fuera con ellos pero no les hizo caso a ninguna de las tentaciones porque sabía que solo eran eso...tentaciones que querían alejarla de su objetivo : ver a su madre otra vez.

Después de superar el camino de las tentaciones llegó el camino de la perseverancia. Este era de color azul y estaba lleno de nieve, hacía mucho frío pero aún así Carolina entró al camino. Ella temblaba de frío y el viento que estaba en contra la lanzaba hacia atrás. Sus pequeños pies blancos se llenaron de ampollas de tanto caminar pero siguió perseverando hasta el fin.

Sólo le faltaba un camino: El camino de las buenas intenciones que sólo atravesaban los puros de corazón.
Entonces apareció la ardilla con tutú y le advirtió una última cosa: que si fallaba en atravesar el camino de las buenas intenciones era imposible volver a pasar la prueba y nunca podría ver a su madre.
Carolina tenía un poco de miedo pero aceptó.
Cuando pisó el suelo del camino apareció la bruja malvada frente a ella.
Entonces Carolina recordó todo lo que la ardilla le había dicho...
"La bruja quería dañar a tu madre"
"Provocó el incendio y te apartó de su lado"
" Te engañó y trató de quemar tus zapatos y deshacerte de ti"
Ella quería golpearla por todo lo que hizo pero aún así se calmó y le dijo :"yo te perdono" entonces la bruja desapareció ya que era solo una ilusión que hacía parte de la prueba para ver si Carolina no tenía odio en su corazón.
Al final del camino vio una cabaña igual a la que vivía con su mamá en el bosque que echaba humo por la chimenea con un hermoso jardín en frente y se echó a correr ansiosa por ver a su amada madre.
Cuando entró vio a su madre que la recibía con los brazos abiertos esperándola con una sonrisa y se abrazaron. Carolina lloró de felicidad y su madre le dijo que sólo le quedaban siete días de vida porque la bruja la hirió gravemente. Carolina entristeció pero aún asi aprovechó aquellos días que el destino le dio junto a su madre.
El día que la mamá de Carolina murió, le regaló una varita mágica que ella usaba cuando era un hada y le dijo que la usara por el bien común.
Carolina se puso ese día un hermoso vestido, sus bellos zapatos rojos y cojió la varita y se prometió que volvería al mundo normal a proteger a las otras princesas de la bruja malvada y ayudarlas a cumplir sus sueños.
Durante su vida ayudó a muchos, no sólo a princesas sino a todas las personas , ganándose el apodo de "El hada Madrina de los cuentos de hadas" y vivió feliz por siempre haciendo el bien.

Fin♥️

Los zapatos rojos Where stories live. Discover now