Our history. -VerAna👩‍❤️‍💋‍👩

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Narra Veronica:

Ya ha pasado un mes desde que comencé a trabajar con la idiota de Ana. No nos soportamos, pero ninguno da su brazo a torcer, ella quiere que renuncie pero no lo haré, eso sería darle en el gusto y yo jamás haré eso. Aún sigo instalada en la oficina de mi jefa, es una maniática por el trabajo, jamás la he visto con alguna mujer, muchas se le insinúan, pero ella no les hace caso.

Llego a la oficina, hoy no me he sentido muy bien, no me he alimentado como corresponden por dos motivos, la idiota de Ana no me ha dejado salir a colación durante una semana, además revise mi liquidación de sueldo y con suerte me alcanza para pagar el alquiler no me sobra para comer, según mi jefa son seis meses de prueba, es decir, seis meses con este sueldo.
Me siento en mi escritorio y prendo mi computador.

-buenos días Sánchez, al parecer no tienes modales- trato de contener las ganas de gritarle y borrar su sonrisa, pero el dolor de cabeza superan mis ganas de darle su merecido- parece que no pasaste buena noche ¿discutiste con tu novio?- ignoro todo comentario que me hace, al parecer le hace feliz hacerme sufrir.

Me gustaría gritarle en su cara de que no tengo novio y que se deje de meter en lo que no le incumbe, pero debo concentrarme en mi trabajo e intentar de ignorar el frío que siente mi cuerpo en pleno verano.
-¿Sánchez?- levanto la vista no se cuando llegó hasta mi escritorio, luce preocupada. Aquello me hace gracia, la estupido me ha tratado pésimo en todo este mes y ahora se acerca como si fuera mi amiga- ¿te sientes bien?-
-solo necesito un vaso con agua- me levanto y alcanzó a dar tres pasos y todo se vuelve negro

Narra Ana

Veo como Judith se desmaya, por suerte reaccionó rápido y la alcanzo a sostener. Toco su frente y me sorprendo al saber que está ardiendo en fiebre, la tomo en brazos y salgo corriendo, debo llevarla a un hospital. Los empleados me ven raro y a la vez sorprendidos al tener entre mis brazos a mi secretaria, abro la puerta del copiloto y la acomodo. Llego en diez minutos al hospital, ingresan de inmediato a Judith. Me dicen que me siente en la sala de espera mientras los médicos la examinan.

Sé que he sido muy dura con ella, pero no sé por qué la trato así. Cuando quiero entablar una conversación con ella, de mi boca solo salen órdenes absurdas e incoherente que ella realiza de la mejor forma. Veo que un médico aparece en la sala

-familiares de la Señorita Sánchez- me levanto de inmediato y me acerco él -¿novia?-
-si- se que si digo que soy su jefa no me darán información alguna
-acompáñeme- lo sigo hasta una habitación, Judith está durmiendo, debo admitir que luce hermosa cuando duerme

Doctor: su novia tuvo una baja de defensa, producto de la mala alimentación. ¿Sabes si está comiendo bien?- mi mente comienza a recordar aquellas veces en que le  pedí que siguiera trabajando en su hora de colación o como se quedaba hasta tarde sin negarse, aquellos recuerdos me hicieron sentir mal
-no, estos últimos días no ha comido muy bien- trato de evitar la mirada del médico, la culpa me invade

-deberá preocuparse mejor por su novia, luce muy cansada y eso más una mala alimentación, créame que no son buena pareja- yo asiento, el médico me entrega una receta y una dieta- cuando despierte se la puede llevar, será mejor que consienta mucho- yo solo sonrió.
Me siento en el sillón espero que despierte pronto, veo que comienza a moverse.

Vero: ¿dónde estoy?- luce asustada, me levanto y me acerco a ella
-estás en el hospital, te desmayaste. Pero ya estás mejor- le ayudó a sentarse
-¿qué haces aquí?- no me molesta su desconfianza hacia mi, después de cómo  la he tratado me lo merezco
-yo te traje hasta aquí- veo que su cara refleja asombro- lamento lo que te ocurrió fue mi culpa-

-no te preocupes, ya me siento bien- trata de darme su mejor sonrisa, miro el reloj de mi celular. Ya es la hora de almuerzo
-te invito a comer, necesitas reponer energías- ella no está muy segura- no aceptaré un no por respuesta- después de un minuto ella acepta.