Epílogo.

73 9 0
                                    

Quizá, JeongIn, no puedas leer las cartas que pensé darte cuando regresara. Esas cartas que tenían el mismo propósito que las tuyas: explicarte el porqué de mis apodos.

Siempre fui optimista. Pero, aunque un nudo en mi garganta me esté casi asfixiando, debo decir que estamos perdiendo la guerra. A estas alturas el optimismo sería negación. Por eso me resigno a pensar que volveré, aunque eso esté haciendo que sienta un vacío que va desde el pecho hasta mi abdomen y que mis ojos sientan cosquilleos picosos como si fuese a llorar lo que no lloré en mi vida. Duele, JeongIn, duele. Pero no puedo poner esto en la, posiblemente, última carta que voy a escribirte y la última –también posiblemente– que vayas a leer, si es que la vida es tan buena como para darnos esa oportunidad.

Te amo, Yang JeongIn, te amo. Como no creí que fuese posible amar.

Leí cada carta, cada explicación y quiero resaltar una. Esa en la que hablas sobre mi amor por el baile. Amo el baile porque en él puedo expresar cosas con una libertad soñada por el hombre, desde siempre. Pero desde que te conocí, descubrí que no es así, no del todo.

El amor que siento por ti no se puede expresar con nada del mundo. Por eso me resigno a escribir esto, estas palabras que al lado de mi verdadero amor hacia ti –mi amor en su totalidad hacia ti– no son nada. Por eso me resigno a besarte y abrazarte como si eso demostrara todo lo que siento. Pero como soy feliz, porque con esa pequeña cantidad de amor tú sonríes, y qué más da si no puedo mostrarte todo el amor que hay en mí para ti. Si sonríes nada más importa.

Ya las demás cartas no importan. Aquí pongo lo que siento –eso que soy capaz de transcribir a papel–, el otro amor que puedo demostrar es ese donde hay besos y abrazos. Y el otro ese que siento adentro, del que te hablé, ese que es mucho para poder expresarlo, te lo voy a demostrar cuando estemos juntos, de nuevo. No soy negativo JeongIn. Desde donde estoy las balas se escuchan más cercanas, los chicos me abrazan, me dicen que estaremos bien, pero los oigo llorar, por nuestras vidas, por el susto. Te amo Yang JeongIn. Espero que nos podamos ver, donde sea que nuestros cuerpos descansen, ahí quizá mi amor puede serte expresado en su totalidad. Ahí quizá no haya nada de lo que no hay en mí, como dijiste en tu carta, esa que me hizo llorar y abrazar a los chicos con mis manos temblorosas.

Ellos también te quieren mucho.







📄

Donde JeongIn cada semana le da un apodo a HyunJin, su novio.

O, donde HyunJin lee las cartas que su novio le manda cada semana explicándole el porqué de los apodos que le puso en todo lo que llevan de relación.

📃

apodos › hyunjin ♡̸ jeonginWhere stories live. Discover now