Mi Segundo Paso

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Una vez que llegue, y no con la mejor compañía me senté en la mesa, nada en particular sucedió solamente estaba esperando que acabara esto para platicar con Leopoldo, pasado un rato por fin podía hablar con él así que le pedí que fuéramos a su oficina ya que tenía cosas importantes que hablar con él, realmente lo hizo arregañadiente, digo le caía mal, cuando llegamos tomamos asiento respectivamente y dijo que comenzará de una vez, me dolió un poco el ego para ser sincero, pero no iba a discutir con quien le pediría ayuda, así que comencé, le explique que iba a ser emperador, se quedó boquiabierto, y dijo por fin serás digno de mi hija, no llevaba mucho tiempo en este lugar pero si me moleste con el comentario, y ahora de buena gana me pregunto que que necesitaba, le pedí apoyo militar y económico para sembrar las bases del imperio, sin chistar me contesto que enviaría 15,000 soldados y que el se encargaría de la cantidad de dinero, pasado esto le pedí apoyo diplomático el gustoso lo acepto, me dio un abrazo unas palmaditas en el hombro y me abrió la puerta el gesto me sorprendió un poco, era el rey Belga abriendome la puerta, era un acto que pocas veces se veía, y dijo que sigues haciendo aquí, así que me despedí y salí de ahí, ahora fui a mi dormitorio y estaba Carlota esperandome, me cambié de ropa y me avente a la cama, y antes que preguntara como me fue comencé a hablar, me fue muy bien ella sonrió y seguí contándole lo que había pasado, estaba un poco molesta por lo que me había dicho pero lo importante era que conseguí el apoyo de leopoldo, luego de hablar trivialidades se quedó dormida, y yo me quedé meditando algunas cosas y, paso por mi mente el recuerdo de mis amigos y mi familia, y quería darle un enfoque positivo, así que dije cuando vuelva les contare todo lo que hice.

reencarnando el imperio Where stories live. Discover now